Desengáñese, comadre, que no hay maracuchos negros. Así diría Andrés Eloy Blanco si viviera las penurias del Zulia, si implorara por una solución a nuestro país, si clamara al cielo por la salida de Maduro.

Pero no, se murió el maracuchito en el hospital por falta de medicinas, solo eso le faltaba. Se iba poniendo flaco por la falta de comida. ¡Tan sano que estaba antes!

Militar sin tierra en el pecho, militar que no te acuerdas de tu pueblo. Que cuando reprimes a los jóvenes, disparas en su desmedro. Uno no sabe si vas vestido de verde, caqui o marrón. Si en verdad eres venezolano, cubano, ruso o africano.Si crees en Cristo, Yemayá, Alá o en el euro. Si hablas castellano, ruso o francés. Me dicen que en nuestro país se encuentran milicianos de muchas naciones, creencias e idiomas, bien pagados. Olvídense, no hay milicianos patriotas si están conformes con esta tragedia.

Militar nacido en mi tierra, con el fusil extranjero, porque nunca te acordaste de cumplir con el reglamento. Cuando viste la persecución a la oposición no dijiste nada, cuando mataron a Fernando Albán te callaste, anularon a los partidos políticos y no volteaste a ver lo que pasaba, hicieron unas elecciones a su gusto y no tuviste un gesto de reclamo. No te importa las familias que comen de la basura ni la falta de servicio eléctrico.

Militar que sigues el rumbo de tantos militares viejos, que dices ser el heredero de la gesta de Bolívar. Deberías recordarle al pueblo que la Academia Militar la creó Juan Vicente Gómez a su imagen y semejanza. Que eres el resultado del diseño de un ejército a la medida de la segunda peor tiranía que ha existido en Venezuela, que la disciplina de la que haces alarde pasa por encima de cadáveres de muchachos armados con escudos de cartón piedra, franelas y piedras.

Necesitamos maracuchos blancos con maracuchos morenos. Maracuchos de buena familia con maracuchos de mi pueblo, para salvar la democracia de estos gamberros. Que construyan un sistema eléctrico resistente a cubanos y corruptos. Que nos ayuden a tener una democracia digna para todos.

Si queda un militar de tantos, si queda un militar de los buenos,que haga el favor de libertarnos de tantos desencuentros. No pedimos mucho, solo un desafuero.

El gobierno de Maduro nos dificulta conseguir la comida, lo que quiere es que vayamos comiendo mangos por las barriadas del cielo.


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