Cuando las organizaciones aprovechan positivamente la oportunidad de recurrir a la anticipación estratégica, en base a su capacidad para aplicarla de manera eficiente, se pueden obtener resultados favorables que permiten manejar crisis y momentos de incertidumbre. Recordemos que, deben estar preparadas para enfrentar la dinámica cambiante del entorno, la complejidad y los cambios, lo cual, le da mucho valor a la habilidad de saber adelantarse en el tiempo a los hechos y a las situaciones antes que se presenten.
Contar con esta aptitud, es decir, con la intuición necesaria y aplicarla con rapidez, generando ideas con más antelación que los demás, permite propiciar movimientos y tomar precauciones. Esto es sólo posible si hay un trabajo en equipo para gestionar un esfuerzo minucioso y cuidadoso, que tenga conocimiento profundo de la empresa, así como, de su sector, que a su vez realice un análisis exhaustivo del contexto en general.
Sin duda, es importante además saber reconocer su visibilidad, su autonomía, su posicionamiento, las relaciones existentes con los públicos, sus aliados y cualquier otro dato que facilite toda la información posible. Este análisis es necesario para poder tomar las decisiones más acertadas y desde ese punto de partida, reconocer los distintos escenarios, para después plantear una planificación estratégica que permita responder de forma predeterminada.
Igualmente, esto se debe hacer considerando no sólo los objetivos a corto plazo, sino además a lo largo del tiempo con el fin de adelantarnos y prevenir eso que puede afectar sus metas, propósitos e intereses tanto en lo inmediato como en el porvenir. Se debe tener presente que los diferentes asuntos concernientes al desenvolvimiento de la organización como sus recursos humanos, políticas, aspectos financieros, metas, no se pueden modificar improvisadamente o de forma inmediata, tienen que responder a un proceso.
La anticipación estratégica es una excelente respuesta para las empresas, ya que así pueden enfrentarse previamente a las distintas situaciones y correr el menor riesgo posible, lo cual representa un gran desafío para los líderes de las organizaciones. Está a disposición de quienes las encabezan y se realiza en base a una evaluación, para planear de manera acertada su futuro, aprovechando las oportunidades al tiempo que minimiza los inconvenientes.