En el país más desarrollado del mundo solo 42% de sus ciudadanos puede nombrar las tres ramas del gobierno federal: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Pese al crecimiento de los niveles de educación la ignorancia política se ha mantenido aproximadamente en el mismo nivel durante décadas. La guerra Rusia-Ucrania, las sanciones a Rusia y la decisión de OPEP de reducir la producción, influida por Arabia Saudí, han provocado aumentos de los precios de la gasolina en todo el mundo. En Estados Unidos la voracidad por la gasolina de automóviles de alta gama ha hecho que el precio de la gasolina haya devenido para el americano común y corriente, en poco menos que un problema existencial. La ignorancia hace que el origen del problema se le atribuya al gobierno de Biden, pese a que otros rubros más importantes de la economía, como el empleo, el crecimiento económico y la inversión han excedido los índices de la mayoría de otros países desarrollados.

A pesar de años de disputa diaria sobre los problemas fiscales del gobierno federal de Estados Unidos, las encuestas muestran que los votantes subestiman enormemente el porcentaje del gasto federal que se destina a la Seguridad Social y Medicare, mientras que sobreestiman masivamente la cantidad gastada en ayuda extranjera porque muchos americanos ignoran que ese rubro representa alrededor de 1% del presupuesto federal de Estados Unidos. Nada raro pues que bloquear la ayuda a Ucrania sea parte del agenda republicana sin ganan el Congreso.

Procesar la información

Para algunos expertos la ignorancia no es el resultado de la estupidez o falta de información. Internet y otras tecnologías modernas han hecho que la información esté más ampliamente disponible y como nunca en la historia. En realidad, la información producida en las últimas 3 décadas es muy superior a toda la información acumulada en todos los siglos anteriores. El problema no es pues la falta de información, sino que no se está  usando la inteligencia para aprender y procesar la información fácilmente disponible.

Hoy en día, alega Peter Burke de la Universidad de Cambridge, la problemática de la “ignorancia del elector” se ha vuelto de actualidad, especialmente en Estados Unidos. Los estudios de opinión sobre información política han identificado a grandes grupos que son calificados de know-nothings o que no saben nada. Son aquellos que en las encuestas dan respuestas equivocadas a todas las preguntas o al menos a dos terceras partes de ellas. Este grupo de know-nothings o que no saben nada, carece de lo que se llama “competencia ciudadana” y es aproximadamente una tercera parte de la población de electores en Estados Unidos. Algunos sostienen que se debería negarles el derecho al voto por el riesgo de incurrir en daños derivados de decisiones tomadas por gente manifiestamente ignorante.

En un reciente ensayo (2021), Grace Willianson-Beare de la Universidad de Bristol afirma que como no existe duda de una bien establecida relación entre la falta de tolerancia y la ignorancia, la de los estadounidenses se vuelve problemática ya que se convierte en un obstáculo para la tolerancia democrática. La ignorancia es un factor social poderoso y está presente en todos los países del mundo desarrollado o en desarrollo. Es una fuerza política fácil de alimentar, de hacer crecer y controlar con simples mentiras. Por eso es que agrupada en un partido político o manejada por activistas políticos experimentados puede generar triunfos electorales sorprendentes, como el caso de Trump, de Chávez, Bolsonaro, etc.

Las falsas noticias no son un problema nuevo, dice un especialista, pero hoy son millones los que la consumen y con mayor rapidez, incrementando exponencialmente lo que se ha dado por llamar la “fabricación de la ignorancia”. Este concepto moderno de ignorancia no excluye a las personas educadas. Thomas Sowell, de la Universidad de Stanford, sostiene que la «ignorancia de los educados es la más peligrosa» pues son las últimas personas que uno sospecharía «que no saben lo que dicen cuando se salen de sus estrechos campos académicos”.

Hace poco vivimos esta experiencia sobre la intolerancia, el fanatismo y la ignorancia con un profesional petrolero venezolano, un perfecto modelo de esos educados a los cuales se refiere Sowell que, cuando se sale  de su estrecho campo especializado e incurre en la política, alcanza paroxísticos niveles de intolerancia o ignorancia.

El uso de la ignorancia

El jueves de la pasada semana el presidente Vladimir V. Putin, un experto en explotar la ignorancia en su propio país, en un discurso dirigido a los republicanos de Estados Unidos y Europa declaró que la batalla de Rusia era con las «élites occidentales satanizadas», no con Occidente. Putin, aparentemente persuadido de manipular ese sector conservador del partido republicano, quiere capitalizar las divisiones políticas para reforzar a sectores  republicanos y conservadores europeos para que se opongan a seguir ayudando a Ucrania a defenderse.

En la esencia de la ignorancia republicana de Estados Unidos subyace la idea de detener o retrasar el dinámico curso de la sociedad que anuncia como inexorable una ola de diversidad y progresismo que se impondría en el albor de un fenómeno social próximo, la mayoría blanca dejaría de serlo para convertirse en la primera minoría demográfica de la sociedad americana.

Para los líderes conservadores de Estados Unidos es una catástrofe y hacen lo indecible para detener, retrasar u obstaculizar las ruedas del tiempo. Una tarea que han asumido también organizaciones conexas de supremacistas blancos que sobreviven desde la Guerra Civil, como el Ku Klux Klan, Proud Boys, White Resistance, American Nazi Party, Aryan Brotherhood of Texas, National Association for the Advancement of White People, White Aryan Resistance, entre otros. Para estos grupos el viejo partido republicano es la mejor aproximación para conllevar parte de sus extravagantes ideas.

Los ejemplos abundan:

-En febrero de 2016 Thomas Massie, congresante republicano por Ohio, presentó un proyecto de ley de una página por medio del cual, a partir del 31 de diciembre de 2018, se eliminaba por completo el Departamento de Educación.

-En febrero de 2017, James C. Green, presidente del Partido Republicano de Utah, por medio de un enredado argumento, concluía que la igualdad salarial era mala para las mujeres.

-El representante del estado de Iowa Shannon Lundgren propuso que, además de la prohibición sin excepciones del aborto, se debería obligar a las mujeres a conservar los fetos muertos hasta el término del período de 9 meses.

-Representante republicano F. James Sensenbrenner argumentó ante la Cámara que si hubiéramos comenzado a regular Internet desde el principio, como la luz, el gas o cualquier otro servicio doméstico más, «no tendríamos hoy esa carga».

Esa noción pues de que la ignorancia es falta de conocimiento, educación o conciencia, no es ya válida, la ignorancia es una fuerza política real que unida, como aquella convocatoria marxista a los trabajadores del mundo de hace mas de un siglo, con dificultad será vencida.

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