El temor al rechazo popular, que será más ostensible a partir del presente año en curso, y que podría dar al traste con un gobierno en el cual ya nadie cree, pudo haber originado en Miraflores tal perturbación, que muy a la ligera se habla de que contra el oficialismo se “están utilizando las estrategias de Goebbels”, supuestamente por utilizar estas viejas prácticas hitlerianas y criticar el nepotismo, la corrupción y otros temas que exacerba el estado de ánimo de todos los venezolanos. Y este pretexto sirve al gobierno para echarle la culpa a los medios de comunicación social del país, al imperio, a los apátridas, a la derecha reaccionaria y a la tan mentada «guerra económica» aplicada por Estados Unidos y la Comunidad Europea.

Al respecto, es necesario hacer acotaciones a tamaños dislates por parte del régimen de Maduro, pues cualquier organismo internacional podría imaginarse que este país no solo tiene corruptos sino también ignaros, no siendo del todo así, ya que pese a que los gobiernos hambreadores de Hugo Chávez y Nicolás Maduro no se han preocupado de los derechos ciudadanos señalados en la Constitución Nacional, Venezuela es generalmente un pueblo ávido de cultura.

Joseph Goebbels es nada menos que aquel hombrecillo designado en 1933 como ministro de Propaganda del régimen genocida de Adolf Hitler. Su designación fue producto de la arbitrariedad de un psicópata que ofreció un imperio de mil años, actitud que copió el hijo de… Sabaneta, quien en numerosas ocasiones no desperdició la ocasión para amenazar al pueblo venezolano de que su ya malgastada revolución dizque socialista del siglo XXI perduraría por muchos años más, incluso en cierta ocasión subrayó por siglos.

A cualquier ser normal le sobran razones para despreciar la figura siniestra de un lisiado que paradójicamente simbolizó la denominada raza superior. Sin embargo, no se puede negar que abrigó ideas muy innovadoras tocante al arte de influir sobre las masas, lo cual también ocurre en gobiernos de mediocres, cuando engañan sin el mínimo pudor. En Venezuela esta práctica es recurrente, por boca del propio inquilino del Palacio de Miraflores, con preaviso de desalojo; de sus ministros (¿?); enchufados; bolichicos que defienden sus alforjas llenas de dinero y de quienes tarifados acuden presurosos a aplaudir como focas todos los dislates verbales que el hijo de… Cúcuta pronuncia en sus cansonas apariciones en cadena por televisión y emisoras del Estado, vendiéndose ahora como el líder obrero amante de la paz, la democracia y del socialismo a ultranza.

La estrategia única de Goebbels no se afincó en el nepotismo, pese a que esta brutal intromisión de parientes en cargos públicos no estaba prohibida en la etapa hitleriana. Tampoco hubo narcotráfico o narcotraficantes vinculados con el gobierno del sanguinario Fuhrer alemán, pues en ese tiempo las mafias de las drogas estaban lejos de tener el rol estelar que actualmente les permite participar en campañas políticas y en gobiernos de corte fascista, signados por el populismo, la demagogia y la mitomanía.

La estrategia del endemoniado Goebbels, convencido de que su misión era la de influir en el pueblo, consistió en que su propaganda era el mejor medio de lograrlo. Tanto así que en un discurso del 16 de marzo de 1933 habla de ello casi apasionadamente: “Un gobierno como el nuestro, obligado a tomar medidas de muy largo alcance, tiene que preparar el terreno por medio de la propaganda, con objeto de atraer a las gentes hacia sus miras. Iluminar al público es algo esencialmente pasivo; la propaganda es cosa activa. Estamos decididos a trabajar a las masas hasta que caigan en nuestros brazos” (Cualquier parecido con personas de la vida real es mera coincidencia).

Las diversidades del lenguaje, las ideas, los códigos sociales, las técnicas, las concepciones artísticas, éticas y religiosas son elementos propios del mundo humano que conforman la cultura que es, por tanto, característica del hombre. Los animales pueden crear sociedades disciplinadas y orgánicas, pero nunca producen ese objetivo único que es la cultura.

En forma especial, el lenguaje es vital para no cometer errores que sean verdaderos horrores culturales. El lenguaje permite a los seres humanos y solo a ellos construir ese sistema de símbolos comunes que es la cultura, que se convierte en el estado natural característico del hombre, un medio además del que el propio hombre es autor.

Un gobernante que respete a su pueblo debe manifestarse ante los ciudadanos con sanos propósitos; de hacerlo así propenderá a la formación de un Estado con bases éticas y jurídicas que consoliden una gran nación, ya que de no cumplir con el colectivo tendrá la responsabilidad histórica y allí quedará plasmada. El gobernante ignorante no puede dedicarse a la parlanchina tarea de repetir como un loro algunas frases que fueron recogidas al paso; simplemente está obligado a un meditado silencio y una profunda reflexión, a fin de esperar que el tiempo obre el milagro para que se digan y se practiquen cosas sensatas.

Esas cosas sensatas, reales más no virtuales de las que el pueblo está cansado desde hace mucho tiempo, y que cada día parece extinguirse, para alegría de millones de venezolanos, ávidos de un cambio que haga posible el retorno de la democracia y con ella, la restitución de todos los derechos: sociales, libertad de expresión y de prensa, y el fiel cumplimiento de la letra de la Carta Magna.

NOTA APARTE: Celebramos con íntima satisfacción y orgullo los 75 años de vida del diario El Nacional, ícono del periodismo venezolano con trascendencia en el exterior, medio impreso en cual laboramos al lado de una generación, de la cual aprendimos valiosas lecciones en el ejercicio de nuestra profesión.

@_toquedediana // [email protected]


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