El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, planteó la necesidad de “profundizar el diálogo” en Venezuela.

¿Este señor dónde vive? Además, ¿se le paga sueldo? ¿Con dinero de todos nosotros? Que se lo pague Maduro o sus socios, China, Rusia, Uruguay, Noruega, Cuba, México.

Lo de Guterres coincidió con declaraciones de Maduro ratificando su “compromiso con el diálogo”. Se ríe, se burla de todos, o es parte de su juego.

Es que hay como una carrera de postas: el papa Francisco –muy activo siempre–, algunos presidentes del Caribe en su momento, Rodríguez Zapatero con un largo trecho,  el gobierno izquierdista uruguayo de Tabaré Vázquez y José Mujica, algunos países europeos que lo mejor que podría decirse de ellos es que están en la luna, caso Noruega, Rusia, China, Irán, Cuba (todos con gobiernos “”expertos” en díálogos), México con AMLO, el amigo de Trump, a la cabeza y ahora Guterres. ¿Lo seguirá Bachelet? Se pasan el testimonio “de mano en mano” y le dan tiempo a Maduro, que es lo que este quiere.

Guterres habló de “negociaciones serias”. ¿Lo dijo en serio?, ¿con la dictadura chavista?, ¿con Maduro y los generales?

Le cuento Guterres, sabia usted que la hija de Chávez, que está ahí en la ONU y que quizás sea amiga suya, es la persona más rica de Venezuela y que al que le va muy bien en ese sentido es al hijo de Maduro. O que se está investigando la compra de 120 inmuebles (todos lindos y caros) en Marbella  y Madrid,  por parte de “sociedades” de chavistas. Han invertido millones de dólares.

Pero eso es lo de menos: hace unos días el gobierno de Maduro cometió un nuevo crimen: el 29 de junio fue asesinado el capitán de fragata Rafael Acosta Arévalo, detenido el 21 de junto con otros colegas, sin orden judicial y  por denuncias de militantes chavistas.

Fueron llevados a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (oficina que se dice al mando de cubanos). Ahí murió Acosta Arévalo. Según la autopsia “el militar presentó signos de torturas, 16 costillas fracturadas, fractura del tabique nasal, excoriaciones en hombros, codos y rodillas, hematomas en la cara interna de los muslos, lesiones similares a latigazos en espalda y la parte posterior de los muslos, un pie fracturado, y pequeñas quemaduras en ambos pies de las que se presume electrocución”.
«Estos son algunos de los hallazgos médico legales en el cuerpo del capitán asesinado», según información del ex fiscal en el exilio Zair Mundaray.
¿Y qué dijo la alta comisionada para los  Derechos Humanos de la ONU, la ex presidente de Chile Michelle Bachelet?
«Estoy conmocionada”, dijo. ¿Conmocionada?
 
¿También le pagamos sueldo?  ¿Para hacer política y defender su ideología? Que se lo paguen los que se dicen progresistas.
“Estoy conmocionada con el trato que recibió  Acosta Arévalo”, especificó la funcionaria. ¿Qué? ¿Hubiera sido mejor que no lo torturaran y la mataran de un balazo en la nuca? Ese trato lo están recibiendo centenas de personas en las mazmorras de Maduro y Bachelet lo sabe. Recibió múltiples testimonios y pruebas al respecto durante su visita de “buena voluntad” a Venezuela.
 
La alta comisionada pidió una investigación seria a las autoridades. ¿A qué autoridades? ¿A Maduro? ¿Le pidió Maduro que pusiera a alguna de su gente para que investigue la tortura y el asesinato cometido por su misma gente?.
Bachelet se preocupó por el éxodo de venezolanos. ¿Y qué quiere? Que se queden a pasar hambre, a morir en los hospitales por falta de medicina, a que los metan presos o a hacerse matar. Esta debería ser la preocupación de Bachelet y no participar en esa carrera de relevos para que la dictadura se siga floreando en Venezuela.
¿Diálogo serio con Maduro? Decididamente hablar de ello no es serio, es una falta de respeto, además de una complicidad directa con violentas violaciones de los derechos humanos.
En las próximas horas se conocerá el informe Bachelet. Festejaré se estoy equivocado.

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