Yace aquí el cadáver de la República de Bolivariana de Venezuela, sepultada por el triste enterrador de esta comarca, Maikel Moreno, presidente de la Sala Constitucional de un TSJ ilegítimo. El acto ocurrió el pasado 10 de enero, a las 12:20 pm (hora local), durante la juramentación ilícita de Nicolás Maduro como presidente la República, en adelante un presidente de facto, es decir, de hecho y no de derecho. En consecuencia, ningún venezolano que se precie de tal gentilicio debe reconocer a Maduro como primer mandatario de Venezuela. Reconocer a este señor, que se apoderó del poder por la fuerza, única ley que rige en este país, sumido en la miseria por quienes lo gobiernan, con Maduro a la cabeza, es traicionar los altos ideales de los fundadores de la República, asesinada, sí, pero no sus pobladores, su pueblo y su fuerza. Se afincó el despotismo. La soberanía popular fue abolida.

Ya conocemos la reacción de los principales países del mundo y la resolución de la OEA, adoptada el mismo 10 de enero: desconocer a Maduro. Ahora bien, es una necesidad vital que la fraccionada oposición entienda de una vez por todas que todos los venezolanos tenemos un enemigo común: Maduro y su alto gobierno. A estos “actores” no les interesa Venezuela, solo los mueve la perpetuación en el poder, pues es su método para enriquecerse como una inmensa chinche que le chupa la sangre a este infortunado país y sus habitantes, condenados a la miseria, sin remedio. Y a los más de 3 millones de compatriotas que han emigrado a otros países en busca de una vida que su propia tierra no les da, pues está empotrado en su vientre un Estado fallido y forajido, un Estado mafioso.

¿Qué podemos hacer? No rendirse, como dijo Guaidó, y recordar que mientras hay vida hay esperanza. Gritarle al régimen, desde el último rincón de nuestras vidas, que “los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, como nos enseñó en 1664 Pierre Corneille, que escribió «les gens que vous tuez se portent assez bien«. Los versos de la comedia Le menteur llegaron al español como «los muertos que vos matáis gozan de buena salud», más tarde atribuidos por error a José Zorrilla (Don Juan Tenorio, marzo 1844).  Una pista nos la da The Washington Post, cuando publicó esta información: “De acuerdo con un funcionario de inteligencia de Estados Unidos que habló bajo la condición de anonimato para hacerlo libremente sobre temas delicados, el ministro de Defensa de Maduro, Vladimir Padrino López, le dijo al presidente el mes pasado que dimita o acepte su renuncia, una amenaza por la que aún no ha actuado”, firmada por Rachelle Krygiman y Anthony Faiola, el 9 de enero a las 12:48 pm.

Sugiero esta ruta: identificado el enemigo principal y común, iniciar una composición de las fuerzas que quieren un cambio, en una sola gran fuerza que apunte hacia un nuevo gobierno asentado sobre un programa mínimo consensuado de transición. Objetivo: restablecer las instituciones destruidas y secuestradas, para reflotar la economía y retomar la senda del desarrollo de las capacidades que llevan a la autonomía de las personas para que sean realmente libres. En tres palabras, al desarrollo humano sostenible.

Inspirado en un memorable ensayo de Michael Penfold, titulado “Venezuela después del 10-E”, publicado en el blog Prodavinci el 8 de enero de 2019, propongo estos tramos: articular las cinco fracciones de la AN para que tomen la decisión de nombrar un presidente temporal, convergencia entre el Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL) y el Frente de Entendimiento Nacional (FEN) para conformar, junto con las ONG por el cambio, una sola gran fuerza que debata y acuerde el programa mínimo de transición con el chavismo no madurista, primero , y luego, con el madurista. En seguida, acercarse a los militares, a su alto mando, consciente de que son el alfiler que sostiene a Maduro; seguramente tienen in pectore la certeza de que la FAN está bajamente acreditada como una institución que, a partir de 1958, se apegaba a la legitimidad de origen del presidente de la República. Y relegitimarse nacional, regional e internacionalmente como garantes de la democracia, dándole así validez al artículo 328 de la Constitución, de 1999.

¿Cuál es el  nudo gordiano que hay que cortar? El formado por los vínculos de Maduro con Cuba y, tras la isla, China  y Rusia. Estos dos grandes países ¿están dispuestos a arriesgar una guerra con Estados Unidos y sus aliados de la OTAN? Estoy convencido de que cambiarían a Maduro por un gobierno de transición que no repudie la ilegal deuda y los compromisos ilegítimos hechos por Maduro, y el mismo Hugo Chávez. La salida de Maduro abre una gran brecha para la reconciliación nacional, reemprender el desarrollo y normalizar las muy importantes relaciones internacionales, en este mundo definitivamente globalizado, gústenos  o no. China  y Rusia son países que hicieron la transición al capitalismo, con resultados que jamás les dio el socialismo de Estado que practicaban. Y Venezuela dejará de ser sospechosa de terrorismo y narcotráfico. ¡Un juego de ganar-ganar!

Termino copiando el párrafo final del citado ensayo de Michael Penfold: “El cambio político tampoco es imposible. Las presiones serán enormes para buscar alguna salida negociada, sobre todo si las sanciones internacionales petroleras terminan de escalar. Pero ese proceso dependerá de una dinámica compleja en un país que va a quedar cada vez más aislado y en el que muchos grupos de diversos orígenes buscarán cooperar para tratar de salir de la situación en la que estamos postrados. Para poder llevar adelante este proceso, se va a requerir de un gran sentido de responsabilidad política, algo que hasta ahora ha estado ausente tanto en el seno de la oposición como del chavismo”.

No propongo, pues, un mundo de dioses, solo un planeta una tierra con hombres de buena voluntad de paz, deseosos  y capaces de resolver institucional y diplomáticamente conflictos que son consubstanciales en todas las sociedades. Sociedades obradas por individuos autónomos, verdaderos depositarios de la soberanía popular. Y  que todos los dioses nos iluminen, orienten y protejan.

Oiga a Fernando del Rincón, CNN: https://www.youtube.com/watch?v=qNJfS-HPcNc&feature=push-u-sub&attr_tag=GKG2AtBnd7Si3wRC%3A6

Maikel Moreno en la juramentación, ¿olvido o miedo? Véalo: http://www.el-nacional.com/videos/entretenimiento/maikel-moreno-enredo-juramentacion-maduro_114244


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