Esta semana «Pensar Educativo» cede su espacio para publicar, a solicitud de los firmantes, la carta que cuatro exministros del gobierno de Hugo Chávez dirigieron al presidente de Brasil, Lula da Silva.

Señor

Luiz Inácio Lula da Silva.

Presidente de la República Federativa de Brasil.

Respetado presidente.

Le escribimos desde Venezuela, país en el cual nacimos y vivimos. Lo hacemos como una obligación, luego de escuchar palabras, de su parte que justifican, tal vez sin intención, a la autocracia gobernante de Venezuela. La deriva autoritaria y, por tanto, antidemocrática del señor Nicolás Maduro no es una “narrativa construida”, no responde a ningún plan propagandístico de quienes se le oponen, y lo más grave desde una perspectiva humana, ella ha dejado y continúa dejando, demasiadas víctimas.

Señor presidente, ¿conoce usted que la autocracia venezolana se atreve a postular con orgullo y sin rubor alguno la “alianza cívico, militar, policial” para justificar su intento de hegemonía política y social? Con ella pretenden quedarse en el poder como sea y a costa de lo que sea, convirtiendo su proyecto político en intolerante con los que piensan distinto, eliminando el Estado de Derecho fundado en la separación de poderes a los cuales controla, especialmente el judicial y el electoral, así como las policías políticas, para con ello amenazar, perseguir, hostigar, detener y torturar a quienes le adversan democráticamente desde los movimientos políticos y sociales.

Y por si esto fuese poco, mediante la intervención no democrática de los sindicatos, y violando la Constitución, impone contratos anti obreros a los trabajadores que han llevado a que los salarios en Venezuela se encuentren entre los más bajos de todo el mundo, todo ello para beneficio de los grandes capitales.

Al escucharle hablar este pasado lunes 29 de mayo, sorprende señor presidente que eluda, sin justificación alguna, la grave violación de los derechos humanos en nuestra patria. Debería conocer que la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de las Naciones Unidas, verificó (en dos informes) que el gobierno venezolano cometió violaciones flagrantes de los derechos humanos de manera generalizada y sistemática, ejecuciones arbitrarias, trato cruel y tortura, que constituyen crímenes de lesa humanidad.

Instaurada la burla al debido proceso y la legítima defensa, cientos de víctimas han sido sometidas al terror del Estado.

En este preciso momento existen 281 presos políticos en Venezuela, según la ONG Foro Penal. Usted debería saber que el señor Maduro retiró a Venezuela del sistema interamericano de derechos humanos para eludir el escrutinio universal y gozar de la mayor impunidad.

Señor presidente, ¿desconoce usted que casi todos los diarios impresos de Venezuela fueron cerrados, que más de 300 emisoras de radio han sido canceladas, que las principales cadenas de televisión del mundo democrático tienen prohibida la señal en nuestro país, que más de 50 páginas web informativas están bloqueadas electrónicamente, que hay autocensura en nuestros medios de comunicación? ¿Ignora la presidencia de Brasil que a los principales partidos políticos de la oposición se les arrebató su membrecía por decisión del Tribunal Supremo de Justicia y que, en este preciso momento, lo intentan hacer con el Partido Comunista de Venezuela?

Estas últimas interrogantes nos remiten al bien más preciado de la vida humana, la libertad.

No se trata de “prejuicios” contra unos gobernantes; estamos frente a un orden político opresivo que persigue y aniquila la libertad.

Adicionalmente señor presidente, como si no bastara lo que hemos resumido en las líneas precedentes, los casos de corrupción que en las últimas semanas han sido revelados, con montos de varias decenas de miles de millones de dólares (que han desaparecido en manos de los administradores) en un país en el cual los hospitales no funcionan y la educación se encuentra en uno de sus peores momentos por falta de recursos, hablan, sin espacio para justificaciones demagógicas, de un gobierno, el de Nicolás Maduro, divorciado de los intereses del pueblo, especialmente del pueblo trabajador.

Quienes suscribimos la presente hemos sido siempre militantes de la izquierda democrática y progresista. Desde ese ideal nos atrevemos a demandar, señor presidente Lula da Silva, que usted y su gobierno sean solidarios y consecuentes con una salida democrática a la crisis política, económica y humanitaria de Venezuela, y de esta manera con las víctimas, entre ellos, los más de seis millones de venezolanos forzados a migrar, y nunca con sus victimarios.

Con los mejores deseos para su persona y para el pueblo de Brasil.

Atentamente,

 

En Caracas, Venezuela, 31 de mayo de 2023.


 

*1 Economista, profesor de LUZ, exministro de Finanzas

*2 Ingeniero, profesor de la UCV, exministro de Educación

*3 Médico, ambientalista, exministra de Ambiente

*4 Economista, profesora de la UCV, exministra de Economía Popular


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