Amigos lectores, actualmente me encuentro en Estados Unidos, soy uno más de los millones de venezolanos en el exilio que les toca vivir esta situación de pandemia global fuera de su amada tierra, y créanme que en estos momentos es cuando decimos qué bendita es Venezuela y cuánto no deseáramos estar allá, pese a los problemas políticos que podemos tener y diferencias con el régimen de Maduro y su negligencia sanitaria por todos conocidas.

Lo cierto es que es no es comparable en absoluto la situación venezolana con la que vive gran parte de la humanidad, y esta posición privilegiada en nada es consecuencia de las políticas del régimen, mas si de la preferencia de Dios, quien la ha prácticamente cubierto bajo un manto protector, porque este coronavirus está atacando y devastando estructuras sociales claramente más desarrolladas comparativamente que nuestros países latinoamericanos.

Lo que ocurre en Estados Unidos no es fácil de comprender, es como observar a miles de corderos que van rumbo a un barranco. En principio, al momento que escribo esta nota, me actualizan los reportes en 400.000 contagiados, el crecimiento de los contagios es exponencial… Aunque parezca increíble, está ocurriendo en la primera potencia económica del mundo.

Tratando de entender esto, creo que es debido a la naturaleza federal de país, donde la responsabilidad de confinar a sus ciudadanos recae en los gobernadores. En este sentido, dependiendo del ánimo e interés de cada región se traduce en decisiones de cuarentena que tienen un mayor o menor grado de confinamiento, pero a rasgos generales lo que estoy observando es que todavía hay mucha gente en la calle y es como si no pasara nada, sin ningún tipo de protección o máscaras y esto contradice claramente las mejores prácticas que conocemos en materia de contención del virus.

Hablemos un poco de Nueva York, lo que me dicen mis amigos radicados en la zona es que ellos están prácticamente en un área urbana convertida en zona de guerra dependiendo del lugar. En  barrios populares como el Bronx o Long Island, formados mayoritariamente por comunidades latinas y negras, es donde se reporta mayor incidencia del virus.

Sobre la comunidad latina, he leído noticias acerca de las dificultades que están teniendo los hispanos sin documentos para tener acceso a las pruebas y eso incluye a compatriotas venezolanos. Tampoco ha cambiado la rutina en la Gran Manzana, hay mucha gente en los parques o acudiendo a los templos, es toda una locura y todo esto alimenta este caos que está provocando tantas víctimas fatales. La ciudad es el epicentro de la pandemia con más de 5.000 muertes y 140.000 infectados y las cifras siguen creciendo.

Quizás los lugares donde menos ha impactado la pandemia es el medio oeste de Estados Unidos, estados como Nebraska, Iowa, Kansas, Wyoming; sin embargo, es en estos sitios donde menos regulaciones se han implementado, prácticamente la gente tiene una vida normal. Las fábricas, por ejemplo, no han dejado de estar activas y siguen produciendo en los tres turnos, pese a las recomendaciones de paralizarlas que han hecho las sociedades médicas. Sin embargo, los gobiernos regionales han privilegiado la economía y de ese modo los obreros siguen trabajando y exponiéndose. Y es que la realidad en Estados Unidos es que si formas parte del segmento poblacional que aún no habla inglés, no es profesional o con estudios superiores, entonces estarás seguramente entre los millones de ciudadanos que tienen que salir a trabajar y arriesgar sus vidas para poder pagar la renta de sus casas. Un estudio económico reciente elaborado para generar el monto de la ayuda que va dar el gobierno indica que al menos 50% de la población norteamericana no tiene 500 dólares en el banco, eso quiere decir que viven al día.

Solo aquellos ciudadanos que laboran en oficinas, sean estas públicas o privadas, pueden darse el lujo de trabajar desde su casa, y naturalmente tendrán mas oportunidades de evitar la exposición al virus. Sobre este particular, no hay dudas de que esta pandemia ha sido una forma de mostrar el verdadero rostro detrás de la gente y cuáles son sus intereses, estamos hablando de salvar vidas humanas, algo que no tiene precio, así que todos -y eso incluye a los trabajadores- deberían estar en sus casas en cuarentena. De eso trata el gobierno de la gente y para la gente, de la responsabilidad que tenemos como humanos, por lo tanto, comparto lo que dice Bill Gates sobre la respuesta que debe dar Estados Unidos al coronavirus.

«No hay duda de que Estados Unidos perdió la oportunidad de adelantarse al nuevo coronavirus. Pero la ventana para tomar decisiones importantes no se ha cerrado. Las elecciones que hagamos nosotros y nuestros líderes ahora tendrán un enorme impacto en qué tan pronto comienzan a bajar los números de casos, cuánto tiempo la economía permanece cerrada y cuántos estadounidenses tendrán que enterrar a un ser querido debido al covid-19».

Bill Gates no se queda en la crítica, sino que propone superar el coronavirus en tres pasos. El primero es «un enfoque nacional consistente», porque observa que en algunos estados están  las playas y restaurantes abiertos. «Esta es una receta para el desastre. Debido a que las personas pueden viajar libremente a través de las fronteras estatales, también puede hacerlo el virus», insistió.

El segundo paso es asegurar suficiente cantidad de pruebas disponibles para detectar el virus y establecer «prioridades claras en cuanto a quién se somete a prueba… primero las personas en roles esenciales, como los trabajadores de la salud, seguidos de las personas altamente sintomáticas y las que hayan estado expuestas».

«Lo mismo ocurre con máscaras y respiradores… Obligar a 50 gobernadores a competir por equipos que salvan vidas, y a hospitales a pagar precios exorbitantes por ellos, solo empeora las cosas», indicó Bill Gates.

El tercer y último paso es «un enfoque basado en datos para desarrollar tratamientos y una vacuna. Los científicos están trabajando a toda velocidad en ambos, mientras tanto los líderes pueden ayudar a no alimentar rumores o compras nerviosas».

Los que plantea Bill Gates es un cambio total de la estructura. Él nos habla de una forma de centralizar la información con el fin de generar una visión precisa del marco de situaciones, lo que rompe con el statu quo reinante en el que cada gobierno regional tiene sus propias políticas.

La crisis del coronavirus ha hecho a nuestro mundo menos libre y necesariamente más dependiente de soluciones tecnológicas, tanto en el ámbito de medicina como de la información telemática, y no era precisamente lo que queríamos para nuestros herederos, pero este virus ha cambiado por completo el modelo de seguridad estratégica. Ya nada ni nadie estará a salvo y veremos a mucha gente construyendo búnkers especiales y usando trajes de protección biológica; de igual modo, los gobiernos y sus estructuras cambiarán, serán más integrados y aptos para enfrentar estos desafíos, porque el covid-19 es tan solo la antesala de lo que viene para la humanidad.

Finalmente, sobre mi amada Venezuela, yo pienso que en esta oportunidad voy a estar de acuerdo con el criterio general de todos los actores políticos, que incluye al régimen de Maduro, sobre mantener el confinamiento en casa de los habitantes y es que no hay otra forma de detener la epidemia si no reducimos la movilidad de la gente. Esta es la solución que mejores resultados ha dado en los países que han superado la pandemia y no hay que ponerse a inventar.

Durante el confinamiento todos debemos ser conscientes de la necesidad de detener o pausar los pagos de renta, los servicios públicos y cubrir las necesidades de alimentos de los ciudadanos, así que estamos obligados a generar estructuras productivas colaborativas capaces de trabajar para sostener a los ciudadanos, esperando que por la naturaleza de la emergencia pública los sectores privados participen activamente de manera voluntaria en los planes coordinados con las autoridades del Estado.

El mundo ha cambiado y nada será igual y aún no sabemos cuánto tiempo tendremos que cuidarnos de esta nueva amenaza biológica, se habla de meses, pero hay científicos que calculan hasta 2 años, así que lo que vayan a hacer, háganlo conscientes de que la vida está primero que el dinero, disfrútenla.

@estebanoria


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