Los últimos números señalan que hoy hay 3,4 millones de migrantes y refugiados venezolanos en todo el mundo que salieron desde 2017, con la proyección de que este número pueda llegar a 5,9 millones para el cierre de 2019. Sabemos que 80% de estos migrantes y refugiados se están asentando en países de Suramérica, Colombia y Perú (con 1,2 millones, y 700,000 respectivamente) siendo los que más están recibiendo. Sin embargo, hay un número importante de venezolanos también en Estados Unidos.

¿Pero cuántos venezolanos hay en Estados Unidos?

Según datos del Pew Research Center, en 2013 habían alrededor de 248.000 venezolanos en Estados Unidos, un número que ha venido incrementando si incluimos los que han llegado entre 2017-2019, y los más de 70,000 que han pedido asilo en los últimos cuatro años. Venezuela también es el país número uno en aplicaciones de asilo. Y al mismo tiempo, los venezolanos también son el mayor número de nacionales que sobrepasan el período de visas (no-migrantes) autorizado entre los hispanos que son admitidos en Estados Unidos. Hay muchos otros que han podido acceder a la Residencia Permanente (la famosa greencard), tal como ha documentado la ONG Visión Democrática, por razones laborales, o por reunificación familiar, entre otras razones.. Y al mismo tiempo, los venezolanos también son el mayor número de nacionales que sobrepasan el período de visas (no-migrantes) autorizado entre los hispanos que son admitidos en Estados Unidos. Hay muchos otros que han podido acceder a la Residencia Permanente (la famosa greencard), tal como ha documentado la ONG Visión Democrática, por razones laborales, o por reunificación familiar, entre otras razones.

El sur de la Florida tiene una de las comunidades más grandes de expatriados en Estados Unidos. Ya sabemos que la mayoría está en Miami y áreas aledañas, aunque hay también concentraciones de venezolanos en otras ciudades como Houston, Boston, Nueva York, Washington, DC y en algunas ciudades en California.

Mientras que en Suramérica tenemos el terrible fenómeno de los caminantes venezolanos, es decir, los que se van a pie desde Venezuela hasta sus países de destino, en Norteamérica estamos escuchando cada vez más de un nuevo fenómeno que habrá que monitorear. Recientes reportes anecdóticos confirman la situación de venezolanos que, teniendo pasaporte, y algún patrimonio para trasladarse, pero no teniendo visa para subirse a un avión a Estados Unidos, están apareciendo en la frontera con México solicitando asilo en Estados Unidos. Muchos están siendo puestos en centros de detención migratoria esperando una respuesta sobre su caso. ¿Cuántos venezolanos son? ¿Quiénes son? ¿Son más mujeres que hombres? ¿Hay menores no acompañados? Todas estas son preguntas sobre las que seguramente empezaremos a tener información pronto.

Para quien se sobrepasó del tiempo de su visa, para el migrante venezolano en situación irregular en Estados Unidos, el Estatus de Protección Temporal (o TPS, por sus siglas en inglés) puede ser la solución de su situación de vulnerabilidad legal.

¿Qué es el TPS?

El Estatus de Protección Temporal es una medida de protección temporal que otorga permanencia legal a personas que han tenido que dejar su país forzadamente debido a una situación particular en su país de origen, usualmente un desastre natural, conflicto o inestabilidad sostenida. Puede ser aprobada por el congreso o por orden ejecutiva, y se ha usado en Estados Unidos para proteger a los salvadoreños desplazados por la guerra civil en los años ochenta, a los hondureños y nicaragüenses que fueron víctimas del huracán Mitch, y a los haitianos después del terrible terremoto de 2010.

La mayoría de países suramericanos han adoptado alguna forma de protección temporal, como fue documentado en un reciente policy brief de la OEA y el Migration Policy Institute. Estados Unidos podría hacer lo mismo.

Los críticos del TPS señalan que estas medidas no protegen a estas poblaciones en el largo plazo. Es cierto, ¿qué hacemos cuando la duración de estas medidas expira?¿Qué pasa si las personas ya se asentaron en el país? ¿Y si no quieren irse porque encontraron un excelente trabajo o se enamoraron y armaron su familia? Esto aplica para las medidas que se adopten en Estados Unidos, pero también para todos los países que están dando protección temporal a venezolanos: es vital pensar en el mediano a largo plazo para atender estos flujos migratorios, y operar en una lógica de integración, aprovechando las contribuciones que estas poblaciones pueden hacer.

En ausencia de estas medidas de largo plazo, sin embargo, y para proveer una solución de protección para los venezolanos que quieren estar en Estados Unidos con un estatus regular, es clave avanzar la discusión sobre la adopción del TPS para los venezolanos.

En diciembre de 2018, tres senadores demócratas y un republicano introdujeron el Acto Legislativo titulado “Estado de Protección Temporal y Asistencia de Asilo de Venezuela de 2018.” Con la medida propuesta, el senador Bob Menéndez (DN.J.), miembro de mayor rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, fue acompañado por los senadores Marco Rubio (R-Fla.), Dick Durbin (D-Ill.) y Patrick Leahy (D-Vt.) en una legislación bipartidista que busca otorgar el estatus de protección temporal para los venezolanos elegibles que huyen de las extremas condiciones en el país de origen y para brindar apoyo a los sistemas de migración en los países alrededor de Venezuela. Un proyecto de ley similar fue introducido en la Cámara de Representantes en enero de 2019. Estas medidas están siendo discutidas. También ha habido información de que el presidente Trump está considerando una orden ejecutiva al respecto. Para persuadirlo, en marzo de 2019, los senadores Durbin (D-Ill) y Rubio (R-Fl) escribieron una carta bipartidista pidiéndole que considere a Venezuela para el TPS. Se sumaron 24 miembros del Congreso en esa firma.

Aunque no es un desastre natural, lo que ocurre en Venezuela amerita una discusión seria sobre la urgente aprobación del TPS para los venezolanos en Estados Unidos. Los venezolanos venimos con un bonus. Los migrantes y refugiados venezolanos en Estados Unidos tienen altos niveles de educación, están en edad productiva y están hambrientos de trabajar, de producir y de contribuir a este país. Estados Unidos debe aprovechar este talento. No hay tiempo que perder.

* Los puntos de vista son personales. No representan la posición de la OEA. 


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