La oposición venezolana ha dado otra muestra de madurez, organización y conciencia ante las arremetidas de un régimen que pretende avanzar con su intención de construir una hegemonía total. Las primarias fueron una dura prueba para la disidencia democrática en el país. Aprobamos con notas sobresalientes.

En cuanto a la organización, se demostró que, a pesar del muy escaso tiempo y ante la carencia de recursos, se impuso la voluntad de la dirigencia democrática en todos los niveles, que sin grandes problemas internos logró concretar un proceso que se veía cuesta arriba.

También es importante resaltar la conciencia de la disidencia ciudadana que, a pesar de la frustración, supo reponerse y participar. El voto espontáneo fue mayoría porque la gente salió de sus casas a sufragar por el candidato de su preferencia. La jornada del 10S fue un día de civismo y alegría para quienes desean un cambio en el país.

La madurez también es otro signo que existe y que debe profundizarse en estos momentos. Es la hora de la verdadera unidad entre quienes integramos la disidencia democrática. No es el momento para los cálculos políticos, porque al final la calculadora te la puede expropiar el régimen que está tras la pista del más mínimo error que podamos cometer.

En política se gana y se pierde. Pero el país no puede seguir perdiendo. Por eso se requiere que los no ganadores se unan a los ganadores con el fin de propinar una estruendosa derrota a los candidatos del gobierno. Tenemos que demostrar de nuevo dónde está la mayoría.

Pero esa madurez no solo debe exhibirse a nivel de los partidos y su dirigencia, sino también del ciudadano. En las elecciones regionales la participación debe ser masiva, porque el gobierno juega a la abstención. No podemos pisar las trampas que pone el régimen.

La unidad salió fortalecida de las primarias del 10S. Para los ganadores es momento de llamar a todos los factores y así continuar la lucha por el cambio. Los no ganadores deben hacer una correcta lectura de lo ocurrido, sumarse a la campaña unitaria y así seguir la lucha por el cambio. Apostemos por la unidad.


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