De todas las esquinas de Colombia surgen propuestas para sumar esfuerzos políticos de manera de alzarse con la Presidencia en las elecciones que se celebrarán en 2018. El rumbo que tomará el país y la implementación de los acuerdos de paz a partir del hito electoral del año entrante, que incluye al Poder Legislativo igualmente, es algo en lo que todas las fuerzas políticas quieren participar de manera determinante.
No es para menos. La paz firmada por Juan Manuel Santos con los terroristas determina una nueva realidad nacional sobre la cual ya hubo una votación plebiscitaria, de la cual no salió airoso el presidente de la República, su principal artífice. Por otro lado, la forma perversa en que esa paz de cuño Santos se está desarrollando les da la razón a los detractores del Acuerdo de La Habana…
Quien tiene los mejores pronósticos es el Centro Democrático cuya frontalidad en contra de los acuerdos paz le asegura un buen número de seguidores, pero este tendrá que batallar contra el poder estatal que echará el resto por conseguir un sucesor que garantice la integralidad de los acuerdos y de su ejecución.
En la segunda convención de esta agrupación liderada por el presidente Uribe, quien ha dotado al partido de un rápido crecimiento y consolidación a partir de los buenos resultados de los años 2014 y 2015, ya se está hablando de alianzas para la recta final del ejercicio democrático del voto que incluye la Presidencia y el Congreso.
Los nombres que se han barajado en el CD para liderar la pelea electoral en contra de quienes detentan el poder hoy en día en el Palacio de Nariño han sido unos cuantos: el procurador general de la nación Alejandro Ordóñez, la ex ministra Marta Lucía Ramírez, el senador Iván Duque, el ex ministro Juan Lozano Ramírez, el ex ministro y ex candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, el ex vicepresidente Francisco Santos, Carlos Holmes Trujillo y el ex senador Juan Carlos Vélez.
Quedó muy claro en este foro que aún no hay un candidato verdaderamente fuerte.
La novedad es que el líder del partido, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez –quien en este momento es el político con el más alto nivel de favorabilidad en el país, con 49%– ha declarado, al cierre de la convención, que su tolda llegará al proceso electoral armado de importantes alianzas. Su único norte es defenestrar al gobierno de turno y asegurarse, en segunda instancia, una reversión significativa de los elementos del pacto de La Habana con un congreso ampliamente mayoritario. Es claro, pues, que habrá concesiones que hacer para alcanzar esas metas.
En esa convención participaron importantes figuras de otros partidos, incluyendo a las izquierdas, lo que no permite sacar conclusiones todavía sobre hacia dónde apuntará el partido más importante de la oposición a Juan Manuel Santos. Fue particularmente notoria la intervención de Angelino Garzón, ex vicepresidente de Juan Manuel Santos, a quien le faltó muy poco para hacer saber sus aspiraciones presidenciales. Y quien puso sobre el tapete un género de alianzas amplias entre los representantes del No (en el referendo a la paz de Santos) de octubre pasado y los defensores del Sí. Una tarea harto difícil de alcanzar.
Sin embargo en esta precarrera electoral colombiana la balanza se inclina bastante a favor de los detractores del presidente Santos en este punto y hora. Este acaba de conseguir en las encuestas que 85% de los colombianos considere su gobierno como un perfecto desastre y ello da pie para que cuajen alianzas entre todos los partidos.
Habrá que ser creativos y estar dispuestos a hacer concesiones en terrenos vitales para el país. El juego va a ser en extremo interesante.