El desgobierno llama apología del terrorismo a la resistencia al terror, olvidando que el tinglado de esta farsa de la asamblea nacional constituyente se ha montado expresamente para estabilizarlo. No había otro medio mejor para continuar el chavismo. Esta continuidad que desgobierna a Venezuela desde hace ya 20 años es un proceso ascendente de monopolización de la violencia aterradora del Estado (del Estado, por el Estado y para el Estado), esto es la definición misma del fascismo-comunismo que reina en Venezuela, desgobernándola desde el continuado asalto del poder liderado por el “caudillo de agua dulce”, como denominaba mi abuelo materno a los falsos caudillos, con elecciones amañadas que si fueran libres y pulcras hubiera un ventarrón que los barriese de la faz del paisaje político.

Ningún venezolano ha olvidado aquella espectacular agonía del presunto caudillo, espantosamente aterradora que en la realidad política que le sucede se refleja y prolonga infinitamente para aterrorizarnos, y que por el fantasma amenazador, evocado con “Chávez vive”, de un golpe de fuerza militar, aunque inverosímil, que apoya elecciones ilegales convocadas por un parapeto constitucional de las cuales brota un “presidente” ilegal, no legítimo, puesto que no emana de elecciones libres y transparentes, pero sí logra, con el apoyo cómplice de MUD, su continuidad aterradora.

Estos 5 años han hecho más daño a los venezolanos que los 15, que ya es mucho decir, del “caudillo sin caudillaje”, al que algunos admiran hipócritamente, por dividendos políticos y otros por ignorancia, como a los bíblicos dioses de sal.

Recordemos cómo se ha constituido y reconstituido la continuación agonizante del terror de Estado chavista. Recordemos desde su principio la herencia de terrores políticos que se repartían entre los herederos del golpista muerto, sus continuadores obligados y la debilidad de la pretendida oposición en desenmascararlo. Desde un principio hubo indecoroso consenso para renunciar a la ruptura, diciendo “solo tenemos votos”, y dar paso a la continuidad destructora del país que con el pretexto de su impotencia, ceguera política, la MUD se convirtió en la mejor colaboradora, digamos cómplice, de la trampa y de la impostura política estabilizadora. Estos cinco años agonizantes lo son para quienes siguen peleando por la democracia, la libertad, no para quienes ya son muertos políticos por su entreguismo al desgobierno y conformismo con la destrucción nacional.

Ahora bien, ante la conducta de lograr con sus políticas los efectos de una guerra desoladora del país, ¿cómo puede exigirse la paz en medio de la continuidad política que desencaja la sociedad? ¿Cómo pueden la corrupción, el saqueo de los recursos generar la paz? ¿Cómo puede afluir la paz de instituciones destruidas? ¿Cómo puede lograrse la paz si la dictadura se empeña en mantener cientos de presos políticos y miles de venezolanos cercenados de sus derechos políticos? ¿Cómo puede brotar la paz de la terquedad en mantener y profundizar la crisis humanitaria? ¿Cómo puede haber paz si el desgobierno insiste en sus políticas represivas y terroristas? ¿Acaso la paz se logra porque la MUD se pliegue a la dictadura a la par que se sufren las consecuencias de un país que se detuvo, más bien retrocede, en su trayectoria de progreso?

Según la célebre expresión de Spinoza, todo lo que vive tiende a “perseverar en su ser”; esto es: “la conducta biológica” de todas las especies, incluso las que constituyen el “reino social”, es decir, el dominio de las ciencias humanas, está esencialmente condicionada por la preocupación de preservar su vida y la de sus descendientes. Consciente o inconscientemente, el instinto de conservación es el prioritario. Todo lo que vive tiene miedo.

Muchos científicos han constatado que el primer sentimiento manifestado por el recién nacido es el miedo, perceptible desde el segundo día después de nacer. El ser viviente se comporta y cuando se trata de seres humanos se piensa como siempre rodeado de peligros. Y esto es lo que en el fondo perciben los venezolanos del gobierno comunista, mejor dicho, que representa fuerzas y seres hostiles cuya acción e inacción tienden al desasosiego, terror, a destruir la vida, a reducir su dinamismo y a disociar los elementos constitutivos de la sociedad venezolana, por lo cual cunde el miedo como sentimiento colectivo provocado por el desgobierno socialista. Evidentemente, en estas condiciones es imposible atisbar la paz.

[email protected]

@psconderegardiz


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!