Muestra de los panfletos de la campaña para el plebiscito que marcó el fin de la dictadura de Pinochet

En Chile Pinochet se confió y el resultado sobre el plebiscito para ratificarlo (Si) o negarlo (No) terminó poniéndolo fuera del poder. La oposición chilena se unió en torno al “No” con una campaña donde más que criticar al dictador y a la dictadura se lanzó un mensaje de esperanza que se traducía en la frase “Chile la alegría ya viene”. Gobierno y oposición todos los días en la noche tenían un espacio para divulgar sus mensajes. Unos días antes del plebiscito, los censores oficialistas suspendieron el mensaje de la oposición y esto causó un impacto muy negativo ante la población. También la represión en las manifestaciones opositoras resultó en gran rechazo. Pinochet obtuvo el 44.01 % y la oposición 55.99%. Esto a pesar de que el CNE era un ente dominado por la dictadura. Los resultados obligaron a unas elecciones presidenciales y parlamentarias con candidatos. A pesar de que Pinochet no estaba dispuesto a aceptar los resultados, el alto mando militar y especialmente el general Matthei en declaraciones públicas admitieron la derrota y se produjo la transición. Un año más tarde Patricio Alwyns de la concertación fue electo presidente, y Pinochet quedó como senador vitalicio y jefe de la Fuerza Armada. Más tarde Pinochet fue imputado en Inglaterra durante un viaje a ese país y regresó a Chile donde se le siguió un proceso por violaciones a los derechos humanos, hasta que aconteció su muerte.

Cabe resaltar la unidad opositora en la llamada “Concertación”. Demócratas cristianos y socialistas (ex partidarios de Allende) dejaron sus diferencias y lograron consolidar una unidad monolítica, que después les permitió alternarse en el poder), algo parecido a lo que sucedió en Venezuela con el Pacto de Puntofijo.

En Chile las encuestas señalaron que la primera causa por la cual se había votado contra Pinochet eran las condiciones económicas  y la inmensa brecha entre ricos y pobres, luego el rechazo a la dictadura y las violaciones a los derechos humanos. Imagínense la economía chilena en comparación con este desastre que se vive en Venezuela.

En Venezuela más del 80% de la población rechaza la gestión económica de Maduro. Si la oposición logra unirse a la máxima expresión se le puede hacer mella al gobierno. El oficialismo controla todos los poderes. Muchos piensan que Maduro imitará a Daniel Ortega y la ruta fijada por el gobierno de Nicaragua. En todo caso esto está en veremos. La oposición tiene que hacer todo lo que dependa de ella para conseguir los mejores resultados. Unidad por encima de todo. Está claro que la gestión económica es tan mala, que aunque existan mínimas condiciones competitivas para la oposición, el gobierno no tendrá nada que buscar en unas elecciones.

@OscarArnal

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