Estamos en el inicio de la 4RI que no solamente transformará la mayoría de las industrias y negocios, sino que también tendrá un impacto amplio en nuestras carreras.

Esta 4RI está trayendo cambio e innovación a un ritmo sin precedente, estimulado por avances tecnológicos como la Inteligencia Artificial, Internet de la Cosas, Aprendizaje de Máquinas (Machine Learning), Big Data y otros. En este ambiente, se necesita agilidad para adaptarse a las cambiantes tecnologías y nuevas maneras de hacer negocios, por lo que el personal necesario en este momento puede ser drásticamente diferente del equipo de trabajo que se necesite en un futuro cercano. Esto ha conllevado a una planificación de los recursos humanos mucho más flexible, en la cual se crean equipos de trabajo con el talento necesario, compuesto por un grupo esencial, y con contratistas que aportan labor para un proyecto específico. Se ha acuñado un nuevo término para este fenómeno laboral llamado Gig Economy.

Gig economy (lo que podría traducirse por “economía de pequeños encargos), define esa situación laboral en la que seremos contratados puntualmente para trabajos esporádicos en los que aportaremos todo lo necesario para la actividad. Uber es un buen ejemplo: no posee automóviles, no contrata conductores, tampoco busca los clientes. Es una aplicación que pone en contacto a unos y otros, y que provee servicios puntuales de profesionales no calificados y no sometidos a ninguna regulación.

Las últimas novedades tecnológicas están priorizando el desarrollo de modelos que deriven las actividades hacia manos tecnológicas y concentradas. Amazon o Spotify son buenos ejemplos. Empresas como Facebook y Twitter fueron el punto de partida: ponen en contacto a productores y consumidores de información sin tener que producir ningún contenido; somos nosotros quienes voluntariamente los generamos, y además gratis.

¿Y cuál es el nuevo modelo? Uno en el quienes realizan los servicios aportan todo (su conocimiento, sus instrumentos, sus vehículos, su mano de obra). Los que están en favor de la Gig Economy argumentan que permite que trabajemos cuando queramos y a nuestro ritmo. Los detractores subrayan que es todo lo contrario: se corre con todos los gastos derivados de la actividad y son pagados con una cantidad menor, obligándose a trabajar mucho más para alcanzar una cantidad digna, siempre y cuando salga el trabajo suficiente.

En todo caso, la realidad es que hay un cambio de contratos de trabajo a tiempo indeterminado, a cada vez más a tiempo determinado, muy puntuales o free-lancing. Este cambio requiere que los profesionales manejen sus carreras como un negocio. Los profesionales que se preparen y adiestren integralmente para suplir las necesidades y recursos que los clientes requieran, comandarán su futuro profesional.

Afortunadamente, existen recursos en Internet que permiten adquirir destrezas de manera rápida y a bajo costo (incluso gratuitamente). Son esos profesionales que adquieran nuevas destrezas y/ conocimientos que se mantendrán mercadeables en esta economía cambiante.


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