La academia convencional ha sostenido junto con una opinión generalizada que todo golpista termina siendo un dictador, para quienes así piensan  los golpes de estado son exclusivamente anti-democráticos. Autores como Richard Albert afirman que por definición un golpe no puede ser democrático. Durante el siglo XX el derecho constitucional no atendió suficientemente el estudio de algunos golpes de estado que fueron promotores de la democracia al responder a favor de una significativa oposición popular contra regímenes autoritarios o totalitarios.

No es correcto calificar de dictatorial a todo golpe de Estado  como demuestra el estudio de Ozan O. Varol “The Democratic Coupd’Etat” publicado en Harvard International Law Journal en el 2012. Varol estudia  y califica como democráticos al golpe militar de 1960 en Turquía,  al golpe militar en Portugal en 1974, y también al golpe militar del 2011 en Egipto.

Turquía estuvo gobernada desde 1923 hasta 1950 por el partido único Republicano del Pueblo, luego de transitar hacia un sistema multipartidista el Partido Democrático surgió como populista y en 1950 instaló de nuevo un gobierno autoritario y represivo. En mayo de 1960 los militares turcos se negaron a actuar contra las protestas y sacaron del gobierno al autoritario Partido Democrático, y luego de un referéndum popular en el que se aprobó la nueva Constitución se produjo una elección también popular en octubre de 1961.

En Portugal Antonio de Oliveira Salazar en 1930 instaló el régimen autoritario “Estado Novo”, el 25 de Abril de 1974 doscientos jóvenes militares agrupados en el Movimiento de las Fuerzas Armadas, la Revolución de los Claveles, dieron un golpe de estado contra el “Estado Novo” que había gobernado por casi 5 décadas, la más antigua dictadura del hemisferio occidental. De acuerdo con Varol  los militares actuaron, entre otros motivos, porque el régimen autoritario había bloqueado los métodos democráticos asegurándose que la oposición permaneciera muy desorganizada social y políticamente como para poder por si misma remplazar al autoritarismo. En Abril de 1975 se produjo una elección para la Asamblea Constituyente, fue un sufragio universal, secreto, la primera elección significativa en Portugal desde 1920, luego en  Abril de 1976 se produjo una elección parlamentaria, y en Junio de ese mismo año se llevó a cabo la elección presidencial.

En Egipto luego de la Muerte  en 1981 de Anwar al-Sadat  su vicepresidente Hosni Mubarak asumió la Presidencia, por 29 años mantuvo el poder hasta que fue depuesto por un golpe de estado en Febrero del 2011. El gobierno de Mubarak, según Varol, estuvo signado por el autoritarismo y la corrupción, su partido Nacional Democrático negó sistemáticamente a la oposición acceso a los medios de comunicación, el fraude electoral fue constante,  encarceló a cientos de líderes de oposición y periodistas, instauró juicios militares contra civiles, emitió leyes de emergencia, e impuso importantes restricciones a la libertad de asociación. Todo cambió desde Enero del 2011, inspirados por las revueltas de Túnez miles de egipcios decidieron protestar en la plaza de al-Tahir en el Cairo para deponer al gobierno de Mubarak, los militares desobedecieron sus órdenes para que actuaran contra los manifestantes. En febrero del 2011 los militares comunicaron al país que intervendrían para protegerlo, y establecerían la democracia de acuerdo a un cronograma que anunciaron y para ello el Concejo Supremo de las Fuerzas Armadas de esa Nación asumió el poder.

En Venezuela, el partido Acción Democrática aliado con la Unión Militar Patriótica que dirigía, según Arráiz, el joven oficial Marcos Pérez Jiménez el 18 de octubre de 1945 dieron un golpe de estado cívico-militar contra el general Medina Angarita. Este proceso dio síntomas democráticos, en 1946 se realizo la elección de una Asamblea Constituyente y en 1947 se eligió a Rómulo Gallegos Presidente de la República. Aun hoy en día se discute la naturaleza democrática de esa “Revolución de Octubre”, Acción Democrática había acordado con el general Medina Angarita respaldar como candidato para Presidente al Dr. Diógenes Escalante quien luego enfermó severamente, el apoyo había sido  acordado a cambio de reformar la Constitución para convocar elecciones universales, directas y secretas en poco tiempo. Medina, de acuerdo a Arráiz, permitió disfrutar de libertad de prensa, practicó una cordial relación con la oposición, y se distanció de su antecesor el General López Contreras en la misma medida en la que daba pasos hacia la apertura democrática.

Por 10 años gobernó a Venezuela la dictadura militar que depuso en 1948 a Rómulo Gallego, en 1957 perpetró un  obvio fraude electoral, y el 21 de Diciembre de ese mismo año el Consejo Supremo Electoral proclamó al dictador General Pérez Jiménez como Presidente de la República. El  1 de Enero de 1958 se alzó contra la dictadura la Fuerza Aérea a la cual se sumaron el resto de los componentes militares. El 23 de Enero de ese año 1958 el General Pérez Jiménez se fue a Santo Domingo, asumió el poder una Junta de Gobierno presidida por el contralmirante Wolfang Larrazábal y se dio paso a la democracia.

Las experiencias constitucionales de Turquía, Portugal y Egipto y también las mencionadas en Venezuela muestran que la participación militar en un proceso de reemplazo de un modelo autoritario no siempre conduce a dictaduras.


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