El término filosófico agnosticismo estaba originalmente relacionado con temas relativos a la existencia de Dios y era una corriente de pensamiento intermedia entre ateos y creyentes sobre la divinidad o también sobre la vida después de la muerte.

Debido a que en las ciencias informáticas, la tecnología ha evolucionado a pasos gigantes, desde la máquina analítica de Charles Babbage, hasta la computación cuántica actual, con el lenguaje binario hasta los lenguajes orientados a objeto como es C# 2022, desde las estructuras de datos basadas en archivos planos e indexados, hasta los manejadores de bases de datos relacionales y no relacionales, con diversidad de sistemas operativos, muchos cambios de herramientas o plataformas tecnológicas y de telecomunicaciones, los especialistas de estas áreas hemos tenido que adaptarnos a los cambios e investigar, aprender, reaprender y reemplazar paradigmas –algunos ya obsoletos– y así es como se ha creado el concepto conocido como agnosticismo tecnológico, emulando al término filosófico original.

El agnosticismo tecnológico es una forma de pensar y de actuar en la que los consultores de soluciones computacionales no podemos casarnos con algún tipo de marca de productos o tecnología específica, sino que debemos tratar de entender y conocerlas todas –hasta donde sea humanamente posible– y el mantenernos actualizados es uno de nuestros mayores retos o quizás tragedias, para darle a cada plataforma y herramienta existente su justo valor y utilidad, a la hora de decidir cuál de ellas utilizar, sin tratar de endiosar alguna o demonizar a otra, siendo que en algunos casos podemos proponer soluciones tecnológicas de tipo híbrido, pues no actuamos como predicadores ni conocedores de la verdad absoluta e inicialmente nos enfocamos en conocer a fondo el problema planteado por nuestro cliente, hasta poder ofrecerle la mejor solución a sus necesidades, que debe ser: eficiente, eficaz, escalable, migrable, sostenible en el tiempo y lo más independiente posible, buscando la mayor economía con los recursos disponibles.

Así como hemos aplicado el concepto de agnosticismo a la tecnología, también es posible utilizarlo en las dimensiones que integran el pensamiento humano, que en mi opinión son: economía, política, geopolítica, religión y comunicación y en este  breve artículo escribiré sobre el agnosticismo geopolítico, debido a que estamos a pocos pasos de una hecatombe a nivel mundial, que puede tener repercusiones inimaginables para la continuidad de la vida humana en la tierra, si los seres pensantes no logramos detener la locura belicista actual y la irresponsabilidad de sus apologistas, dentro de los cuales están los especuladores y los vendedores de armas.

Cuando en tecnología de información hay que buscar alguna solución de sistemas, empezamos el proyecto por la fase de definición, que nos permite conocer en profundidad el problema existente, junto con la organización empresarial, para determinar cuáles son las personas clave, los procesos del negocio, las expectativas, los requerimientos y los alcances de la solución esperada y en mi opinión, esta es la fase más importante de cualquier proyecto de sistemas de información.

En el caso de la guerra de Rusia contra Ucrania, podríamos pensar que las personas clave son Vladimir Putin, Joe Biden, Volodimir Zelensky, los líderes de los gobiernos de la Unión Europea y algunas otras organizaciones y personajes que actúan en la sombra y que están pendientes por determinar.

A grandes rasgos y sin querer profundizar sobre el tema –pues esas son actividades exploratorias propias de la fase de definición– quizás existe una gran desconfianza entre las partes involucradas, relacionada con la seguridad e integridad de los países en conflicto, pero es posible que una investigación más profunda, determine que existen otros problemas adicionales, debido a que en ocasiones anteriores las causas de las guerras han sido: económicas, religiosas, políticas o geopolíticas, donde se busca imponer la hegemonía de un grupo social sobre otro grupo y en la mayoría de los casos los objetivos eran: someter, esclavizar, expoliar, destruir o apropiarse de los recursos humanos, naturales y los activos de los perdedores.

Para realizar una buena fase de definición, es necesario que existan los líderes adecuados que se encarguen de ejecutar las actividades exploratorias propias de esta fase y aquí es donde considero que podría crearse un equipo de líderes mundiales que sean estadistas de alto nivel, tales como son: Antonio Guterres –secretario general de la ONU–, el Papa, Xi Jinping, el rey Carlos III, además del rey Felipe VI, Angela Merkel, Donald Trump y algunos otros líderes mundiales de buena voluntad, que quieran la paz y deseen evitar un Armagedón u holocausto nuclear, tal como lo mencioné en un artículo de opinión anterior, llamado Irracionalidades belicistas (1).

Como actividad preliminar de la fase de definición, los líderes anteriores serían los encargados de negociar inicialmente y de manera inmediata, una tregua y un cese al fuego entre Rusia y Ucrania, mientras logran escuchar a todas las partes en conflicto, para luego analizar, diseñar, proponer e implementar la mejor solución pacífica posible, que satisfaga los requerimientos de los contendores directos e indirectos y del resto del mundo.

Para buscar una solución de suma positiva –donde todos ganemos– es necesario aplicar una especie de agnosticismo geopolítico, donde priven la honestidad, la sinceridad y la imparcialidad, de la misma forma como los informáticos utilizamos el agnosticismo tecnológico, sin ningún tipo de sesgo, donde estamos dispuestos a escuchar al cliente, evitando por todos los medios el uso de adjetivos calificativos despectivos, la búsqueda de culpables e inocentes o peor aún, tratar de endiosar a una de las partes satanizando a las otras partes, pues en este caso particular de Rusia contra Ucrania, cada uno de los participantes tiene su propia historia de: errores, aciertos, fortalezas, debilidades, acciones, omisiones, horrores y sufrimientos, siendo que quienes pagan los platos rotos han sido los ciudadanos más humildes y además, hay que tener en cuenta el sabio proverbio que afirma “con chireles no se cazan avispas” del que se podría derivar otro adagio que afirme “con amenazas y sanciones no se resuelven los conflictos mundiales”.

(1) https://www.elnacional.com/opinion/columnista/irracionalidades-belicistas


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