En este lugar geométrico del planeta llamado Venezuela, están sucediendo acontecimientos muy importantes y, por qué no decirlo, muy especiales, por lo poco usual en su historia, pero hay que resaltar que los pueblos en el mundo, y así lo relata la historia, necesitan de experiencias difíciles para tomar conciencia de qué es lo mejor y más fructífero en el futuro. Y, como ejemplo, podemos ver los grandes imperios en la Antigüedad, cuando caen en desmanes, se resquebrajan y desaparecen. Debemos leer el mensaje que nos dejaron esos acontecimientos para corregirlos en el presente. También es importante resaltar que el hombre es el único ser en la naturaleza que tropieza con la misma piedra más de una vez. El afán de poder lo envilece y lo vela para ver los errores.

Escuchando una conferencia de un gran estudioso iniciático, en Caracas, el Q. H. Carlos Díaz, Hno. y amigo, sobre algunos aspectos políticos emanados de los estudios masónicos, resaltaba algunos puntos en las relaciones internacionales desde el punto de vista de libertad, igualdad y fraternidad. En principio, debemos aclarar que los seres humanos no somos iguales, ni pueden serlo en el sentido material. Somos distintos orgánicamente, en resistencia física, en carácter, experiencias, capacidad mental, en comprensión, en iniciativas, habilidad creativa y en percepción espiritual. Somos iguales en espíritu, aunque no en valores materiales. La igualdad absoluta es única y exclusivamente atributo del espíritu.

El universo tiene leyes inexorables de aplicación estrictamente igual y estamos sujetos a las mismas leyes de la vida. Esta realidad masónicamente se expresa el masón se encuentra con los demás HH. Sobre el nivel de la igualdad. Es la primera lección que recibe al iniciarse: en logia desaparecen los títulos y la posición social que ostenten en el mundo profano. Ante los HH. El venerable maestro es el más igual entre los iguales. Como dijo Aristóteles: La justicia solo puede ser igual entre los iguales y no al contrario. Aplicar igualdad entre los desiguales es faltar al espíritu y a la forma más elemental de la justicia. Lo único que tiene valor, es el monto del progreso en el trabajo grupal hacia la luz. En los seres humanos existe igualdad de objetivos, es inalterable y constituye una realidad presente. Todos nos encontramos en el mismo camino evolutivo.

La fraternidad es la característica de la masonería, es un principio ético. La fraternidad es una manifestación del amor masónico, y no se da si no es sincera y no se siente realizada internamente. De lo que se trata, no es conceptuar los valores de la libertad, igualdad y fraternidad, sino de enfocarlos desde el punto de vista masónico de las relaciones internacionales. ¿Qué significan los derechos humanos, la dignidad y la libertad?

La dignidad humana y la libertad están estrechamente vinculadas. No existe la una sin la otra. Podemos decir que no existe libertad sin el respeto humano. En París, en el año de 1948, se redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y se basaron en la aspiración más profunda que se puede decir acerca de la persona: la libertad, la justicia y la paz en el mundo. Tiene por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca de todos los miembros de la familia humana. Con ello sentenciaron que solo habrá verdadera armonía, cuando todos reconozcamos y respetemos la dignidad de los seres humanos, porque la dignidad está vinculada al concepto de valor.

Los valores más especiales son aquellos que están en nuestra realidad más íntima y profunda. Esos valores los llamamos «derechos y deberes humanos», los cuales nos permiten ser considerados como ciudadanos. Es por este motivo, que una «persona» se define como:»Un ser de valores y un sujeto de derechos y de deberes», es decir, un ser «digno». Ósculo de paz.

(Continuará).


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