Un país que ha caído en desgracia prolongada y tal parece que la destrucción continuara en manos de unos sicarios comunistas que desprecian al ser humano. Es el colapso de la salud, educación, alimentos, transportes, política. Etc. Es decir, una nación que ha colapsado pero que aún va a seguir en destrucción es una política que no tiene límites para lograr su objetivo que no es otro que el control pleno de los ciudadanos.

A pesar de que la tiranía que ejerce el chavismo no cuenta con el apoyo internacional, ellos continúan en el poder llevando a cabo sus desmanes, desórdenes, disturbios para alterar la tranquilidad de los venezolanos. Una tiranía terrorista, comunistas, mafiosa, una dirigencia política que aún concibe las elecciones y salidas pacificas como solución a la catástrofe y una ciudadanía muriendo de hambre, es un país que ha perdido su rumbo para convertirse en el infierno ideado por los comunistas.

Muchos advierten a la tiranía aumentos de sueldos, que mejore el sistema de salud, que arregle el problema del agua, medidas que nunca tomará porque son los causantes de todos estos males, es decir, protestar para que Maduro solucione algún problema es mendigarle al tirano, eso se traduce en humillarse al verdugo. Como todos sabemos, la desgracia que hoy vivimos los venezolanos obedece a una “política” aplicada en cada país donde se instala un sistema socialista-comunista. Mientras los venezolanos no entendamos la causa del problema, difícilmente vamos a surgir como una verdadera nación.

La protesta no debe ir enfocada en exigencias a Nicolás Maduro, ellos se regocijan en el sufriente de los ciudadanos, les fascina que los ciudadanos se humillen suplicando misericordia a través del agua, medicinas o comida. Cada ciudadano de manera individual debe asumir su cuota de responsabilidad y preguntarse qué debe hacer para salir de la catástrofe del comunismo. No podemos esperar que un líder político nos diga qué hacer para actuar en consecuencia por Venezuela.

Cada día se acrecientan los problemas porque es la estrategia usada por quienes secuestraron el poder en el país, crear caos, dolor, depresión, jugar con la angustia del ser humano, someterlo a la peor humillación para sobrevivir de modo que no tengas tiempo de protestar ni de pensar en libertad.

Estamos en el abismo es una destrucción de gran profundidad en el que no puede verse el fondo, pues cada día la situación es peor. Hoy estamos graves, pero mañana podremos estar peor, esa es la situación del venezolano. Una tragedia humana, económica, política, social.

Con Maduro en el poder y su sistema socialista solo se puede avizorar tristeza, muerte, dolor, llanto, migración y un país en ruinas. Un sistema que se ha adecuado para que el venezolano huya de su país, mientras otra parte se acostumbre y la minoría lucha. 

@juan_diaz12


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!