La chica salvaje es la más reciente adaptación producida por Reese Witherspoon. El film, profundo y bien construido, demuestra que la actriz se ha convertido en punto de referencia para analizar a las mujeres poderosas en el cine.

En la película La chica salvaje de la directora Olivia Newman, la soledad y el desarraigo se muestran a través del paisaje. Los lugares de estremecedora belleza que rodean a Kya (Daisy Edgar-Jones) podrían ser tanto un reflejo de sus emociones como un símbolo de soledad. También, de la sensación de profunda aflicción que refleja la naturaleza convertida en refugio y hogar.

Se trata de una curiosa combinación que la directora convierte en una idea elaborada y bien planteada sobre el bien y el mal como hechos salvajes. En especial, para narrar el misterio de un personaje femenino que se sostiene sobre su fortaleza y convicciones. La Kya de Edgar-Jones es una sobreviviente. A la vez, una alegoría de la libertad interior que se hace cada vez más compleja a medida que la historia muestra sus puntos más duros.

No hay nada sencillo en esta figura de aspecto frágil, que emerge de un aislamiento emocional y físico a fuerza de voluntad. Newman lo sabe y crea una concepción sobre todos los secretos de Kya como parte de un universo mayor. Acusada de asesinato, rota su distancia del mundo que la rodea, deberá comenzar un camino angustioso hacia sus peores recuerdos. Pero a la vez, encontrar un punto central para comprender que el valor que la anima, proviene de sus convicciones.

Alejada de cualquier estereotipo, pero en específico, tan complicada como para resultar una rareza argumental, en La chica salvaje confluyen varias ideas a la vez. Desde la exploración del hecho de la fortaleza como una condición ajena a lo físico hasta la profundidad de sentimientos enigmáticos. El film es una mirada sobre un tipo de personaje femenino que rara vez llega a las pantallas de cine.

Las grandes mujeres desde una mirada sutil

No es casual que detrás de este relato cinematográfico honesto, poderoso y elocuente, se encuentre el trabajo de Reese Whiterspoon. Durante la última década, la actriz dedicó esfuerzo en lograr que controversiales y novedosas miradas sobre la mujer llegaran al cine y la televisión. Gracias a la productora Hello Sunshine, la intérprete logró un control creativo inédito que le permitió abrir puertas a proyectos de asombroso poder. En especial, cuando una de las quejas más frecuentes acerca de la industria hollywoodense, es la forma en que las mujeres son retratadas.

Pero Whiterspoon, convertida en una voz poderosa e influyente, creó las condiciones para un cambio cada vez más notorio. El film La chica salvaje es parte de su ambicioso plan para mostrar a la mujer en el cine a partir de lugares distintos a los cánones tradicionales. En específico, narraciones que implican una introspección cuidadosa a través del universo emocional femenino. Para la actriz y productora, los argumentos basados en experiencias que evaden elemento comunes sobre temas como la maternidad, el género y la identidad, es imprescindible.

Una labor que incluye, además, a nuevos talentos literarios y cinematográficos a través de todos los medios a su alcance. La novela La chica salvaje de Delia Owens, se convirtió es un éxito gracias al club de lectura que patrocina la actriz. Su llegada al cine, fue decisión que contó con el apoyo de Whiterspoon en cada punto de su producción. Desde la búsqueda del talento, escenarios hasta invitar a la cantante Taylor Swift para escribir e interpretar el tema principal. La adaptación del libro se convirtió en un proyecto mayor para la actriz.

Poder femenino detrás y frente a la pantalla

Hace un año, Whiterspoon se convirtió en una de las actrices más acaudaladas del mundo al vender su productora Hello Sunshine por 900 millones de dólares. Pero a pesar de eso, la intérprete continúa trabajando en una serie de proyectos con un fuerte acento en la mujer. La compañía, además, sigue siendo parte de la historia de Hollywood, al dar espacio a un tipo de enfoque cinematográfico por completo nuevo.

La interesante historia de Hello Sunshine como plataforma para producciones de envergadura con puntos de vista novedosos, comenzó en el año 2000. Por entonces, la actriz ya daba sus primeros pasos como creadora audiovisual con la compañía Type A Films. Se trató de un primer intento para financiar films enfocados a promocionar el talento femenino. No obstante, tuvo una repercusión moderada, aunque logró brindar un lugar a guionistas femeninas en algunos proyectos de envergadura.

En 2012, Witherspoon se asoció con Bruna Papandrea para constituir Pacific Standard, que se convertiría en subsidiaria de Hello Sunshine. Fue entonces, cuando el trabajo de la actriz comenzó a rendir frutos evidentes. Desde su creación, el objetivo de la empresa de medios, fue brindar un espacio ideal para historias de mujeres contadas por mujeres.

La misma actriz admitió que su primera idea sobre el proyecto se debió “a su pasión por los libros”. Para Whiterspoon, muchas de las grandes historias con autores femeninos, jamás llegan a la pantalla grande. En su mayoría, deben atravesar obstáculos insalvables, ya sean financieros o por faltas de apoyos de estudios y distribuidoras.

De modo que Hello Sunshine sería algo más que solo un vehículo para la promoción del talento. También, una forma de crear las condiciones para que escritoras, guionistas, directoras y todo tipo de talento detrás de cámara, pudieran acceder al mundo del cine. Una fórmula que despertó el escepticismo en la industria hollywoodense, a menudo refractaria a proyectos semejantes. “Luché contra muchas puertas cerradas. Nadie las abrió para mí”, apuntó la actriz.

Trabajo y voluntad para un cambio mayor

Pero a pesar de las dudas, desde el inicio, los esfuerzos tuvieron una extraordinaria recepción. La actriz llevó a la pantalla grande films como Gone Girl de David Fincher y Wild de Jean-Marc Vallée. Tanto uno como el otro, fueron adaptaciones de novelas exitosas escritas por mujeres. Lo que demostró, que la búsqueda y la exploración del talento desde la óptica de Whiterspoon tenía mucho que dar de sí.

Tanto, como para que Wild, que también protagonizó, le valiera una nominación al Oscar como mejor actriz. Finalmente, una vez que Pacific Standard se convirtió oficialmente en Hello Sunshine, produjo Big Little lies de HBO. La serie, basada en el libro Liane Moriarty, se convirtió en un triunfo instantáneo y una de las series más relevantes de 2017.

A continuación, la compañía llevó adelante The Morning Show y Truth Be Told para Apple TV+ en el 2019. También, logró adaptar la novela de Celeste Ng, Little Fires Everywhere, en una serie limitada para Hulu en 2020.

En cine La chica salvaje, es el primero de dos estrenos en menos de un lustro, todo un logro para los planes de Whiterspoon. El calendario de Hello Sushine también incluye la versión cinematográfica del libro Your Place or Mine? de Julie Highmore. En esta ocasión, la directora será Aline Brosh McKenna y aunque el proyecto no tiene fecha de estreno, ha levantado una considerable expectación.

Una chica que quería alcanzar las estrellas

La chica salvaje culmina con una redención dolorosa. Pero, a la vez, tan sensible, que sorprende por la forma sutil en el argumento, muestra la conclusión a una historia dura.

Como otras tantas películas bajo la producción de Reese Whiterspoon, la fortaleza de Kya, se muestra como el punto más alto de un recorrido discreto y emocional. Quizás, el punto más elocuente de una producción destinada a dialogar de manera por completo distinta sobre el mundo emocional e intelectual de las mujeres. El mayor legado que Whiterspoon puede celebrar a futuro.

 

 


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