Este artículo versa sobre lo que está sucediendo en España a pocos días de sus elecciones generales, pues lo que sucede en ese país importa tanto a Venezuela como lo que sucede en Estados Unidos y, cuidado, si no más. Sabemos que si los socialistas continúan en el poder, el apoyo a la liberación de Venezuela seguramente no será el mismo que tendría si ganan otras corrientes ideológicas etiquetadas  intencionalmente allí sin más de “derechas”.

En este sentido, debemos decir que España es tal vez uno de los pocos países que sigue manteniendo esas categorías decimonónicas de “izquierdas” y “derechas”, cuyo origen, como se sabe, fortuito y sin fundamento teórico alguno, se remonta a la asamblea constituyente francesa de 1789, cuando los diputados que querían limitar los poderes del monarca se sentaron a la izquierda y sus oponentes, a la derecha. En un mundo tan heterogéneo políticamente como el actual, donde existen socialdemócratas, socialistas, comunistas, anarquistas individualistas, anarquistas socialistas, democristianos, republicanos, liberales, liberales progresistas, liberales conservadores y pare usted de contar, no se justifica que sigan usándose anacronismos tan limitantes como esos, los cuales sirven poco para traducir las intenciones del que se propone para gobernar, a no ser que se usen con el único objetivo de desprestigiar al oponente, tal como sucede en España.

Y es que desde hace tiempo los socialistas han hecho creer que sus ideas son las únicas que hacen avanzar material y espiritualmente a la sociedad, atribuyéndose, sin ningún tipo de rubor ni rigor histórico, el calificativo de “progresista” cuando todos sabemos que solo ha habido adelanto social cuando el hombre se ha considerado plenamente libre e igual a su semejante, tal como lo establece el liberalismo y reconoció el mismo Marx en el Manifiesto del Partido Comunista. De esta manera, todo el que esté enfrente de su acera inmediatamente pasa a ser, para estos señores y así se lo venden a la gente, un derechista, un facha y un reaccionario, cuándo no, como sucede en ese país, un franquista.

Si a todo ello le sumamos que los medios de comunicación españoles coquetean mayormente con el socialismo –con algunas excepciones loables, como la emisora es Radio, en la que se despacha a gusto el señor Jiménez Losantos– podemos entender que los partidos liberales, como PP, Cs y Vox, si bien unos más conservadores que otros, lo tienen muy cuesta arriba, aunque el fenómeno Vox parece haber recogido con fuerza el temor ancestral al desmembramiento de la nación, y ese sentimiento de hastío ante un lenguaje “políticamente correcto” y un pensamiento único dirigido constantemente contra valores y costumbres tradicionales.

Por todo ello no estaría demás recordar al Ernesto Bobbio del texto Liberalismo y democracia y las palabras que dice allí a propósito de las ideas de Tocqueville: “Se puede –dice– ser democráticos y liberales, democráticos y socialistas, pero es mucho más difícil ser al mismo tiempo liberales y socialistas. (…) Tocqueville se vuelve defensor de la democracia cuando el adversario que debe impugnar es el socialismo, en el que ve realizarse el Estado colectivista que habría dado vida a una sociedad de castores y no de hombres libres. (…) afirma que democracia y socialismo de ninguna manera son compatibles: ‘No solo son cosas diferentes sino opuestas’. Tienen en común una palabra, igualdad. ‘Pero pongan atención en la diferencia –concluye–: la democracia quiere la igualdad en la libertad y el socialismo quiere la igualdad en la molestia y en la servidumbre’”.

Creo que los españoles, o los venezolanos que viven en ese país, deberían tomar en cuenta estas palabras el día de los comicios, y dejar a un lado tantas etiquetas con las cuales se quiera desprestigiar a partidos como Vox, si no quieren que el socialismo se apodere definidamente de ese país.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!