La masonería nace de los antiguos constructores medievales de catedrales y construcciones sagradas. El medio que utilizaban para impartir las enseñanzas eran los símbolos. Nada ha cambiado. La masonería es una herramienta perfecta para el crecimiento personal, desarrollar la tolerancia y el respeto a la dignidad humana. Tiene pilares tan sólidos como la libertad y la ética. Impulsa la perseverancia y la disciplina, el silencio y la meditación. La escuadra y el compás son las figuras más conocidas de la masonería en el mundo profano, pero masónicamente su significado es mucho más profundo, como lo veremos seguidamente.

La escuadra y el compás corresponden manifiestamente al círculo y al cuadrado, geométricamente representan el cielo y la tierra. La escuadra es el símbolo de la rectitud y el compás representa la justicia. Cuando el compás se presenta sobre la escuadra simboliza que el espíritu predomina sobre la materia. Desde el punto de vista profano, el compás y la escuadra son instrumentos propios para la arquitectura y el diseño. La escuadra es un instrumento que se compone de dos reglas perpendiculares. El compás es un instrumento de dibujo para trazar arcos de circunferencias y tomar distancias entre dos puntos.

Desde el ángulo masónico, estos símbolos se definen así: La escuadra es un símbolo trascendente que nos brinda un cúmulo de conocimientos. Viene del latín «exquadrare», o sea la mitad de un cuadrado, cuya raíz es «cuadros» que significa cuadrado perfecto. Es tan antiguo como la misma masonería. Contiene bellas lecciones científicas y muy bellas lecciones morales. Se le considera el símbolo de fraternidad, sinceridad, lealtad y rectitud. Representa la equidad. Sus dos brazos representan la «razón y la justicia», y el ángulo representa la conciencia humana. Representan los deberes y derechos del ser humano instruido. También la escuadra con sus dos brazos rectangulados son la vertical y la horizontal, que también simbólicamente representan el cielo y la tierra. También representan estos dos brazos de la escuadra la unión de la plomada y el nivel. El compás, abierto a 90 grados, indica que no puede superar el límite de la manifestación y por eso mismo el equilibrio entre sus dos brazos, y a 45 grados sugiere el equilibrio entre fuerzas antitéticas, situadas en manera dinámica y constructiva. El compás con sus brazos abiertos simboliza el trabajo material e intelectual. Significa evolución. Es el emblema de la geometría y la astronomía, mide las angulaciones de la tierra y el cielo y permite insertarse en los secretos de ambos mundos. El compás es el símbolo de la unidad natural o sea la causa, el origen y el efecto, cuya acción viviente fecunda el germen para lograr la reproducción de todos los seres y las cosas.

El compás es la ética masónica. El compás arriba y la escuadra abajo, uno sobre el otro, forma una estrella que es el símbolo del hombre regenerado, y así forman la gran triada. El maestro masón se encuentra entre la escuadra y el compás, entre el cielo y la tierra. Es el ser humano verdadero, que ha caminado por el sendero de los «pequeños misterios» hasta su maestría, donde comienza el sendero de los «grandes misterios».

Cuando el masón realiza de corazón su arte real, se encuentra entre la escuadra y el compás, en el verdadero equilibrio de su ego. Finalmente, el ser humano regenerado, en el árbol de la vida de la Cábala, se encuentra entre las dos columnas: misericordia y severidad, en la columna del centro, la del equilibrio.


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