1. Paravent de Pierre Lahalle y chaise longue de Carmen Helena de Las Casas, 1925  (f. S/f – Coleccion María Fernanda Palacios)»Carmen Elena de Las Casas, aparte de la pintura, se dedicó en París a la decoración, oficio que desempeñaba con un genio especial”. Miguel Otero Silva. (1)

1. La firma de las tres L

Luego de participar junto al estudio Lahalle & Levard en el Salon d’Automne y en el Pabellón de la Ciudad de París en la Exposición Internacional de Barcelona en 1929, Carmen Helena de Las Casas fue invitada a ser parte de la firma (3), que pasó desde entonces a llamarse Lahalle, Levard & Las Casas, “la firma de las tres L” (4). De este período de la historia de la notable sociedad francesa de arquitectura interior y diseño nos queda -hasta ahora-, solo información de sus obras realizadas en Caracas entre 1931 y 1935.

Las Casas, quien desde muy joven en Caracas “estaba inclinada a la pintura y a todas las artes” y “viajaba constantemente a París” (5), construyó su carrera como diseñadora desde el mundo del arte. Hoy en día, quien es considerada la primera diseñadora de interiores y de mobiliario de la historia de la modernidad en Venezuela, se marchó un día de fines de la década de 1910 a París cuando tenía alrededor de dieciocho años -había nacido con el siglo-, para estudiar pintura en la Académie Julian, la célebre escuela privada fundada en 1868 por el pintor francés Rodolphe Julian y que aún hoy se encuentra ubicada al fondo de su cour en la rue du Dragon, junto a muchos otros élèves de la modernidad, como Elisa Elvira Zuloaga, Tito Salas, Cipriano J. Domínguez, Charles Ventrillon-Horber… y Eileen Gray (6).

En esta escuela se destaca por su talento para la pintura -que cultivará fielmente hasta el final de su vida-, en las clases del pintor y crítico de arte André Lhote, “ligado al Cézannismo y al cubismo” (7), y por su interés en el diseño y la decoración. Gracias a la vinculación de la institución a la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts -para cuyos exámenes de admisión la academia preparaba a sus discípulos-, Las Casas conoce al arquitecto decorador Pierre Lahalle, profesor a la sazón de Composición Decorativa en la École Boulle. Ambos, Lhote y Lahalle, se prendan del talento de Las Casas y la llevarán de la mano en su aprendizaje de allí en adelante, modelando para siempre su vida extraordinaria (8). Entre su llegada a París a fines de la primera Guerra Mundial y su paulatina vuelta a la patria a partir de 1931 (a la par que se fragua la Segunda Guerra Mundial), Las Casas vive a plenitud desde el número 23 del boulevard Victor-Hugo, en Neully-Sur-Seine, los años veinte de la vida artística parisina, aprendiendo, experimentando y ejecutando la inextricable función de las artes decorativas aplicadas a la arquitectura. Su sola belleza personal es una obra de arte de la época.

2. M.A.D.

Cuando debe regresar a Venezuela, Las Casas se inventa una manera de volver sin perder el contacto con Francia, buscando la actualización de los proyectos arquitectónicos locales e incorporando el “tradicional grandeur” del décor francés a la eclécticamente moderna arquitectura de ese tiempo, contrapuesta entre “l’esprit de geometrie” y “l’esprit de finesse” (9). Para ello, hace que la firma se asocie a un promisorio joven arquitecto local,

2. La tienda M.A.D. (Muebles  Arte Decoración), en Caracas (f. 1932 – Archivo FMU)

Gustavo Wallis de Legórburu, con quien L, L & L realizarán cuatro memorables colaboraciones, una privada y tres públicas (de las que tengamos conocimiento). El completo rol de Las Casas para 1931 fue inédito en Venezuela: promover, diseñar, especificar, coordinar, supervisar. Construir en coordinación con el proyecto de arquitectura.

El sprit du temps francófilo del gomecismo la recibió con brazos abiertos. De allí que todo fue posible: desde los mosaicos cerámicos recordando los pisos de un bistrot del boulevard Saint-Germain y los apliques de vidrio como fontaines de luz ancladas a los

3. Quinta El Taller (1938), Los Rosales, Caracas (f. S/f -Taller Taga)

4. Escalinata exterior. al jardín de la quinta El Taller (f. S/f -Taller Taga).muros del Teatro Principal (10); desde las puertas repujadas de exótica orfebrería metálica y las rosas multicolores à la Delaunay de los pisos del piano nobile del Palacio de la Gobernación; desde los diez vitrales Art Déco hechos por Georges Bourgeot (11), el maestro vitralista parisino alumno de Eugène Grasset (12), que reproducen las imágenes del santoral caraqueño en la fachada norte de la Catedral de Caracas (13), hasta el inolvidable ensemble

5. La escalera geométrica de El Taller (f. 2020, Marylee Coll – Docomomo Venezuela).
6. La escalera vegetal de El Taller (f. 2020, Marylee Coll – Docomomo Venezuela).

de artes decorativas de la antigua sede del Banco Central de Venezuela, con sus barandas y pisos llenos de círculos, y la hermosa tienda M.A.D. (Muebles Arte Decoración), con su vitral geométrico y su puerta forjada, que recuerda la de la quinta El Taller (c. 1938), la residencia personal en la urbanización Los Rosales de Carmen Helena de Las Casas, hoy la sede del TAGA. Desde allí, Las Casas inicia la importación por primera vez en el país de todos aquellos muebles, artes y decoraciones da las casas francesas más importantes, como Lalique. Allí también, en 1937, las Casas le organiza a su maestro, André Lhote (14) una memorable exposición de pinturas, dibujos y acuarelas. Lhote, a su vez, lega en Caracas un mural hoy olvidado en un edificio público (15).

3. El Taller

El Taller, nada más, merecería capítulo aparte. Diseñada por Las Casas para sí misma en un lote en esquina, la casa se abraza a la calle para dejarle lugar a un profundo jardín, que será el tema recurrente de su pintura al final de sus días.

Fue llamada así, porque eso era: un taller de decoración donde Las Casas diseñaba muebles que luego realizaría su sobrina, la artista Luisa Palacios, diseños que fueron a parar a muchos sitios que aún debemos descubrir en nuestra ciudad. Una casa moderna en su arquitectura, volcada hacia el jardín, llena de detalles que atestiguan al disfrute de una vida animada por el amor a las antigüedades, a los libros, a los viajes, a la gastronomía.

Las dos escaleras de hierro de esta casa muestran de nuevo las contradicciones de la época moderna: una lírica, vegetal, casi Art Nouveau; otra geométrica, abstracta, en el más puro Art Déco. Ambas conviviendo en los salones exquisitamente decorados por Carmen Helena de las Casas, llenos de cuadros, tapizados en damasco, alfombrados en lana, empanelados en caoba, flordelisados en oro.

NOTAS:

1               Miguel Otero Silva. “Carmen Elena de Las Casas fue la mujer más bella de Caracas”, EL NACIONAL, Caracas, 1976:  https://www.yumpu.com/es/document/read/31077566/sala-virtual-de-investigacion-miguel-otero-silva-saber-ucab-

2                      « Fleurdelysée en or ». En: Víctor Hugo. Notre-Dame de Paris, Libro Primero, I La Gran Sala, París, 1831: p. 17.

3               En la exposición de Docomomo Venezuela, La Ville Neuve: la arquitectura francesa en la capital 1900-1975” (Sala TAC, Caracas Junio-Octubre 2022), cuyo elenco está compuesto solamente por autores de nacionalidad francesa, hicimos una excepción con Carmen Helena de Las Casas, venezolana formada en Francia, ancienne élève de la Académie Julian, por haber sido socia en una firma francesa.

4               Ver: Lisa Schlansker Kolosek. The Invention of Chic: Therese Bonney and Paris Moderne, Thames & Hudson, Abebooks.com.

5               M. Otero Silva. Op.Cit., 1976.

6               Everipedia: “Academie Julian”:

https://everipedia.org/wiki/lang_en/Acad%C3%A9mie_Julian

7               M. Otero Silva. Ibid., 1976.

8               La vida de Carmen Helena de Las Casas merece capítulo aparte, y ser contada mucho más ampliamente. Su biografía, aparte de haber inspirado -según cuenta la leyenda-, el personaje de María Eugenia Alonso en la novela Ifigenia. Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba (París, 1924), de Teresa de La Parra, quien era su amiga, está llena de capítulos extraordinarios inéditos que debemos recobrar para la historia. Hannia Gómez. Entrevista a María Fernanda Palacios, Caracas, 14 febrero de 2022.

9               Giovanna Massobrio y Paolo Portoghesi. I. “Parabola dell’Art Déco”, Album degli Anni Venti, Editori Laterza, Roma, 1976: p. 13

10             Carlos F. Duarte y Graziano Gasparini. Historia de la Catedral de Caracas, Ediciones Armitano, Caracas, 1989: p. 203.

11             Ver: Luis Polito. Teatro Principal Investigación Histórica, Caracas, s/f.

12             Wikipedia: “Georges Bourgeot”: https://fr.wikipedia.org/wiki/Georges_Bourgeot

13             San Jorge; San Sebastián; la Santísima Trinidad; Santa Rosalía; una alegoría de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento; el apóstol Santiago (patrón de la ciudad); Nuestra Señora de Guadalupe; Santa Rosa de Lima; San Mauricio y Santa Ana, titular de la Catedral.  En: Norberto J. Méndez. “Catedral de Caracas, emblema de la capital de Venezuela”, IAM Venezuela, Caracas: https://iamvenezuela.com/2018/07/catedral-de-caracas-emblema-de-la-capital-de-venezuela/

14             “A través de MAD llegaron a Caracas los primeros objetos y estampas propiamente modernos: las telas de Jacquard, los cristales de Lalique, alfombras, lacas, grabados, paravanes y diseños impregnados del encanto de una époque ya no tan “bella” quizás, pero si, llena de vitalidad y elegancia”. María Fernanda Palacios. Movimiento del grabado en Venezuela: una memoria, Fondo Editorial Humanidades, Caracas, 2003.

15             Mariano Picón Salas. “André Lhote en Caracas”. Las formas y las visiones, colección galería, ediciones de la GAN, Caracas, 1984: p. 143.

 


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