Muchos advierten que la solución para Venezuela se resuelve con la salida de Nicolás Maduro y su entorno, porque según ellos la miseria que vive la nación es debido a la corrupción del “gobierno”, así lo califica gran parte de la dirigencia que se hace llamar “oposición”. Desde luego, omiten mencionar el sistema, socialismo del siglo XXI, la razón es muy simple: pues ellos pertenecen a la internacional socialista y, como es bien sabido, ellos creen en esas políticas de “igualdad”; lo han alertado en diferentes alocuciones, que en Venezuela no hay verdadero socialismo sino un “capitalismo de Estado” colocan como ejemplo a Lula da Silva.

Corrupción hay en todos los países del mundo, y a pesar de ello en estos países sus ciudadanos no meren de hambre, de modo que afirmar que la destrucción del país obedece a “políticos” corruptos es una falacia que nos quieren hacer ver para proteger el sistema.

Es el socialismo la raíz del problema, de allí derivan todos los males que padecemos, desde corrupción hasta narcotráfico, censura, represión, hambre, torturas, delincuencia, inflación, porque el socialismo solo busca la igualdad, pero en la pobreza, todos sometidos al sistema, como ha ocurrido en Cuba.

En socialismo se han cometido los crímenes más perversos de la humanidad, se han tejido los planes macabros para aniquilar a ciudadanos y desfalcar un país apropiándose de tierras, empresas y el dinero de los ciudadanos.

El cambio realmente se hará efectivo cuando toda la ciudadanía entienda cuál es el problema real y quiénes fomentan la continuidad de ese sistema a través del falsas electorales, cuando ese momento llegue todo el país entrará en desobediencia no solo desconociendo la tiranía, sino también a sus aliados disfrazados de opositores.

No podemos pretender que vamos a salir del socialismo-comunismo con políticos que tienen ideas similares pero moderadas; es inútil pensar que acudiendo a los llamados del régimen vamos a lograr un cambio significativo para la nación. Bien lo decía Ayn Rand: «No hay diferencia entre comunismo y socialismo, excepto en la manera de conseguir el mismo objetivo final: el comunismo propone esclavizar al hombre mediante la fuerza; el socialismo, mediante el voto. Es la misma diferencia que hay entre asesinato y suicidio».

Los venezolanos no contamos con esa dirigencia política que despotrica del capitalismo y enaltecen el Estado paternal por medio de la “justicia social” acusando a aquellos venezolanos que nos oponemos de manera tajante al sistema de “ultraderecha”, expresión usada por la izquierda. Si es socialista es parte del problema y no puede tener poder en la nueva Venezuela, porque van contra libertad, propiedad y vida.

La única justicia que pedimos los venezolanos es ante la ley, que los criminales que han cometidos crimines y saqueado la nación paguen por sus desmanes; lo demás es demagogia populista.


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