Un hecho reciente ha captado mi atención y me ha dejado perplejo: la condena del Papa hacia los masones. Este acontecimiento, calificado sin lugar a duda como una gran injusticia, me ha mantenido despierto por las noches. Es por ello por lo que he preparado una respuesta detallada al Papa sobre la pertinencia de que la Iglesia actualice su percepción sobre la Masonería, liberándose del pasado marcado por el odio, la revancha y la discriminación.

A lo largo de los siglos, la Iglesia ha emitido alrededor de seiscientas condenas hacia la masonería, incluida una importante declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1983, redactada por el entonces cardenal Ratzinger y aprobada por San Juan Pablo II. Más recientemente, en noviembre del año pasado, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe reiteró la enseñanza de la Iglesia sobre la incompatibilidad entre ser católico y pertenecer a una logia masónica, en respuesta a una consulta pastoral realizada por un obispo en Filipinas.

Es evidente que muchos masones, que se identifican como católicos, no cesarán de asistir a sus iglesias debido a la reiteración de la condena por parte del Papa. Además, no es raro hallar sacerdotes que sean miembros activos de logias masónicas, una situación más extendida de lo que se suele pensar. Aunque la insistencia en la condena papal no conducirá a la desaparición de los masones, resulta preocupante que sea el propio papa Francisco quien emita tales mensajes.

Esto evidencia una falta de información por parte del papa Francisco y de comprensión de que los tiempos han cambiado. Es hora de que la Iglesia reconozca la realidad actual y abandone las actitudes del pasado.

El papa Francisco ha reavivado la controversia al condenar públicamente a los masones, invocando bulas papales que datan de hace más de tres siglos. Esta condena ha desatado una ola de críticas y ha llevado a reflexionar sobre el papel histórico de la Masonería y su relación con la Iglesia Católica.

Las declaraciones del papa Francisco han sido recibidas con sorpresa y consternación por parte de muchos fieles y observadores, especialmente debido a la larga historia de la Masonería y su contribución a la configuración del mundo moderno.

La Masonería ha sido asociada con figuras influyentes como Montesquieu, uno de los padres de la teoría de la separación de poderes, también con los redactores principales de la Constitución de Estados Unidos; con la mayoría de los firmantes de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, con figuras como Washington, Simón Bolívar y José de San Martín, todos ellos fueron reconocidos masones.

El laicismo debe mucho a masones como Ferdinand político francés, y uno de los principales defensores de esta teoría en la Tercera República francesa, el régimen político que más desarrolló la separación entre el Estado y la Iglesia, modelo para muchos países europeos.

Es importante señalar que muchos masones destacados han sido defensores de la libertad y la justicia social, incluyendo a líderes políticos como Roosevelt y Churchill, quienes lucharon contra regímenes totalitarios como el de Hitler.

La historia reciente y antigua está repleta de masones que lo dieron todo por mejorar la humanidad. No voy a gastar más tiempo intentando mostrarle o convencer al Papa quiénes han sido los masones y qué han hecho por la humanidad; él ya lo sabe y está más que convencido. Sin embargo, lo que sí es crucial recalcar es la injusticia que está cometiendo al mantener esta condena, equiparable a las bulas papales donde en su tiempo se ordenaba a los sacerdotes llevar masones ante la Inquisición o incluso al brazo secular para aplicarles la justicia. Basta con imaginar que en el siglo XVIII este tipo de «justicia» equivalía a quemar en hogueras a herejes en plazas públicas y otras formas inimaginables de cometer tales atrocidades.

La Masonería ha sido un actor fundamental en la configuración del mundo moderno, siendo un testigo histórico del notable trabajo realizado por sus miembros para forjar la sociedad en la que vivimos actualmente. Sus valores fundamentales de libertad, igualdad y fraternidad han sido pilares sobre los cuales se han edificado las bases de nuestra civilización contemporánea.

Es indiscutible que la Masonería ha tenido un impacto significativo en la historia, influenciando eventos clave y contribuyendo al progreso social y político en diversas partes del mundo. Sin embargo, la relación entre la Masonería y la Iglesia Católica ha sido históricamente compleja y, en ocasiones, conflictiva.

Es importante recordar que la Masonería ha trabajado incansablemente en favor de la libertad, mientras que la Iglesia mantuvo posturas controvertidas e imperfectas, en particular a lo largo de la historia reciente.

Debemos recordar que la Iglesia brindó un apoyo directo a la dictadura de Franco, responsable del asesinato y desaparición de miles de miembros de la Masonería, sin contar los miles de asesinados políticos de diversas corrientes.

También la Iglesia firmó el Tratado de Letrán entre el papa Pío XI y el líder italiano Benito Mussolini, respaldando al régimen fascista a cambio de que este declarara a la Ciudad del Vaticano como un Estado independiente.

Tampoco debemos olvidar que la Iglesia mantuvo una relación controvertida con la Alemania nazi, evidenciada en el Concordato entre la Santa Sede y el Reich alemán firmado en 1933. Aunque establecía condiciones de libertad religiosa, en la práctica la iglesia permitió que el régimen nazi persiguiera a disidentes, incluso a los propios suyos, se sabe de líderes demócratas-cristianos, que fueron asesinados durante las purgas nazi.

Me parece de muy mal gusto que ahora el papa Francisco se presente como un emblema de moral y ética al denunciar a los masones, cuando la Iglesia Católica tiene una historia terrible de pactos políticos que la han vinculado con los peores dictadores conocidos por la humanidad

El reciente pronunciamiento del papa Francisco, condenando públicamente a los masones y haciendo referencia a bulas papales de siglos pasados, ha reavivado esta controversia y ha suscitado un intenso debate en la opinión pública mundial. Resulta paradójico que el papa Francisco, quien en múltiples ocasiones ha aludido a los valores de libertad, igualdad y fraternidad, ahora se muestre tan vehementemente contrario a la Masonería.

Es importante destacar que la Masonería ha tenido una influencia notable en la Iglesia Católica. Uno de los ejemplos más destacados es la figura del Papa Juan XXIII, quien se rumorea fue miembro de la Masonería. Juan XXIII fue un líder progresista que impulsó el Concilio Vaticano II, marcando un cambio significativo en la postura de la Iglesia hacia el mundo secular y abriendo las puertas a un diálogo más inclusivo y tolerante e invitando a construir juntos masones y la Iglesia Católica.

El legado de Juan XXIII, caracterizado por su cercanía a los masones y su compromiso con la justicia social, contrasta con la postura actual del papa Francisco. Resulta irónico que el mismo Papa que busca seguir los pasos de Juan XXIII en términos de apertura y modernización de la Iglesia, ahora esté cerrando las puertas a millones de católicos que son masones.

La masonería, lejos de ser una organización oscura y secreta, ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de la sociedad en muchos países y en la actualidad son más los puntos de encuentro con la iglesia católica que los desacuerdos.

En Inglaterra, por ejemplo, los masones apoyan programas de desarrollo comunitario y contribuyen financieramente a diversas causas sociales. En Francia, la masonería promueve la formación del laicismo y tiene una presencia significativa en la política nacional, con muchos miembros prominentes en la Asamblea Nacional.

En Estados Unidos, la influencia de la masonería se extiende a todos los ámbitos de la vida pública, desde la política hasta la cultura. Numerosos presidentes, jueces y líderes de opinión han sido masones, y su legado perdura en la arquitectura y los símbolos nacionales. Además, la masonería norteamericana, a través de su rama de los Shriners, se enorgullece de sostener un sistema de salud gratuito para niños, con 14 hospitales y más de 150 clínicas.

En este contexto, la condena del papa Francisco a los masones católicos resulta incomprensible e injustificada. Los masones han contribuido de manera significativa al bienestar de la sociedad y merecen ser tratados con respeto y consideración, especialmente por parte de la institución que representa los valores de amor, compasión y perdón como supone ser la Iglesia Católica.

El argumento de que la Iglesia estaba siendo amenazada por los masones ya no es válido. Tanto la Iglesia como los masones promueven las democracias y combaten las dictaduras; ambos están del mismo lado. Sin duda, existen ramas fanáticas que aspiran al viejo orden donde los monarcas absolutos dominaban, pero son una minoría. La verdad es que la Iglesia católica actual está más que convencida de la necesidad del Estado secular y de la separación de los poderes en la democracia.

Se hace un llamado al papa Francisco para que considere las posibles repercusiones de sus declaraciones, ya que podrían incitar a la discriminación y persecución de los masones por parte de individuos inflamados por el odio y el fanatismo religioso. He visto al menos a una docena de influencers y youtubers católicos difundiendo mentiras sobre los masones, como si no tuvieran otra ocupación que hablar de ellos. Ahora, con este pronunciamiento del Papa, están aún más exaltados y propagan aún más mentiras, como la supuesta implicación de los masones en la muerte de Juan Pablo I o su control sobre el sistema bancario. Nada de esto es cierto, y todo es producto de una imaginación desbocada de personas que parecen vivir en el siglo XIX, anhelando épocas de absoluto poder que ni siquiera experimentaron. Es una locura total y una clara manifestación de enajenación. En fin, este comentario del Papa y su mensaje no contribuyen en absoluto a fomentar un ambiente de tolerancia y paz; por el contrario, alimentan aún más a aquellos que avivan el fuego del odio y la discordia»

Es preocupante, pero cierto, que durante más de veinte años se hayan reportado incidentes de ataques a logias masónicas en diversas partes del mundo. Basta con realizar una búsqueda en YouTube sobre logias quemadas por grupos extremistas de ideologías cristianas para encontrar decenas de reportajes de noticias sobre estas lamentables acciones. Específicamente en Estados Unidos, Australia y Francia, se han documentado numerosos casos de logias incendiadas. Estos eventos reflejan el alcance y la gravedad de los mensajes de odio lanzados contra los masones.

Este tipo de violencia irracional es producto de la desinformación y la intolerancia. Es crucial reconocer que los masones solo buscan la paz y el entendimiento con la Iglesia Católica y con todas las personas de diferentes religiones. Muchos masones se consideran católicos y merecen respeto y ser recibidos en su iglesia. Por ello, es fundamental instar al papa Francisco a abrir las puertas al diálogo, al entendimiento y a la paz.

Por cierto, recibimos la buena noticia de que el Gran Maestro de la Gran Logia de Italia, Stefano Bisi, participó en un seminario sobre «Iglesia católica y masonería» en Milán el viernes 16 de febrero. En este evento, estuvieron presentes destacadas autoridades religiosas como el arzobispo de Milán, Mario Delpini, y el cardenal Francesco Coccopalmerio. El seminario fue organizado por la logia masónica Gran Oriente y tuvo como objetivo abordar la relación entre la Iglesia y la masonería a lo largo de los siglos, así como buscar la conciliación de los valores masónicos con los católicos. Esta reunión se considera histórica y se espera que facilite un diálogo abierto entre religiosos y masones.

En conclusión, la masonería continúa siendo un actor relevante en el mundo contemporáneo, promoviendo valores de libertad, igualdad y fraternidad.

No quiero despedirme sin compartirles las palabras de Gran Maestro Bisi con motivo de su reunión con los prelados de la Iglesia Católica, dijo entonces: “Me gustaría que cada día un Papa y un Gran Maestre pudieran encontrarse y viajar durante un tiempo juntos, bajo la luz del Gran Arquitecto del Universo”.

Me despido no sin antes invitarte a ver este documental que encontré en YouTube. Precisamente trata sobre el tema de la masonería en el Vaticano y me pareció muy ajustado a la verdad. Espero que lo disfrutes. Hasta una próxima entrega en El Nacional.


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