Campesinos fallecidos en La Victoria a causa de minas antipersonas

La población atrapada en medio del conflicto

Colombia, desde 1960, sufre por la violencia desatada por los grupos irregulares; sin embargo, el Estado colombiano ha sorteado constantemente la violencia para intentar construir la paz. El conflicto que desarrolla las FARC y el ELN, se ha trasladado a Venezuela, donde avanza peligrosamente dejando miles de victimas a su paso, a diferencia de Colombia la denuncia que sacude al país, es la alianza de sectores del régimen venezolano con componentes de estas organizaciones terroristas.

La franja fronteriza entre el estado Apure y las poblaciones colombianas es el epicentro de la confrontación armada, que puede extenderse a otros sectores del país, pues ambas naciones comparten 2.219 kilómetros de frontera, por ahora el conflicto se acentúa peligrosamente con variaciones de los protagonistas, al mismo paso que aumentan los combates y las muertes selectivas, de familiares, amigos y colaboradores de todos los grupos que finalmente se disputan el control del territorio, los pasos estratégicos para el comercio ilegal de minería y cocaína, que son las principales fuentes de financiamientos de estas organizaciones.

Desde el primero de enero se reedita la guerra en las poblaciones colombianas, siendo Tame, Saravena, Fortul y Arauquita severamente afectadas por las explosiones de carros bombas, en diferentes zonas residenciales. Si bien el Estado colombiano no está siendo amenazado, la violencia va en aumento afectando a todos sus ciudadanos, estos trágicos eventos deberían ser suficientes para que las autoridades venezolanas reflexionen para impedir que estas acciones se trasladen totalmente a nuestro territorio.

La muerte de dos campesinos con una mina, en una unidad de producción agrícola de La Victoria, nos advierte de la muerte de más inocentes por parte de las despiadadas conductas de estos grupos. También el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, anunciaba el desmantelamiento de un laboratorio de minas antipersonas en el Meta, frontera con el estado Apure, donde además 26% de la población de Puerto Páez, parroquia Codazzi del municipio Pedro Camejo, se ha desplazado hasta Puerto Carreño. Según los reportes de las autoridades colombianas, en voz del defensor del pueblo, Dr. Carlos Camargo, buena parte de los desplazados y los migrantes deambulan en el vertedero de basura buscando desperdicios para comer; la situación es dramática y dolorosa con todos los apureños que huyen del conflicto armado.

También se ha conocido por parte de los habitantes de los poblados de La Macanilla, Cinaruco y otros sectores indígenas que las FARC compran todos los cilindros que pueden de gas doméstico para construir minas caseras y continuar aterrorizando a los habitantes.

Las FARC vs ELN

Las FARC de origen campesino se fragmentaron producto del intento de paz, gestado por el presidente Juan Manuel Santos, dando paso a las rivalidades entre el Décimo Frente al mando de Gentil Duarte, que es quizás el grupo armado de más poder militar, y la denominada Segunda Marquetalia comandada por Iván Márquez, de menor fuerza de combate pero con enorme capacidad financiera, el Décimo Frente es quien mantiene una línea de confrontación permanente en todo el eje de frontera con el ELN.

El ELN, considerado en sus orígenes como un grupo de estudiantes que se alzó en armas, a diferencia de las FARC, que se decía era un grupo armado que hacía política, ambos con conceptos heredados de la Revolución cubana para dominar el Estado; sin embargo, desde siempre se conoció de sus diferencias, por sus confrontaciones históricas, pactos de coexistencia, e incluso colaboración por más de medio siglo, que ahora se han visto afectados por diferentes razones, dejando a un lado los acuerdos existentes desde 2010, que habían liberado el Departamento de Arauca de violencia.

Tal parece que el conflicto escala por el reclamo del Décimo Frente al ELN, por hacerle contrainteligencia a favor de la Fuerza Armada Venezolana, dentro de los combates que se efectuaban desde marzo del año 2021, provocando que todo el espacio fronterizo de Venezuela y Colombia sea un territorio en disputa por parte de estos grupos armados, situación que se edulcora por los negocios existentes en los pasos de frontera y la presencia de carteles mexicanos, que terminan siendo los grandes impulsores económicos de la industria del narcotráfico.

Soluciones

Las relaciones bilaterales entre ambos gobiernos están suspendidas, producto del no reconocimiento del Estado colombiano a Nicolás Maduro, quien usurpa el poder constitucional de Venezuela.

El régimen de Venezuela insiste en acusar a Colombia de conspirar constantemente contra la estabilidad y la paz de la república, al mismo tiempo que ha invitado abiertamente a todos los grupos irregulares argumentando que son bienvenidos, siendo esta manifestación la apertura de la puerta del infierno, del horror y la violencia, que paso a paso deja innumerables víctimas, destruyendo aún más a la sociedad venezolana.

El presidente Iván Duque, por su parte, ordena despliegue militar en el Departamento de Arauca, lo que provoca que los grupos irregulares insistan en ocupar franjas a todo lo ancho de la frontera venezolana.

Debemos inferir que este conflicto jamás se resolverá si no hay disposición de ambos gobiernos de construir políticas públicas concertadas para llevar a los dos países a la paz, que finalmente es el objetivo que responsablemente debemos perseguir, y es el mayor deseo de toda la población que habita la peligrosa frontera colombo-venezolana.

Claro está, mientras Nicolás Maduro usurpe el poder político en Venezuela no habrá disposición de construir la ruta de la paz para ambas naciones.

@jufraga12

 


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