Los antiguos investigadores del sendero espiritual, que nos aventajan en gran sabiduría, ya habían percibido que nuestro cuerpo físico no es solamente lo que aparenta mostrar, está compuesto por siete cuerpos, aunque la ciencia no los investiga, con algunas excepciones, dividieron en dos partes los siete cuerpos que debemos tener: Triada Superior o parte espiritual (Atma – Budhi – Manas ) y Cuaternario Inferior o mortal, el Yo o el Ego (Kama-Manas, psique o cuerpo mental – emocional o astral, o Linga Sharira – Prana o Cuerpo Vital – Físico o Stula Sharira). Estos cuerpos están unidos y coordinados en nuestro ser por medio del hilo llamado de “Plata “, y son inseparables, a excepción cuando ocurre la muerte, se rompe el hilo de Plata. Las diferentes escuelas filosóficas y esotéricas, al “Cuerpo Vital” lo reconocen con varias denominaciones, entre ellas tenemos que la Teosofía lo identifica como “Cuerpo Eterice” (Atherleib o Cuerpo de Vida) o energético. Hay otros nombres como “Cuerpo Sutil”, e incluso lo identifican otras con el “Aura Humana”. Su relación con el “Cuerpo Físico” es muy estrecha, le da la vitalidad para manifestarse el Espíritu Humano. Es prudente decir, que el “Cuerpo Vital” también está sobreentendido en todos los seres vivos de la Creación, y cada uno lo manifiesta de acuerdo a las vibraciones energéticas de cada uno; cuando vivimos en armonía con la naturaleza, estamos cuidando nuestro Cuerpo Etérico, y de ahí depende nuestra calidad  de vida física. Es distinto a la realidad material física. El Cuerpo Vital o Etérico, para mantenerlo limpio y llevar una vida sana se debe practicar: Vida limpia, mente abierta, corazón puro, sin prejuicios, buena relación con nuestros congéneres o una buena fraternidad.

El Cuerpo Físico está formado por dos aspectos: uno denso, físico, y el otro es un Cuerpo Etérico, y ambos funcionan en el plano físico,  y solo separados cuando ocurre la mal llamada muerte. En el plano físico, los cuerpos tienen dos cualidades en su presentación: Forma y Substancia. La forma es la que percibimos por los sentidos, y la Substancia es de la que está hecha la forma y que hace parte de todo el Universo y lo contiene todo. Es la verdadera forma que conforma todos los cuerpos físicos. Ahora bien, esta Forma y Substancia es reconocida por los científicos como una expresión energética, y que de acuerdo a su estado vibratorio tiene diferentes formas en el Universo.  Se reconoce que la energía vibratoria más alta en el Universo es la del G.A.D.U. o Dios, y a esta Gran Energía que debemos elevar nuestras vibraciones para conectarnos con ella y recibir su sabiduría y conocimiento. “El Cuerpo Etérico o Vital” está compuesto de esta energía, y es por esto que debemos de mantenerla limpia de toda clase de prejuicios, hipocresías, fanatismos practicando el desapego y desprendimiento. No existe en el Universo que no posea un Cuerpo Etérico o Vital para que controle el “Cuerpo Físico”. Este Cuerpo Vital es la región superior del Cuerpo Físico, sostiene todas sus funciones, pues ningún órgano, ni átomos, fenómenos químicos, fisiológicos y biológicos puede podría funcionar sin la energía de este Cuerpo. Los “Nadis” (los Ayurveda y el Yoga) son canales o tubos del “Cuerpo Sutil” atraves de los cuales fluye la energía al “Cuerpo Físico” y controlarlo, en todos los planos, no importando lo elevado que sea.

Esta energía está sujeta al estado de evolución o nivel del estado de conciencia espiritual, la transportan los Nadis al sistema nervioso externo. El Aura del Cuerpo Físico, es parte de la energía  Vital, por medio del cual se manifiestan ciertos estados de ánimo e incluso de elevada vida espiritual. El Cuerpo Vital es responsable por la estabilidad del Cuerpo físico, le da lucidez. Cuando llega la hora del sueño, nuestro espíritu sale del cuerpo en forma astral, viajando por las dimensiones espaciales o buscando Maestros de Sabiduría, cuando esto ocurre, el Cuerpo Físico queda con vida, protegido por el Cuerpo Vital o Etérico. Si violentamos nuestra naturaleza, enfermamos. Cuando uno nace, el médico separa al bebé de la madre, es un grave error: él bebe necesita del Cuerpo Vital, del aura de su madre en sus comienzos de vida para recargar su propio Cuerpo Etérico, que antes estaba sometido al de su madre, y así poder formar en el futuro su Cuerpo Físico. Ignoran, que el bebé lejos del Cuerpo Vital de su madre puede morir. Solo observemos como los animales protegen con su cuerpo al ser que le dan vida. El Cuerpo Etérico es totalmente desconocido por la Ciencia Médica. El Cuerpo Etérico lleva su nombre porque está constituido por cuatro “éteres”, los cuales son: Éter Químico (Mediante el cual se realizan los procesos de asimilación y eliminación orgánica) – Éter de Vida (La posibilidad de reproducción y gestación de vida) – Éter Lumínico (sirve de medio a las fuerzas de gravedad, calorías y percepciones sensoriales) y Éter Reflector (se relaciona con la imaginación, la voluntad y facultades de la memoria). Los Éteres químicos y de vida son de tipo inferior y los éteres lumínico y reflector, son de tipo superior, se identifican con ellos la Luz, el calor y el sonido, también tiene su expresión el Alma Sapiente. Hay que proteger el Cuerpo Vital de las corrientes externas para que el Cuerpo Físico  se haga más fino y fuerte, reflejándose en el rostro humano.

 


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