El 5 de mayo termina con un balance muy acorde con la realidad de la crisis asimétrica que vive Latinoamérica.  Mientras que en Coral Gables se celebraba un foro en defensa de la democracia del continente, concurrido por presidentes, expresidentes, diplomáticos, políticos, analistas y fuerzas vivas de la región, en el cual resaltaron las intervenciones del presidente del Ecuador, Lenin Moreno, y Luis Almagro, secretario general de la OEA; en Venezuela, Diosdado Cabello publicaba en Con el mazo dando un duro afiche atacando al presidente Iván Duque.

Ningún político responsable y respetado: Oscar Arias, Raúl Leoni, Rafael Caldera, Rómulo Betancourt, Lenin Moreno, se presentarían ante el pueblo amenazando con un arma mortal, un revólver o un mazo, y mucho menos intervendrían en las políticas de Estado con opiniones infundadas.  Seria todo lo contrario, se asomarían con un mensaje de unión, paz, respeto y tolerancia.  El Mazo se erige contra la gente que defiende la libertad, que se esfuerza por encontrar un nuevo camino de responsabilidad ciudadana y de paz.

Diosdado Cabello, responsable de este medio, califica a Duque de narco, paraco y asesino. Irónico, unas características muy cercanas a la imagen política que se ha proyectado de él mismo. No ha podido ocultar Cabello sus motivaciones contrarias a la búsqueda de la democracia, la libertad y la consolidación de relaciones de convivencia entre Colombia y Venezuela.  Al final, somos casi un solo país.

Sus armas no son la palabra limpia, la tolerancia y la paz. El título de Con el mazo no es retórico, es un arma alzada para golpear a todo el que se atreva a tener opinión propia, al que sueñe y luche por un país que avance hacia la prosperidad, con responsabilidad y respeto a los valores que nos convierten en seres humanos integrales. No es un detalle que su intervención política ante el país sea blandiendo un mazo ¿A quién amenaza, quiénes son sus víctimas?

Se evidencia la guerra de información que el régimen de Nicolás Maduro lleva a cabo en la región, manipulando la información y generando contrainformación con la aviesa intención de confundir las masas.  Estas estrategias en Colombia tienen un claro objetivo, desacreditar la gestión del presidente Duque, al tiempo que  impulsan la campaña de Petro.

¿A qué le temen Diosdado y Maduro? ¿Cuál de las propuestas de Duque constituye un desafío a la consolidación en el poder del régimen chavista?

Colombia representa una plataforma de defensa de la democracia en Venezuela, un vecino que cuenta con el respaldo de los países de la región y el apoyo militar norteamericano.

La mayor amenaza para la búsqueda de la paz en Venezuela sería el triunfo de Gustavo Petro, por el riesgo que conlleva exportar el modelo castrochavista y su revolución multipolar al país hermano que además serviría para socavar a la potencia norteamericana. Petro sería el promotor de la entrada de Rusia, China e Irán al territorio colombiano, como ha ocurrido en Venezuela.

Al final recordemos cómo el gobierno de Duque aprecia la relación de Estados Unidos con la Colombia democrática: “Colombia ha tenido una relación histórica muy fuerte con Estados Unidos, estamos próximos a celebrar, el año entrante, 200 años de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Colombia. En las últimas dos décadas la relación ha evolucionado de manera positiva”.

El terror de Diosdado frente a Colombia se deriva de la evidencia que representa enfrentarse con un país comprometido con la democracia en nuestro país, en todo el hemisferio y con el fin ansiado de Venezuela como escenario de guerras hibridas aniquiladoras de la paz y la libertad del continente.


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