No solo en la oposición se mueven los cimientos, también en el chavismo. Preparados para continuar la ruta sin Nicolás Maduro comienzan a barajarse nombres que puedan tomar el testigo y enfrentar en unas hipotéticas elecciones al ungido por la oposición, que no parece ser otro que Juan Guaidó.
Entre Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, y Héctor Rodríguez, gobernador de Miranda, parece estar el consenso, por ahora. Padrino sería el lógico aspirante militar, toda vez que garantizaría la estabilidad de ese estamento y la posibilidad de continuar con los negocios, luego de hacer algunos maquillajes pertinentes que le permitieran distanciarse algo de la gestión de Maduro. Eso no parece posible con Néstor Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz.
Algunos señalan a Padrino como una suerte de reformador a futuro, quizás como le tocó en su momento a Eleazar López Contreras, otrora ministro de Guerra y Marina de Juan Vicente Gómez, el militar de carrera más influyente en su época, antes de convertirse en el sucesor del dictador.
Otro que entendió que el destino le daba esa misión fue el vicealmirante Wolfgang Larrazábal, que fue presidente de la Junta de Gobierno de 1958, que derrocó a Marcos Pérez Jiménez. Aunque el destino no lo invistió como presidente de la República, la historia lo recordará como un militar de talante democrático y muy carismático.
¿Padrino puede ser como López Contreras o como Larrazábal?, nos preguntamos. Por lo menos se ha visto en el pasado reciente envuelto en rumores sobre frecuentes saltos de talanquera. Es de recordar que The Washington Post publicó en enero que el ministro habría pedido a Maduro que dimitiera, lo que fue desmentido. También se asegura que no está de acuerdo con las directrices que se han dado en relación con los colectivos. Él, sin embargo, ha hecho varios pronunciamientos de apoyo a la revolución bolivariana, por lo que su deserción, en caso de que llegase a darse, sería un secreto muy bien guardado.
John Bolton, asesor de seguridad del gobierno de Estados Unidos, lo ha interpelado directamente varias veces y le ha pedido defender a los venezolanos:“General Vladimir Padrino: la voluntad del pueblo venezolano es ser libre. Defiéndalo y a la Constitución de la corrupción de Maduro, los paramilitares de Diosdado y la represión de Cuba. Sea parte de la solución”, publicó en Twitter el pasado 30 de marzo en uno de sus últimos señalamientos. ¿Sabrá algo Bolton que nosotros no sabemos?
En todo caso, Padrino podría convertirse en un personaje histórico si logra amalgamar los intereses del chavismo y deslindarse de los desastres de la gestión de gobierno actual, que pareciera no tocar fondo, y enrumbar al país en otra dirección, aunque sea temporalmente. Sería incluso un bálsamo para los mismos seguidores de Maduro, que se les ha hecho más cuesta arriba sobrevivir en medio de las sanciones del gobierno de Donald Trump y de la Unión Europea.
No tengo la certeza de que eso pueda pasar, pero no suena descabellado. Padrino, ¿das un paso al frente?