Es preciso denunciar, pero más importante, anunciar. Veámoslo en síntesis.

1. Las denuncias abundan, por desgracia, en la Venezuela de hoy. 

–La causa principal del desastre nacional es el proyecto dictatorial totalitario, socialista comunista del régimen. Lo han repetido los obispos.

–El socialismo del siglo XXI, “real”, es  un capitalismo de Estado, hipercentralizador, con dos clases: nomenklatur privilegiada y  población dependiente.

–Interés  prioritario de esta dictadura militar socialista es perpetuarse y afianzarse; la suerte (alimentación, salud, libertad) de la gente es secundaria.

–Mientras el pueblo es más dependiente, pobre, ignorante, pasivo, mendicante, temerosa, es mejor para el régimen, pues lo domina más fácil.

–Masificación: carnet de la patria obligatorio (=666, marca de la bestia apocalíptica), requerido para  recibir comida, medicinas, empleo, pensión….

–Venezuela despoblada: el régimen busca que los no rojos dejen el país y queden solo los partidarios, los silenciados y los impedidos de emigrar.

–Culto de la personalidad (tipo  Stalin): el gran jefe decide todo, aparece en todo, habla por todos; es inapelable, infalible, intocable, todopoderoso.

–Pensamiento único: educación, MCS (hegemonía comunicacional),  entes culturales, deben moldear un único modo de pensar: Ideología del socialismo del siglo XXI.

–El sistema es mezcla de militarismo, ideología marxista, narcorrupción,  neocolonialismo (de Cuba, China, Rusia…), santería, atavismo caudillesco.

–La ilegítima e inconstitucional ANC se erige como omnipotente, encarnación del soberano, poder absoluto. Puede prolongar el mandato del presidente directamente, etc, etc.

–Régimen con otra moral. Niega crisis humanitaria y derechos humanos; degrada el lenguaje (odio=amor) y pervierte el “diálogo” (=juego y mercado).

–La Fuerza Armada es parte substancial y sostén principal del régimen, alineada por el Alto Mando con un proyecto político-ideológico inconstitucional.

        

2. El anuncio reúne  propuestas concretas hacia la solución de la crisis.

–El pueblo soberano es el poder originario, constituyente. Pregúntesele a él –no al gobierno, oposición o grupos– qué quiere como futuro del país.

–Pregúntesele: si quiere o no este régimen socialista comunista; si ordena convocar una constituyente y  la  formación de un gobierno de transición.

–La respuesta del soberano debe ser mediante voto universal, libre (no bajo presión), secreto, con CNE imparcial y veeduría-garantía ONU, OEA, UE…

–Condición indispensable (sine qua non) para salir de la crisis es disolver la ANC y reconocer a la AN como expresión válida del soberano.

–Abrir con urgencia canales humanitarios con participación efectiva de la sociedad civil y como derecho humano fundamental.

–Liberación de todos los presos políticos como ineludible exigencia constitucional y  respeto a derechos humanos básicos.

–Hacer de los MCS del Estado un real servicio público, sin monopolio gubernamental, con participación de la comunidad política y la sociedad civil.

–Reformular la política petrolera en perspectiva de diversificación productiva y ahorro sensato, con participación privada y esmerado cuido ecológico.

–Superar la mentalidad rentista petrominera de “país rico” mediante seria educación para el trabajo, la corresponsabilidad y la innovación.

–Pasar del actual centralismo político-administrativo a una descentralización según los principios de solidaridad, participación y subsidiaridad.

–Priorizar la educación integral como recurso y factor primarios de progreso nacional, atendiendo debidamente a los distintos actores educativos.

–Promover una cultura de civilidad frente a la matriz histórica militarista, y de robustez institucional frente a las continuas rupturas y recomienzos. 

–Cultivar valores como honradez, verdad, servicio, calidad moral y espiritual frente a: “viveza criolla”, superficialidad  y débil aprecio del bien común.

–Privilegiar apoyo a la familia como célula fundamental social, santuario de la vida y primera escuela en los aspectos básicos de la existencia.

La historia es pasado que se recibe, pero, sobre todo, futuro que se construye.


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