A finales de la semana pasada el presidente del Subcomité de Asuntos del Hemisterio Occidental del Congreso de Estados Unidos solicitó al Ejecutivo Nacional de ese país prestarle atención particular a los contratos recientemente celebrados entre Petróleos de Venezuela y la empresa rusa Rosneft. La razón era una sola: una transacción de endeudamiento entre Pdvsa y esta empresa rusa mayoritariamente estatal, que involucra una garantía prendaria sobre importantes activos petroleros ubicados en Estados Unidos pudiera “atentar severamente contra la seguridad nacional de Estados Unidos y su independencia energética”.

Puesto en palabras pedestres, lo que lo anterior significa es que una entidad estatal del norte denominada CFIUS se ocupará en las semanas por venir de determinar la vulnerabilidad de Estados Unidos y el establecimiento de sanciones y de acciones legales pertinentes frente al hecho de que el gobierno de Venezuela, motivado por la debilidad económica de nuestra estatal petrolera, y el destrozo del país como un todo, ha tomado la decisión de endeudarse mil millonariamente entregando en prenda importantísimos activos de la empresa Citgo, establecida en suelo estadounidense.

Algunas consideraciones ilustran sobre la importancia de lo que está ocurriendo en este terreno, todo ello vertido explícitamente en el citado documento:

1.-  La industria energética es estratégica para los americanos.

2.-  Rusia es objeto a esta fecha de sanciones económicas por hechos geopolíticos que no es el caso discutir en este momento.

3.- El gobierno revolucionario venezolano cubano –a través de Petróleos de Venezuela y su filial Citgo– es hoy “el mayor propietario extranjero de capacidad refinadora doméstica y de una red de oleoductos y terminales ubicados en 24 estados” del territorio de Estados Unidos.

4.- Petróleos de Venezuela obtuvo de Rosneft un préstamo de 1.500 millones de dólares con garantía prendaria de 49% de las acciones de Citgo.

5.- La falta de solvencia y los faltantes de liquidez de Petróleos de Venezuela han sido motivo de alarma de todos los analistas financieros que siguen sus papeles.

6.-Rusia, en su relación con Estados Unidos, tendría mucho que ganar si tal transferencia de activos se produjera por una incapacidad de pagos de Venezuela y ello iría en franco “detrimento de intereses norteamericanos con serias implicaciones para la seguridad nacional”. 

El caso es que Venezuela le tocará hacer frente en un futuro próximo a acciones aun indeterminadas de parte de Estados Unidos que involucran materias para ellos muy trascendentes.

Mientras tanto, la situación en nuestro país es que el Tribunal Supremo de Justicia mantiene entre sus manos, aun hoy, la capacidad decisoria en materia de endeudamientos externos y grandes contrataciones estatales, a pesar de la revocatoria de la decisión parcial que sustrajo las facultades de la Asamblea Nacional.

Lo que todo ello implica es que tanto por el lado de Venezuela y por el lado de Estados Unidos por igual, estos temas se han convertido en estratégicos y, por definición, en temas de interés nacional.

Solo que las razones no son coincidentes, sino que más bien van en camino de una franca colisión…  


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