Por Pablo Kaplún Hirsz

―¿Cómo activista que tiene una mirada internacional, que sugieres como balance de 2022 y como ves la prospectiva en el contexto internacional para el año venidero?

―Pensar en lo deberíamos hacer para el año 2023 que ya estamos comenzando es complejo, va a ser un año de incertidumbres políticas y económicas muy importantes, no solamente a nivel nacional que ya son bien grandes, sino a nivel internacional; cada vez hay menos fondos para Venezuela y esos fondos se dan por goteo cuando se dan, entonces hay una incertidumbre enormemente grande y además de eso tenemos elementos que nos hacen pensar que políticamente en este país en los próximos años va a ser un país de restricciones y mucho más grandes de las que hemos sufrido hasta ahora. Debemos pensar en la posibilidad de cada vez más convencer a la gente de la importancia de aportar fondos a Venezuela para los proyectos que estamos realizando, necesitamos hacer alianzas con distintas organizaciones internacionales para poder distribuir y visibilizar la situación que está en el país, y el reto más importante de todas es que las organizaciones venezolanas tienen que sobrevivir para poder todo eso y eso un reto muy alto en este momento.

Creo que los retos internacionales son muy grandes, uno puede dividirlos en grandes temas: uno es el tema de lo que se ha visto este año con la COP27 sobre Cambio Climático y la COP15 sobre Biodiversidad: lamentablemente, la política sigue preponderando por encima de los intereses de la mayoría de todo el mundo. En ese sentido, el reto es enormemente importante para hacer oír la voz de los pueblos y la voz de las organizaciones. Estoy hablando de un cambio en el cual en esos sitios donde se toman decisiones que son importantes para todo el mundo, se tomen decisiones valiosas, que se realicen para favorecer un cambio realmente importante para todos los habitantes de este mundo.

Otros retos

El segundo reto tiene que ver con cambios en lo que está sucediendo en las políticas globales y en particular esos cambios que ya vienen desde hace algunos años un aumento muy grave de la polarización del mundo, polarización que no se veía desde los tiempos del fin de la Guerra Fría, hacia finales de los años ochenta, pero aumenta totalmente por lo tanto las presiones, las tensiones que están ocurriendo en todo el mundo producto de una cada vez mayor polarización entre las tendencias políticas en todo el mundo, lo que hace que los temas ambientales sean cada vez menos importantes y se superpongan a los temas que tengan que ver con las situaciones de confrontación entre posiciones políticas; está relacionado con el anterior pero es importante tomarlo en su propia medida.

El tercer tema, es un  reto que tiene que ver con la  presencia de conflictos cada vez mayores; conflictos que están afectando de una manera muy importante a todos los países del mundo; hay conflictos activos en varios países del mundo en este momento, el conflicto en Ucrania muy cerca de Europa y dentro de los intereses de Estados Unidos están afectando de manera muy grave a todo el mundo, pareciera que por un lado existe la posibilidad de que un país invada a otro y no ocurra nada; en esta época donde los pactos internacionales y las relaciones en el tema diplomático parecían que había resuelto el problema de la guerra en todo el mundo, aunque era falso en gran medida, pero se tenía ciertos niveles de control; en este momento, están ocurriendo guerras en Siria, Yemen, la República Democrática del Congo, y otros países. Hace falta poner en claro que la guerra no ha finalizado. La guerra en Ucrania nos está afectando de manera muy particular, porque nos afecta tanto en temas de intereses con respecto a cómo la guerra se lleva por delante cualquier cosa y que por lo visto en un país puede hacerlo sin ningún tipo de limitación, sino que, además de eso, los fondos están yendo cada vez más, en vez de para mejorar la situación, fondos para cambiar los temas ambientales, los temas sociales, los temas del hambre en el mundo; están yendo para el armamento. Entonces, esa es una situación cada vez más grave, la guerra no puede ser el futuro de la humanidad, la guerra tendría que ser una excepción muy rara y muy controlada, algo que no debería ocurrir. Esos son los grandes retos que tenemos en estos momentos.

 


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