El largo camino hacia la unidad
Mientras Juan Guaidó asume el proceso de convocatoria de primarias en el núcleo opositor, como un rayo de luz en la oportunidad de cohesionar a toda la oposición y construir una fuerza unitaria contra la dictadura, un sector en lo más arraigado de los viejos partidos opositores conspiran contra su creciente y constante liderazgo.
La unidad es un elemento imprescindible para conquistar la democracia en Venezuela, penosamente se ha convertido en un aspecto realmente abstracto, en el marco de las ambiciones de los cuerpos políticos opositores, que llenan de oscurantismos e imprecisiones los momentos donde se deben comportar como un bloque sólido, que en consecuencia derrote a la actual dictadura y provoque el nuevo amanecer de la nación, significando el cambio del curso de nuestra historia reciente.
Es hora de evaluar pormenorizadamente las conductas esgrimidas por quienes se atribuyen absolutamente el liderazgo del país, sin embargo su conducta es diametralmente opuesta al bienestar común de todos los ciudadanos, quienes fragmenten y decididamente abonen la confrontación y la división jamás serán un factor a considerar a al momento de establecer el inicio de un periodo que debe ser diferente porque representará la fecundidad de los objetivos trazados desde hace mucho, y la evolución de la forma, y métodos de relacionarse, porque de ello depende no solo el liderazgo individual de un determinado dirigente, o las cuotas de los diferentes partidos políticos, sino que la quintaescencia se palpe por si sola en la oportunidad de valorar los sacrificios y la deposición de intereses por la construcción de escenarios superiores donde estén realmente representados los valores democráticos, que el país ansía desesperadamente, para ello cada quien deberá realizar su propia introspección y demostrar sinceramente que aporta para la conquista de la democracia, pero de allí se reflejará su utilidad o inutilidad en este momento histórico, y la necesidad de decantar cada día va en aumento.
La vorágine de resentimientos en la conducta y manifestaciones de los distintos factores políticos ha sido vergonzosa los últimos años, de ahí buena parte del cuestionamiento social, y la responsabilidad de la inestable conducción del liderazgo nacional, desconocer o soslayar esta realidad es condenarnos a repetirla en un momento donde la nación no resiste más experimentos, el llamado entonces debe centrarse en la valoración y respeto de todos los dirigentes de bien, al encuentro sincero y la superación de obstáculos en conjunto, al reconocimiento de quien lucha por los mismos objetivos, alcanzar la unidad debe en principio reflejar el punto de inflexión del liderazgo opositor, donde el desprendimiento de ambiciones por consagrar el objetivo central es de por si un desafío superado, en procura del bienestar de la sociedad.
En razón de la pluralidad de perspectivas, todo el cuerpo opositor tendrá que adoptar una postura diferente si desea avanzar con la bendición y sobre todo con la confianza de los ciudadanos, de ello la necesidad de un gran pacto político, un pacto de respeto, de integridad de todos los factores intervinientes y sobre todo un pacto que garantice mas allá de la coyuntura de las primarias, la gobernabilidad y la estabilización del país en medio del mar de diferencias existentes.
Pacto por la libertad y la democracia
El eje transversal de esta propuesta, sin duda es la unidad, para ello se tendrá que establecer acuerdos tempranos, el hecho de consolidar una fecha para la realización de elecciones primarias en el cuerpo opositor es fundamental pero no lo es todo, el resultado de este proceso sin dudas esta revestido de importancia, pero a la par se deben garantizar suficientes herramientas de coordinación que garanticen el respeto y la construcción de narrativas en común que no laceren más las ya afectadas relaciones entre todos dirigentes. Avizorando el horizonte de las primarias, con el ecosistema hartamente conocido, el cuerpo opositor debe destinar mucho tiempo para el debate, para la evaluación de cada coyuntura que pueda presentarse, el dialogo permanente será vital para mantenerse en unidad y respetar este principio que obliga el parto de la nueva Venezuela.
Frente a las pretensiones de cambio seguirá el sistema dictatorial, destructor de un país, que ha provocado que más de 7 millones de venezolanos huyan en la búsqueda de futuro, el mismo sistema que ha torturado y asesinado a centenares de personas, dirigentes políticos, periodistas, militares, la cruel dictadura que se las ingenia a través de su poder económico y aparato represivo para descomponer y envilecer cada día todos los sectores de la sociedad, en lo comprendido que son los reyes del caos y la destrucción.
Ante esa realidad latente, solo le queda a la dirigencia política llamada a liderizar el país en estas horas aciagas, la firme e indeclinable voluntad de construir una unidad que sobrepase todas esas pretensiones e empinada sobre los errores del ayer, logre vencer la oscuridad, será un pecado desaprovechar esta oportunidad, por simples y mezquinas ambiciones de orden personal, que jamás deben colocarse por encima de las necesidades de todo un pueblo.
@jufraga12