Los venezolanos día a día analizan y comentan a nivel nacional, entre ellos y las instituciones, e internacional con los países aliados y expertos en conciliación y resolución de conflictos; el procedimiento para definitivamente disipar la crisis de gobernabilidad y convivencia ciudadana en Venezuela.

Cierto espejismo nos hace creer que los mejores momentos del presidente encargado Juan Guaidó con el pueblo están llegando a su final. Pero la verdad es otra.

Si desandamos nuestras marchas hasta principios del mes de enero de 2019,observamos que el desánimo por el devenir era generalizado.

La continua aplicación de una política de consumo de alimentos de bajo índice calórico con limitada distribución y ausente salud pública parecía conducir a los venezolanos a ser víctimas de niveles disminuidos en defensas o anticuerpos; como se comprobó medicamente.

Tal estado calamitoso por insuficiente vitalidad los exponen a ser proclive de padecimientos por contagio de males epidémicos desaparecidos en el pasado, pero que desde unos años para acá renacen bajo la mirada irresponsable de Nicolás Maduro Moros. 

Las denuncias de tales circunstancias por parte de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y encargado temporal del Poder Ejecutivo, hace posible la entrada de ayuda humanitaria y medicinas al país con el aporte del sector privado de la economía mundial y Estados Unidos; algo hasta los momentos inaudito.

Logra el diputado por el estado Vargas tanto la solidaridad de las naciones que integran el Grupo de Lima , el reconocimiento de su gobierno por cerca de 60 países, como el soporte gubernamental a todo evento de Estados Unidos.

Políticamente Maduro está acorralado; la solidaridad del pueblo en torno a Juan Guaidó, más las iniciativas internacionales de reconocimiento de territorios libres a su mando , sumado a la receptividad continental de los ciudadanos venezolanos desplazados, hace pensar que se está transitando la ruta correcta.

A estos puntos expuestos hay que adosar la introducción en enclave patrio de alimentos y medicinas por senderos fronterizos, lograr la presencia de la Cruz Roja Internacional junto a instituciones como Ayuda Humanitaria para Venezuela; todo ello bajo una persistente y mayoritaria resistencia civil decidida a lastrar el yugo político que los oprime.

Sin embargo, no logran los venezolanos ver la luz al final del túnel. Ello, a mi criterio por las oportunidades de diálogo que la oposición le ha dado al gobierno con la convicción, de buena voluntad, de ser esta la vía para la resolución del conflicto existente entre venezolanos.

Nicolás Maduro como su antecesor Hugo Chávez han utilizado tales encuentros para identificar a los operadores políticos de la oposición para luego someterlos mediante un ardid a las cárceles de la policía secreta.

Chávez y Maduro incumplen la totalidad de los acuerdos de diálogo y electorales al burlar sus resultados. Si mediante tales reuniones no se logra la rectificación acordada es por cuanto una de las partes ante el conflicto tiene intenciones y metas diferentes al nacionalismo, como en efecto acontece .

La no presentación de la partida de nacimiento venezolana y juramento garante de no poseer doble nacionalidad como lo exige la carta magna a cualquier aspirante, en el caso de Nicolás Maduro no fue casual.

Las autoridades electorales formaron parte a plena conciencia de la intriga y consumada conjura.

Fue una estrategia concebida desde naciones extranjeras que en su primera etapa corrompieron al círculo cercano al poder para comprar su silencio con la velada intención de encumbrar a un agente de su misma convicción ideológica con fines esclavistas de los oriundos y mercantilistas por aprovechamiento indebido de todas las riquezas del territorio distante, Venezuela.

Maduro Moros no es ni se siente venezolano porque viola los presupuestos de la nación e invierte en armas y convenios bélicos montos destinados a la creación de infraestructuras físicas, alimentación, salud pública, educación, seguridad ciudadana; para cumplir el mandato de sus autoridades naturales, que son a quienes él obedece y le son afines.

El pueblo hambriento observa cómo Chávez Frías y Maduro Moros le otorgan a Cuba, China, Rusia, Vietnam, Irán, Nicaragua, Bolivia, República Dominicana y Jamaica, a precios exiguos, el bitumen energético, dinero, acreencias y nuestras instalaciones petroleras que en el pasado fueron fuente de ingresos económicos para la nación, sin conocerse el destino final de tales montos.

Conversando circunstancialmente con el ex gobernador de Carabobo Henrique Salas-Römer hijo sobre el tema; él mediante académico análisis indicó que los comunistas prefieren mantener políticamente el intercambio de criterios para la solución de divergencias solo dentro del diálogo y las elecciones con mediadores comprometidos o de buena fe.

El gobierno  una vez logrado el tiempo que requiere, desconoce o no cumple los pactos con cualquier excusa.

En cuanto a los referendos, pueden volcar su resultado designando previamente personalidades aparentemente imparciales pero que en realidad son afines e incondicionales a los designios del dictador.

Usurpador e invasor son vocabularios que expresa cotidianamente el parroquiano sobre el colombiano Maduro Moros para describirlo por el ejercicio ilegal del cargo y funciones.

Para estar claros, he aquí las definiciones según el diccionario El Pequeño Larousse de las terminologías indicadas.

Usurpador: es quien se apodera por medios injustos de la autoridad soberana. Usurpar. referente a poder, derechos.

Invasión: irrupción hecha en un país por una fuerza militar . Invasión de tropas. Invasor, quien invade.

Para Salas Römer los venezolanos pueden convocar a sus aliados externos para que los ayuden a salir de la fuerza que los invade y conjuntamente con esta autoridad imponerle tiempo y condiciones para su partida, incluso obligarlos a salir.

La presencia de asesores militares rusos, cubanos, vietnamitas, etc., requiere de la aprobación de la Asamblea Nacional venezolana, y corresponde a este poder determinar si el acuerdo existe, el alcance de lo convenido, vigencia del documento en cuestión y asumir la responsabilidad por los errores.

Las fuerzas políticas demócratas deben olvidarse del viejo complejo izquierdista del imperialismo y ver que el gobierno de Donald Trump y los aliados del continente son la única esperanza válida para salir de Maduro.

El diálogo es un cuento perverso.

Los venezolanos luchan por recuperar la Venezuela democrática arrebatándosela a quien tortura y amenaza con la muerte a los naturales. Maduro es un invasor; para el pueblo, además de agente ruso-cubano, es el responsable de miles de muertos por el hampa, también quien los somete a la hambruna y deja morir de mengua, mantiene a sus hijos lejos de casa, les arrebata la patria y la esperanza de un mejor futuro.


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