En pocos minutos los chinos consiguieron batir todos los récords de comercio en línea, cuando en la noche del domingo pasado se abrieron las compuertas digitales de las ventas del Singles Day o Día de los Solteros. En esta ocasión la firma Alibaba se animó a robarse el show y disputarle la corona de las ventas mil millonarias al otro gran evento mundial de ventas en línea, el Black Friday del mundo occidental, que tendrá lugar en unas dos semanas. Lo consiguieron y en los primeros 20 minutos se pactaron compras electrónicas por 61.000 millones de yuans, o su equivalente de 8.700 millones de dólares.

Alibaba con sus 160 millones de usuarios registrados no se quedó solo allí y lo que organizó en toda China fue un verdadero festival de compras a ser recordado, al que se incorporaron Taobao y Tmall, los cuales además han convenido en hacer de ese evento uno dirigido, cada vez más, a la escena global. De hecho, este año la edición se expandió a las plataformas de B2B (negocios con negocios) como AliExpress y su filial, Lazada, que le dio sostén en el ambiente del sureste de Asia para capturar al consumidor de la región. La presentación de Taylor Swift –solo tres canciones– en Shanghai fue la guinda de la torta, también transmitida en línea y, al fin, todo ello redundó en transacciones globales por 38.000 millones de dólares. En las primeras nueve horas habían alcanzado llegar a una suma de 20.000 millones.

Estas cifras consiguen dar una visión de la manera en que los actores chinos están entrando en la tendencia mundial del e-commerce donde están decididos a romper récords. El gran líder de las transacciones digitales mundiales son Estados Unidos con una participación de mercado de 42%, pero sus competidores de China le vienen pisando los talones habiéndose catapultado su participación a 33% en los dos últimos años. Reino Unido se sitúa en tercera posición por delante de Japón, seguidos de Alemania y Francia, cuarto y quinto mercados, respectivamente.

China tiene sus particularidades en este novedoso escenario y la primera de ellas es la espiral creciente de utilización de los medios digitales y de los teléfonos inteligentes de los particulares que adquiere allí características de adicción. Los sistemas de pagos en línea se desarrollan a toda velocidad para acelerar y simplificar las ventas, unido al hecho de que gobierno y empresas empujan al usuario a un consumo constante.

AliChat y Alipay son los primeros promotores involucrados de manera integral en el nacimiento de una sociedad sin cash. Con ello han conseguido posicionar al país como el primero en el mundo en pagos móviles. El resultado de esta carrera hacia la modernidad es que todos juegan el juego de lo digital y lo móvil. Desde el más modesto vendedor de alimentos hasta las boutiques de lujo, secundados por el sistema bancario que es ágil y eficiente todos han adoptado este sistema de pagos, lo que redunda en un ritmo sostenido y fácil de consumo.

Esta manera inducida de comportarse del chino de a pie les ha brindado enormes oportunidades a pequeños y medianos empresarios que compiten en este mercado gracias a ofertas imbatibles para atraer a los clientes potenciales.

Así, pues, el gigante de Asia ha decidido tomar la delantera del mundo es estas disciplinas digitales en las que, además, su determinación hacia la innovación es infinita.

 


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