La crisis de los medicamentos en Venezuela sigue un camino inexorable que marca el gran fracaso de las políticas públicas en salud, a través de las cuales el régimen muestra cada día su incompetencia, desidia e ignorancia.

Dicha crisis está conceptualizada en tres aspectos muy importantes: escasez, accesibilidad, y el control y calidad de los medicamentos. Es inevitable que ante unas políticas tan irresponsables y sin un viso de cordura se reflejen las grandes mentiras que se colocan como excusa para cometer irregularidades y desafueros que inciden en esta triada con relación a las medicinas en Venezuela.

Excusas como la guerra económica o mejor dicho las sanciones, o el gran bloqueo económico al cual fue sometido este “gobierno”, son utilizadas para justificar acciones llenas de irregularidades que pudieran causar un gran impacto en la salud de los venezolanos, aun más de lo que ha representado esta grave emergencia humanitaria compleja que ha estado presente mucho antes de que dichas sanciones se produjeran.

El sector farmacéutico ha sido duramente golpeado en estos últimos cinco años, pues la deuda que tiene el “gobierno” con dicho sector se mantiene y sigue su ascenso a medida que la crisis económica se agrava. La Federación Farmacéutica Venezolana (Fevarven) siempre ha sido clara y contundente en las declaraciones que ha emitido de manera oportuna y en su momento más preciso. Las más recientes se refieren a la caída del mercado farmacéutico en Venezuela en 49% con respecto al año anterior, enfatizando que en el año 2014 se distribuyeron 714 millones de unidades de medicamentos a escala nacional y este año no se llegará a 90 millones de unidades, a lo que se suma el cierre de 400 farmacias en aproximadamente 2 años.

La escasez de los medicamentos en Venezuela sigue siendo uno de los indicadores de suma importancia de esta dramática crisis de salud, el déficit sigue rondando el 80%. El médico cuando atiende a un determinado paciente en su consulta se ve en la necesidad de emitir un récipe con varias alternativas de medicamentos para una sola enfermedad, ofreciéndole al paciente la posibilidad de encontrar el que necesita, es la triste realidad. Muchas son las personas que se acercan al mostrador de cualquier farmacia con un récipe y la respuesta que recibe suele ser “no hay “. Este es el día a día que se vive en nuestro país a la hora de necesitar una medicina tanto para un paciente crónico como en caso de una enfermedad aguda, en ambos casos el riesgo de no conseguirla es muy alto. No obstante, el problema no es solamente la escasez, pues esto pica y se extiende y es con relación a los costos.

En caso de encontrar el medicamento no se puede adquirir debido a que es inalcanzable para el paciente por el alto precio. Además, ahora se venden por blíster con una cantidad reducida de tabletas para un determinado número de días y el costo de este no baja de un promedio de 40.000 bolívares, como son los que se requieren para la tensión arterial o para enfermedades de las vías digestivas, las cuales son muy comunes, por citar un ejemplo.

Pero el problema no termina allí. Recientemente salió publicada una resolución en la Gaceta Oficial N° 41610, mediante la cual se otorga a las empresas extranjeras que importan medicamentos un permiso especial para que  en cinco días hábiles el producto sea comercializado. Si quieren prórroga de dicho permiso por un año deben demostrar que el producto farmacéutico, que ya se está vendiendo libremente, fue introducido en el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (INHRR), el cual es el órgano técnico del ministerio para aprobar dicho producto y con el debido registro sanitario.

Con relación a esta gran irregularidad se puede concluir lo siguiente: con esta resolución se incumple un paso previo y es que el fármaco que se va a comercializar debe obtener ante todo el registro sanitario del INHRR, a fin de tener la seguridad del control y la calidad, y así posteriormente autorizar su venta libre. Esto simplemente desmonta todo el sistema de regulación sanitaria que se había desarrollado y se venía realizando desde hace más de 60 años. Pero qué podemos esperar de este régimen “socialista”, que lo que ha hecho es dejar a Venezuela en ruinas y con un retroceso de más de 40 años. Tristemente podemos afirmar y reiterar: en Venezuela está prohibido enfermarse.

 

 


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