El socialismo no es otra cosa que el tránsito al comunismo, el cual puede ser a través de dos vías. En primer lugar, tenemos la mal llamada “revolución” promovida por la izquierda a ultranza, con la que el comunismo se instala en poco tiempo; en segundo lugar, tenemos la “socialdemocracia”, lo que ellos denominan el “Estado social”, sistema con el cual el proceso es más lento y es promovido por la izquierda dócil, pero su objetivo final es el socialismo. Socialismo que a la final derivará en comunismo.
El socialismo-comunismo arruinó países desde 1917. Su objetivo es la destrucción plena del individuo, una ideología criminal que acumula más de 100 millones de asesinados. Hoy Venezuela es el claro ejemplo de lo que es un socialismo-comunismo perfecto. Es un sistema arraigado en el ADN de los ciudadanos de este continente (Latinoamérica). Los jóvenes tenemos que estar en lucha constante de ideas a través de la educación para liberar a las nuevas generaciones de esa enfermedad terminal llamada socialismo, que nos persigue por generaciones.
Cuando un líder político te hable de “justicia social”, de los derechos para todas las personas, huye porque en el fondo de ese ser se esconde un ciudadano resentido, socialista y profundamente comunista. Solo podemos encontrar una diferencia entre comunismo-socialismo, el socialismo socializa la pobreza y el comunismo generaliza la miseria. Chávez se encargó de socializar la pobreza, fue el precursor de toda miseria que hoy vive Venezuela; Maduro, por otro lado, generalizó la pobreza siendo este un comunista más radical que el anterior.
Los jóvenes que hoy se inspiran en la izquierda porque ellos promueven la “justicia social” no entienden que es una estafa de políticos corruptos-criminales para engañar a los pobres e ingenuos. Tal cosa no existe, por la simple razón de que en este mundo siempre va a existir la desigualdad entre los ricos y los pobres, estudiados y no estudiados. Yo soy partidario de la visión de Friedrich Hayek, que demostró que la ley debe estar al servicio de la libertad.
Clases políticas inspiradas en el manifiesto comunista han tratado de hacernos ver que hay una vida “democrática socialista”, pero al final terminan siendo tiranías comunistas que destruyen no solo países sino la vida de personas, de modo que el socialismo es el pasillo que nos conduce al comunismo sin piedad y radical, es la culminación de una “revolución” para instalar su sistema criminal perverso. El hambre, la miseria y la muerte son las principales consignas de este sistema, no en vano inspiraron en Cuba-Venezuela la frase “patria, socialismo o muerte”.
El libro negro del comunismo: crímenes, terror y represión se refiere fundamentalmente a las acciones de Estados comunistas. Hoy tenemos unos comunistas que han evolucionado a lo largo de su historia, hoy día se hacen llamar socialdemocracias, internacional socialista, defensores de derechos humanos, pero en el fondo están inspirados en pensamientos de la izquierda, izquierda que al final se traduce en socialismo, socialismo que termina siendo comunismo. Tenemos una gran oportunidad para erradicar este mal y para ellos debemos educarnos y utilizar la tecnología. Un ciudadano empoderado es un seguidor menos de la izquierda.
@Juan_diaz12