Reflexionar sobre el silencio es uno de los temas más agradables del sendero Iniciático, y a la ves es un tema obligatorio, porque, no hay espiritualidad sin silencio. Alcanzar el silencio interno es el prerrequisito para todas las cosas que queremos comprender. Es importante hablar poco, estar callado, para controlar la mente. Es posible que el ser humano primitivo haya tenida un estado de conciencia más elevado, que le permitía tener contacto con la Divinidad en su silencio interior, y esto puede ser posible, porque no estaba contaminado con dogmas y fanatismo. El conocimiento silencioso es una faceta propia de los que meditan. No es fácil adquirir conocimiento mediante el silencio, pero es el más directo que se puede recibir al vibrar a los niveles de las vibraciones superiores. El conocimiento silencioso es el estado de conciencia más elevado que se puede adquirir en este plano, no es de la mente o el intelecto, es en la profundidad de nuestro ser interior, de nuestro propio origen, nuestro Ser Superior. Todo ser humano tiene la oportunidad de vibrar a los niveles de vibraciones superiores, lo difícil está en condicionar la mente y el intelecto para que nos permita realizarlo. El que domina la mente, domina la naturaleza. El conocimiento silencioso te predispone a sentir y observar al Universo sentir como fluyen las energías del Universo, esas impresionantes vibraciones que es el mismo G.A.D.U. que sostiene el Universo. Cuando se posee el conocimiento silencioso, y se desea transmitirlo, en ese momento, no es la persona la que habla, es su ser interno que contiene el conocimiento silencioso. Este conocimiento es incomprensible para el ser humano común, porque es metafísico, está más allá de lo físico, este conocimiento no es de este plano y dimensión. Con la conciencia abierta, la presencia de la Creación se ve tal como es en el estado primigenio. Transmitir este conocimiento, no es voluntario para quien lo posee, debe haber un condicionamiento entre los presentes para que fluya. El estado de un conocimiento silencioso es un estado donde se tiene una percepción libre de dogmas, pensamientos, fanatismo, hipocresía, de desapego y desprendimiento, donde la razón no tiene sus características funciones. Este estado, hace percibir la infinitud del Universo en una sola meditación, y somos como espectadores del Universo, en un estado de plenitud espiritual. El Universo es imposible percibirlo con la mente y la razón, y nuestro objetivo no es percibirlo así, es mirarlo en nuestro silencio interior. Cuando la ciencia me dice, que el planeta más cercano a la tierra, es Marte, y está a seis meses de distancia a una velocidad de 350.000 kilómetros por hora, y que hay estrellas a millones de años de distancia a la velocidad de la luz, mi mente no está capacitada para razonar y superar esas distancias, lo que alcanzamos a razonar es que existen túneles del tiempo en el cual se puede trasladar en segundos a largas distancias u otras dimensiones. Por ahora esto es utópico. Repito, el conocimiento silencioso está más allá de la razón: es misterioso e inescrutable. Este conocimiento es indispensable  para llegar alcanzar el “Silencio Interno” donde habita nuestro Ser Superior, y percibir la “Energía que sustenta el Universo”, se conecta a ella y recibes la sabiduría del Creador. ¿Cómo lograr llegar al silencio interno?, no se decreta ni se intenta, solo empieza a practicar la meditación. No tiene un tiempo y espacio, solo medita. En el mundo moderno estamos supeditados a leyes, programas, manuales para todo lo que se quiera realizar, la meditación escapa a los instrumentos físicos, está más allá de lo físico. Los rituales, son solo instrumentos como para ayudarte a enfocarte en el propósito. Las encantaciones de las palabras, normas, manuales es un retroceso para la meditación, solo es una distracción. Las vibraciones de las energías superiores son como un recipiente gigante, donde la meditación crea ductos conectados a ese Gran Recipiente, por medio de los cuales recibes lo que tienes que recibir de esa Gran Sabiduría y transmitirla al mundo profano, con palabras sencillas, como lo hicieron los Grandes Avatares. No me he podido explicar, porque el ser humano recogió los mensajes e instrucciones de los Grandes Avatares, los convirtieron en religiones, los interpretaron a su manera y los complicaron de tal forma, que se convirtieron en dogmas y fanatismo, creando a la ves divisiones de los seres humanos en nombre de Dios, y en estas complicaciones se inventó un Dios antropomorfo, con todas las bajas pasiones y debilidades del género humano, y todo en nombre del amor de Dios. Hasta que el ser humano no se alinee por el verdadero sendero de los mensajes de sabiduría, y “comprenda” que el Creador está dentro de nosotros mismos, dentro de cada elemento de la naturaleza, hasta en el mas ínfimo granito de polvo que compone la naturaleza del Universo, y que deje de creer en un Dios, el cual no busca que creamos en él, Él existió, Él existe y Él existirá por siempre, esta Gran Energía del Universo  es para “Comprenderla”, y que está dentro de nosotros mismos. Esto se repetirá, y se repetirá, y se repetirá hasta que el ser humano abra conciencia y Comprenda que de donde viene, está dentro de sí mismo.

 

 


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