Para el 5 de abril de 2017, los precios de los futuros del crudo West Texas Intermediate o WTI se ubicaban sobre los 51 dólares por barril. La cifra anterior se traduce en que la cesta de crudo venezolana se cotizaba unos 7 dólares por barril por debajo, es decir, a 44 dólares por barril.

Hay cuatro trabajos de reciente publicación que argumentan en torno al colapso de Pdvsa.

En primer lugar está el de Armando Romero fechado 3 de abril de 2017, publicado en el portal de Prodavinci y titulado “El colapso de la producción petrolera continúa”. De acuerdo con Romero, “las fuentes oficiales (comunicación directa) y no oficiales (fuentes secundarias), publicadas por OPEP, evidencian la continuación en el colapso de la producción petrolera que comenzó a mediados de 2015”. A lo anterior se le suma una pérdida acumulada de producción desde enero de 2016 que supera los 320.000 barriles. Según Romero, hay una relación causa-efecto entre la disminución de la producción y la disminución de las inversiones en Pdvsa.

En segundo lugar está el trabajo de Antonio de la Cruz publicado en el portal de La Patilla, fechado el 30 de marzo de 2017 y titulado “La producción de Pdvsa no da pa más”. Sustentando sus argumentos en fuentes secundarias, Antonio de la Cruz afirma que las cuentas de Pdvsa para cumplir con sus clientes no dan, y que su respuesta será sacrificar el mercado interno a fin de poder obtener una cantidad marginal de efectivo en dólares que le permita las siguientes cinco acciones: comprar los insumos para las bolsas CLAP, pagar el servicio de la deuda externa, renovar los préstamos del Fondo Chino, pagar las asesorías de Cuba y financiar el apoyo del Caribe en los organismos multilaterales.

El tercer trabajo es el de Igor Hernández y Francisco Monaldi titulado “Weathering Collapse: An Assessment of the Financial and Operational Situation of the Venezuelan Oil Industry”, publicado el pasado mes de noviembre de 2016 por el Center for International Development at Harvard University. La Tabla 27, página 42 y la Figura 17, página 45, así como las Conclusiones, página 51, dicen lo siguiente: Pdvsa no genera efectivo en sus operaciones y, aunque suban los precios de su cesta y lleguen a 60 dólares por barril, su Flujo de Caja de Operaciones ya no sería negativo pero sería cero. En palabras más sencillas, su punto de equilibrio, desde la perspectiva del efectivo operacional, está en 60 dólares por barril.

Finalmente, el cuarto trabajo es la publicación del Fondo Monetario Internacional titulada “Commodity Market Monthly” de fecha 15 de febrero de 2017. En su página 20 proporciona las probabilidades de que el WTI alcance un determinado precio. Pues bien, las probabilidades de que se alcance un precio mayor a 67 dólares por barril (60 dólares para la cesta venezolana) son de 5,3% para abril, de 9% para junio 2017, de 12% para septiembre de 2017 y de 13% para diciembre de 2017. También en palabras más sencillas: la probabilidad de que la cesta de crudo venezolana alcance dicho precio de equilibrio son bajas.

Si además de lo anterior consideramos la ahora precaria situación internacional de Venezuela, las visibles y crecientes fisuras internas del chavismo y el promisorio tonto protagonismo del presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, entonces sabremos que hemos llegado a otro momento interesante: los hechos han configurado una ventaja para la oposición.

Nicolás Maduro está cometiendo errores como nunca imaginó y por los momentos ha reculado para respirar. Ojalá y no se le ocurra a la oposición darle oxígeno y sentarse a dialogar de nuevo.

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