Los juegos de fútbol, los de beisbol, las carreras de caballos, las de autos y las elecciones en Venezuela pueden ser objeto de algún tipo de acomodo. Usted puede ser engañado en su buena fe al pensar que los contendores participan en igualdad de circunstancias y que, con el mejor deseo de ganar, el Consejo Nacional Electoral garantiza las condiciones electorales, por lo que estamos en presencia de una elección competitiva. Nada más falso.

Un jinete puede controlar su caballo y cambiar el resultado de la carrera, al igual que los jugadores en el campo, que tienen que dar su mejor esfuerzo, no favorecer al contrincante cometiendo errores de manera consciente o los corredores acelerar y obtener el triunfo. Sabemos que los árbitros también inciden en los resultados.

Cuando el Tribunal Supremo de Justicia designó unas autoridades distintas a las electas en los partidos políticos de oposición cambió los jinetes de esas organizaciones, las cuales ahora están dirigidas por los afectos al gobierno. Los caballos correrán en estas elecciones al ritmo que le imponga el elegido por el dedo del régimen, será una simulación perfecta que disfrutarán los fanáticos.

Este acuerdo o asociación entre los magistrados, los directivos de las organizaciones con fines políticos controlados, el alto gobierno y los militares en la organización de los comicios, buscando obtener un resultado favorable al chavismo y contrario a las reglas de competencia establecidas en nuestro ordenamiento jurídico, favoreciendo o perjudicando a los candidatos o a otros partidos, es injusto y ha generado un fuerte rechazo a estas elecciones como solución al conflicto que tiene la sociedad venezolana con el socialismo del siglo XXI.

En el pasado, ha sido evidente la movilización de los votantes que apoyan al gobierno. Es práctica constante el trasladado de sus electores controlados por las misiones, dádivas, bonos, bombonas de gas y bolsas CLAP, de los circuitos en los que no tienen ninguna oportunidad a los que les falta una mayoría suficiente para vencer a la oposición, más cuando esta va dividida a la confrontación. No se sabe en qué momento movilizaron tantas personas en todo el país, pero los números que acaba de publicar el CNE en las tablas de las circunscripciones electorales 2020, que determinan la cantidad de diputados a elegir de manera nominal, son las mismas que de las elecciones de 2015, aunque no concuerden con el decrecimiento poblacional. Según el órgano electoral, el Instituto Nacional de Estadística (INE) informa que la población ha crecido –en promedio– 6% desde el fraude de 2018.

El CNE comunica que el circuito 2 del estado Miranda, conformado por los municipios Chacao, Baruta, El Hatillo y Sucre ha crecido, desde 2018, en 27.698 votantes, o que el total de electores de ese estado aumentó en 179.066 personas. En el estado Zulia se manejan unos números extraños. Por ejemplo, ¿me creerían si les digo que el circuito 9 conformado por el municipio San Francisco creció en 2 años 11%, con 50.910 nuevos electores, o que todo el estado en ese mismo lapso de tiempo amplió su población votante en 266.115 ciudadanos? Estos cálculos del INE pueden ser consecuencia de uno de estos dos hechos, no tienen idea de la población actual y lo que hicieron fue una proyección de los electores inscritos en el Registro Electoral o decidieron ignorar que se fueron del país 5 millones de venezolanos expulsados por las nefastas políticas de Nicolás y compañía.

Todavía falta enterarnos de los resultados de la jornada de inscripción en el RE, por lo que debería crecer algo más los ciudadanos que pueden ejercer su derecho al voto. Con relación a los votantes en otros países no se dice nada, cuando la Ley Orgánica de Procesos Electorales ordena que el reglamento determine el procedimiento de votación en el exterior (artículo 124), y el Reglamento General de 2013 estipula que los electores venezolanos que se encuentren legalmente residenciados en el extranjero podrán actualizar sus datos a través de la representación diplomática ubicada en el país de residencia, aunque la exigencia de este requisito es una exageración (artículo 26). Sin embargo, las Normas especiales para las elecciones a la Asamblea Nacional, período 2021-2026, silencian el punto.

Todo lo anterior viene a cuento porque, con el nuevo diseño de sistema electoral de manera proporcional, la lista de adjudicación nacional de 48 parlamentarios, tenemos una circunscripción nacional. En las anteriores elecciones de este tipo, se negó el derecho a los votantes de manifestar su voluntad en las elecciones parlamentarias por ser una elección regional, en cada estado se escogía a los representantes, pero al existir una lista nacional los ciudadanos que vivan en el extranjero podrían escoger a los diputados que postulen las organizaciones con fines políticos o grupos de electores nacionales. En definitiva, ya que se pusieron creativos con este invento debieron facilitar el voto a todos los venezolanos, donde sea que se encuentren.

No se puede pedir mucho a las marionetas que dirigen el CNE o los partidos seudoopositores, siguen sin respetar la legalidad, aunque los fríos números no mienten. El Registro Electoral lo inflarán todo lo que puedan para anunciar que en plena pandemia se inscribieron miles de jóvenes. Ya me van a decir que solo veo el lado malo y tramposo del chavismo, pero es que se le ven las costuras en cada decisión que toman.

@rangelrachadell


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