Durante un relajado y pacífico vuelo nocturno, con un cielo despejado y faltando pocas millas para iniciar la aproximación final al destino, Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, sucede algo inesperado. De repente, desde la costa poco iluminada que vas dejando por tu lado derecho,algo literalmente golpea un ojo.

Usted quizás no sea consciente, pero ha sido impactado brevemente por un haz de luz verde, que verdaderamente parece como si le hubieran golpeado el ojo. Usted cierra los ojos instintivamente y trata de evitar mover los controles de vuelo y de alguna manera trata de mantener estable la aeronave mientras se recupera. La luz desaparece y usted, sorprendido, logra aterrizar en el aeropuerto.

Afortunadamente esto quizás no le ha sucedido, a mí tampoco, pero si lo ha visto o experimentado en tierra tiene que ser consciente de que este peligro existe y de manera creciente, sabiendo que se trata de un deslumbramiento con un puntero láser.

El desarrollo del láser y la aplicación industrial de esta tecnología fueron algunas de las contribuciones científicas más importantes del siglo XX. En la actualidad, el láser se encuentra prácticamente en todas partes, desde los lectores de código de barras de los supermercados, hasta satélites y salas de operaciones, y se ha convertido en un componente fundamental en productos de consumo y dispositivos industriales complejos, incluidos sofisticados sistemas de armas.

La accesibilidad de la tecnología y la reducción significativa del costo colocan el láser a disposición de prácticamente todos. Además, la aplicación de la tecnología láser en la sociedad moderna todavía está emergiendo y su potencial futuro parece ilimitado, por tanto, ningún lugar es inmune a la disponibilidad cada día más generalizada del barato y potente puntero láser de mano.

Un equipo de investigación de la FAA y el Instituto Médico Aeroespacial Civil (CAMI) han encontrado que las posibilidades de daño permanente de los punteros láser comunes son remotas, aun cuando el láser de mayor potencia sí puede causar daños y ceguera permanentes. Pero los efectos inmediatos de la exposición al puntero láser son especialmente traumáticos para la retina, cuando los ojos durante vuelos nocturnos están adaptados a un bajo nivel de iluminación en la cabina.

Los efectos fisiológicos incluyen deslumbramiento, ceguera por destello e imagen ulterior.

  • Deslumbramiento: cuando un objeto en el campo de visión aparece oscurecido por una fuente de luz brillante situada cerca de la misma línea de visión.
  • Ceguera por destello: pérdida temporal de la visión, que se desvanece gradualmente después de que la fuente de luz ha sido eliminada.
  • Imagen ulterior: una imagen temporal en el campo visual después de la exposición a una luz brillante, como es el punto de luz que se ve después de un flash de cámara.

Pero lo que sí notaron los investigadores de CAMI es que la distracción puntual generada por un incidente de deslumbramiento láser puede ser significativa y potencialmente peligrosa, por lo cual desarrollaron una lista de acciones recomendadas:

  • Anticípese: cuando se opera en un lugar conocido o presunto entorno láser, el copiloto (si está presente) debe estar preparado para tomar control de la aeronave. En el caso de aviación general, considera mostrar al pasajero no piloto cómo mantener la ruta y nivel de vuelo establecida.

Los ataques con láser son más frecuentemente reportados cerca de los aeropuertos, ocurren entre las 7:00 pm y las 11:00 pm, y entre 2.000 y 10.000 pies AGL.

  • Configúrese: verifique la configuración de la aeronave y considere activar el piloto automático (si está instalado) o mantener el avión compensado para «manos libres» en control del rumbo y altitud.
  • Navegue: evitando maniobras bruscas, considere usar el fuselaje del avión para bloquear el rayo láser o alejarse cuidadosamente de la fuente láser.
  • Comuníquese: informe al ATC con tanto detalle como sea posible, incluyendo dirección del haz de luz, su ubicación y altitud.
  •  Ilumine: aumente las luces interiores de la cabina tanto como pueda para minimizar los efectos de iluminación repentina.
  • Delegue: si otro miembro de la tripulación ha logrado evitar la exposición al láser, considere la posibilidad de entregar el control de la aeronave a esa persona.
  • Atenúe: proteja sus ojos. No mire directamente el rayo láser y advierta a su tripulante de no mirar el haz de luz.
  • No exacerbar: evite frotarse los ojos.
  • Evaluar: si los síntomas visuales persisten después de aterrizar, vea un oftalmólogo.

En Estados Unidos, donde cada día se incrementa más esta situación, la venta de los punteros láser obliga a llevar adjunto una advertencia sobre la prohibición de apuntar personas, vehículos y aeronaves en vuelo. Si lo hace, puede ser arrestado, ir a prisión y tener que pagar una multa que puede implicar decenas de miles de dólares, además de los honorarios de un abogado para que lo represente en la corte. Así no podrán decir que no lo sabían.


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