diplomáticos que inhabilitaciones
María Corina Machado. Foto EFE/ Miguel Gutiérrez

Primero y principal, at the very end, allí pegadito a la verdad ultimita, lo que hizo la Corte Internacional de Justicia frente a la solicitud, las 5 solicitudes, de Guyana fue un mágico acto gatopardiano. Le dijo un juez al otro, el otro a un tercero, este a un cuarto y así sucesivamente hasta reunir la unanimidad de los 15 jueces. ¿Qué le dijo? Vamos a dejar ese asunto Guyana-Venezuela como está en este momento. Es decir, que Guyana conserva la posesión de la Guayana Esequiba, que Guyana está en su derecho al haber otorgado concesiones mineras y petroleras a medio mundo, que Guyana está cumpliendo la ley y los acuerdos cuando plantó la bandera en la zona en disputa o reclamación. Y dado que lo único nuevo fue el referéndum promovido en Venezuela, eso fue lo único que tácitamente condenó. Siguiendo la línea discursiva de este escrito podemos suponer, aquí entra la primera y clara suposición, que cuando vayan a discutir el fondo del asunto, es decir, cuando vayan a decidir si lo que vale es el Laudo Arbitral de París o el Acuerdo de Ginebra, la posibilidad de que ese tribunal decida a favor de Venezuela es simplemente imposible.  Ya esta segunda decisión, respetando y validando todo lo hecho por Guyana, se suma a la declaratoria de competencia hecha a favor de sí mismo por la CIJ.  Ambas decisiones apuntan claramente a una sentencia favorable, a lo largo y ancho, de Guyana. En este sentido, es claramente recomendable no someterse a las posibles resoluciones del Tribunal de la ONU, es decir, no ir como cochino para el matadero. No solo existe el hecho de que  Venezuela ha reclamado la vigencia del artículo 31 de creación de la CIJ, en el sentido que para que exista una sentencia en una disputa territorial entre dos Estados solo podrá actuar si ambas partes están de acuerdo en someter la decisión que le atañe a tal jurisdicción, sino que además hemos sido reiterativos en nuestra negativa a aceptar la participación de los jueces internacionales. Segundo y principal.  Un parecer.  Cuando un partido político define su estrategia sobre la base de oponerse a todo lo defendido, proclamado, sugerido o aprobado por otro partido, no podemos decir que goza o tiene una adecuada estrategia, sea gobierno u oposición, sino que son un grupo amorfo de gente porfiada. Cuando vemos a algunos partidos y dirigentes de la oposición combinando las 5 preguntas del referéndum dándole “sí” a 4 preguntas y pulsando “no” a una pregunta, o cualquier combinación; 4 a 1, 3 a 2, 2 a 3 y 1 a 4, estamos en presencia de un porfiado. Y esa tipología de dirigente político solo es comparable con aquellos que evadiendo su responsabilidad y ocultando su cobardía frente a las redes sociales no le dicen nada a su militancia, no la dirigen, no la orientan sobre el qué hacer,  sino que se ocultan bajo la máscara de dejar que cada quien vote según su conciencia.  Esos son peorcitos.  Tercero y principal. Un chisme. La celada y la trampa a María Corina Machado. El fulano G3 o G4 no está nada contento con la paliza que les propinó la Thatcher criolla. Andan respirando por la herida y tramando cómo deshacerse de su archienemiga. Inventaron una maniobra pérfida. En acuerdo con el gobierno de Maduro y el Departamento de Estado establecieron que la mejor manera de lidiar el espinoso asunto de las inhabilitaciones es permitir que los afectados por ese mal contagioso pudiesen apelar por ante el Tribunal Supremo de Justicia, bien sea con un recurso ante la Sala Administrativa o un amparo ante la Sala Constitucional, el análisis de su condición  de sancionados. Y así todo el mundo gana menos la Cleopatra nativa. El G4 aparece buscando una salida y le da tiempo, mientras el TSJ examina el caso, para armar una nueva alianza que le salve de la muerte política. El gobierno de Maduro gana tiempo igualmente para entablar acuerdos con Estados Unidos que los libre de penas de prisión o presidio en caso de perder las elecciones y al propio tiempo los libre de una persecución nacional e internacional de sus fortunas ganadas con el sudor de su frente. A Estados Unidos le permite aumentar la producción de petróleo, no regresar a un sistema de sanciones que en nada ayuda a la economía mundial y que además le enreda toda la estrategia de eficiencia del mercado energético mundial.  Y nuestra Juana de Arco se verá obligada a reconocer no solo al TSJ que nunca quiso hacer, sino que la llevan a empujones a admitir que está inhabilitada. Si la Machado ocurre ante el TSJ entra en el doble reconocimiento: la existencia del TSJ y de la inhabilitación. Y si no apela, entonces simplemente está rechazando la medida de protección acordada por Estados Unidos, Noruega, Maduro, el G4, Mandrake y Supermán. Y lo que es peor, si apela no tiene ninguna garantía de que será absuelta y la medida inhabilitadora declarada nula de toda nulidad y según sopla el viento, es prácticamente seguro que la revientan llegando a home. Toda esa maldad, creo que no proviene de la mente enfermiza de los rojos rojitos sino de la venganza cruenta de quienes fueron acribillados en las primarias de esa parte de la oposición.

@eduardo_semtei


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