En los anales de la historia surgen momentos que reclaman la atención del mundo, momentos que resuenan en los pasillos de la justicia y la igualdad de derechos. La persecución de los masones en Venezuela durante el período 2017-2018 es uno de esos episodios trascendentales. En este artículo comparto con ustedes, estimados lectores, una carta dirigida al alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en la que expongo la imperante necesidad de investigar un acontecimiento que conmocionó a la opinión pública: la persecución llevada a cabo por el régimen de Maduro contra los masones durante los años 2017 y 2018, en medio de la rebelión liderada por el masón Oscar Pérez en contra de dicho régimen.

Esta carta fue enviada junto con un informe completo y una serie de testimonios y pruebas documentales, proporcionando a las autoridades el máximo de información disponible para abordar este caso de manera exhaustiva. Similarmente, esta misma información ha sido compartida con la Corte Penal Internacional. Antes de adentrarnos en los detalles de esta persecución y sus consecuencias, comenzaremos por presentar la carta que envié al alto comisionado. Posteriormente, continuaré explicando este asunto en profundidad.

Sr. Volker Türk

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Palais Wilson, 52 Rue des Pâquis

CH-1201 Ginebra, Suiza

Apreciado Sr. Türk,

Me dirijo a usted en calidad de miembro de la Comisión Masónica Internacional de Derechos Humanos, un grupo afiliado a la Federación Venezolana de Politólogos. En esta ocasión, deseo informarle sobre un asunto de suma importancia que requiere la atención y la intervención de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Adjunto a esta carta un informe exhaustivo titulado Informe sobre la Persecución de Masones en Venezuela y sus Víctimas. Este informe documenta detalladamente la persecución sistemática de masones en Venezuela durante el período 2017-2018, en el contexto de la persecución liderada por el régimen de Nicolás Maduro contra Óscar Pérez y su movimiento de resistencia.

El informe se basa en testimonios de testigos presenciales, pruebas documentales y videos que resumen los eventos clave. Además, hemos adjuntado un video-documental que presenta los elementos más importantes del informe de manera visual y accesible. Este material es esencial para comprender la magnitud de la persecución y las violaciones de derechos humanos que tuvieron lugar durante este período.

En el presente informe se abordan las detenciones arbitrarias, las torturas, las desapariciones forzadas, los ajusticiamientos extrajudiciales y otros actos violatorios de los derechos humanos perpetrados contra masones y personas asociadas a ellos en Venezuela. También se examinan las acciones tomadas por el régimen de Maduro, las reacciones internacionales y el contexto legal, especialmente en relación con la Corte Penal Internacional (CPI) y sus reglas de procedimiento.

El testimonio de masones que sufrieron directamente las consecuencias de esta persecución, y la mención de las víctimas, testigos potenciales, presuntos colaboradores es fundamental para comprender la gravedad de la situación y la importancia de buscar justicia para las víctimas.

Este informe, que también se ha entregado a la Corte Penal Internacional, busca arrojar luz sobre las violaciones de derechos humanos y los presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos durante la persecución de masones en Venezuela. Creemos firmemente que es esencial que la comunidad internacional se involucre y se comprometa a investigar estos crímenes y garantizar que los responsables rindan cuentas por sus acciones.

Por lo tanto, le extendemos una cordial invitación a revisar el informe completo y a considerar las acciones necesarias para abordar esta grave violación de los derechos humanos. Su atención y compromiso en este asunto serán fundamentales para buscar justicia y verdad en nombre de las víctimas de esta persecución.

Agradecemos sinceramente su tiempo y su dedicación a la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo. Esperamos contar con su apoyo en este caso y quedamos a su disposición para cualquier consulta o colaboración adicional que pueda requerir.

Atentamente,

José Esteban Oria

+1 770 744 9105

[email protected]

[Adjuntos: Informe sobre la Persecución de Masones en Venezuela y sus Víctimas, Enlace al Video]

Una lucha por la verdad y la justicia

La persecución de masones en Venezuela se llevó a cabo en medio de una atmósfera de represión política y violaciones de derechos humanos por parte del régimen de Nicolás Maduro. Fue un período turbulento en la historia de Venezuela, y la masonería, una organización centenaria que promueve la fraternidad, la tolerancia y la libertad de pensamiento, se convirtió en un objetivo.

La carta al alto comisionado

La carta, dirigida al alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, busca exponer esta persecución sistemática y poner de relieve la urgente necesidad de buscar justicia y rendición de cuentas. En ella, se adjunta un informe completo titulado «Informe sobre la Persecución de Masones en Venezuela y sus Víctimas». Este informe documenta de manera exhaustiva los eventos, basándose en testimonios de testigos presenciales, pruebas documentales y videos.

Los testimonios de las víctimas

Dentro del informe los testimonios de los testigos desempeñan un papel central. Sus testimonios arrojan luz sobre los horrores que enfrentaron durante el tiempo de persecución.

La importancia del contexto internacional

El informe también se ha presentado ante la Corte Penal Internacional (CPI), subrayando la necesidad de una respuesta global a esta persecución. La comunidad internacional debe unirse para investigar estos crímenes y asegurarse de que los responsables enfrenten la justicia. La carta al Alto Comisionado de las Naciones Unidas es una llamada a la acción, un llamado a defender los derechos humanos y la justicia en nombre de las víctimas.

Un llamado a la solidaridad internacional

La persecución de masones en Venezuela fue un acto flagrante de violación de derechos humanos que no puede quedar impune. La carta es un recordatorio de que, en un mundo que a menudo parece oscurecido por la opresión y la injusticia, la lucha por la verdad y la justicia sigue viva. La solidaridad internacional es esencial en esta lucha, y la atención del Alto Comisionado es un paso crucial hacia el objetivo de justicia.

El impacto devastador en la vida de las víctimas

La persecución de masones en Venezuela dejó cicatrices profundas y duraderas en la vida de las víctimas y sus familias. Para comprender la magnitud del sufrimiento, debemos adentrarnos en las historias de aquellos que vivieron esta pesadilla.

Ángel Fajardo, un masón y miembro de la Logia Santiago Mariño, se vio obligado a exiliarse en Francia debido a la persecución y el peligro que representaba su relación con Óscar Pérez. Ángel compartió cómo otros masones lo alertaron sobre la persecución, lo que indica la preocupación dentro de la comunidad masónica por la seguridad de sus miembros. Las autoridades francesas otorgaron asilo a Ángel Fajardo debido a la amenaza a su vida, subrayando la gravedad de la persecución y el riesgo real que enfrentaban estas personas en Venezuela.

Endry Méndez, un detective del Cicpc y masón, denunció públicamente las desapariciones forzadas de masones como Wilmer Muñoz y Juan Hurtado, presuntamente vinculadas a Óscar Pérez. Esta valiente denuncia lo puso en una posición peligrosa, enfrentando amenazas directas a su vida por parte de las autoridades venezolanas. Las autoridades no solo no colaboraron en la investigación de estos crímenes, sino que también pusieron en peligro su seguridad personal. Además, Endry Méndez sufrió un presunto atentado mientras estaba en el exilio, lo que resalta aún más la gravedad de la persecución y las amenazas que enfrentan las personas que se atreven a denunciar las violaciones de derechos humanos y los crímenes.

William Jiménez, coordinador del Senamecf, estuvo presente durante la autopsia de Óscar Pérez, José Pimentel y el resto de su grupo. Jiménez denunció irregularidades significativas, incluyendo la presunta adulteración de pruebas y el ocultamiento de información. Además, evitó que los cuerpos fueran incinerados para preservar evidencia. Su testimonio destaca la manipulación de pruebas y la falta de transparencia en la investigación de estos eventos. A pesar del peligro que esto implicaba, Jiménez señaló a Nicolás Maduro y al ministro Reverol como responsables principales de estos crímenes.

Durante la persecución de masones en Venezuela, sufrí las consecuencias directas que incluyeron el exilio y la pérdida de bienes y familiares. Mi denuncia pública de esta persecución me expuso a un alto nivel de estrés, así como al señalamiento y marcaje por parte de los organismos de seguridad de Maduro, a quienes he responsabilizado por estos crímenes en los medios de comunicación. Mi postura ha sido franca y sincera, y mi disposición a declarar sobre los hechos de los cuales fui testigo me ha convertido en un objetivo. Sin embargo, uno de los aspectos que más me ha afectado es la pérdida de mi familia. Mis padres fallecieron debido a las secuelas de esta persecución, y mi padre experimentó un deterioro grave en su salud mental, afectado por la paranoia y el estrés. La constante preocupación por mi seguridad y la vigilancia de las autoridades sobre nuestra logia contribuyeron a mi ansiedad y temor, en un contexto donde la policía política acosaba a las familias de aquellos considerados enemigos del Estado. Estos eventos reflejan el impacto devastador que la persecución de masones tuvo en la vida de muchas personas, tanto en términos físicos como emocionales.

Inicialmente, muchas personas subestimaron la gravedad de la situación y creían que las preocupaciones eran exageradas. Sin embargo, con el tiempo, la cruda realidad se impuso. Familiares y amigos que minimizaron la situación al principio ahora comprenden los peligros que enfrentamos aquellos involucrados en la masonería venezolana durante ese período, una situación que persiste. Algunos han optado por mantenerse en silencio y bajo perfil, incluso distanciándose de sus propias familias por temor a represalias, revelando la verdadera naturaleza del régimen.

La triste realidad es que el régimen no perdona ni olvida, y quienes antes creían que no había motivo de preocupación ahora saben que menos información puede ser un acto de autodefensa en este contexto. Optan por el anonimato, conscientes de que el régimen utilizará cualquier medio para alcanzar sus objetivos, sin importar a quiénes afecte. Esto ilustra la brutalidad y la intransigencia del régimen, dispuesto a utilizar la violencia contra quienes percibe como una amenaza.

La impotencia de estar lejos fue uno de los aspectos más dolorosos de esta experiencia. Me encontraba a miles de kilómetros de distancia, sin una forma segura de regresar al país y brindar apoyo directo a mi familia. Sabía que cualquier intento de ingresar al país podría poner en riesgo no solo mi vida, sino también la de mi familia. Estaba atrapado en un estado de impotencia, sin poder hacer nada para ayudar a mi padre y mi familia en un momento tan difícil, y lamentablemente, los perdí a ambos de manera trágica. Y sin duda, responsabilizo al régimen de Maduro por estas tragedias.

La lucha por la justicia continúa

La persecución de masones en Venezuela es un capítulo oscuro en la historia de los derechos humanos en el país, pero los defensores de los derechos humanos están decididos a buscar justicia. La carta al Alto Comisionado de las Naciones Unidas es una voz que se alza, un llamado a la acción y un recordatorio de que la justicia debe prevalecer. En un mundo lleno de desafíos, esta carta representa la esperanza de que, con esfuerzo conjunto, podemos iluminar la oscuridad y luchar por un futuro más justo y equitativo. La solidaridad internacional es esencial en esta lucha, y la atención del Alto Comisionado es un paso crucial hacia el objetivo de justicia.

En última instancia, la persecución de masones en Venezuela nos recuerda la importancia de defender los derechos humanos en todo el mundo. A medida que estas historias de valentía y determinación salen a la luz, nos inspiran a todos a unirnos en la lucha por un mundo en el que la justicia y la igualdad prevalezcan. La carta al Alto Comisionado es un llamado a la acción, un llamado a no olvidar y un recordatorio de que la búsqueda de la justicia nunca debe detenerse. En conjunto, podemos iluminar la oscuridad y construir un futuro en el que todos los seres humanos gocen de los derechos fundamentales que merecen.

Me despido con mis mejores deseos de éxito y esperanza en la búsqueda de un cambio positivo. Anhelo que Venezuela recupere su libertad prontamente. Estaré en contacto desde Nueva York, donde compartiré mis impresiones sobre mi visita a las Naciones Unidas. Mantendremos el contacto y, como prometido, a continuación, encontrarán el video documental que complementa el informe, detallando los sucesos ocurridos y les comparto el link del sitio web de la denuncia https://venezuelahumanrights.com/p-esp/.

Link del video https://vimeo.com/861095838

 


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