Foto @alvarezmdavid

Quizás el título te llevó a pensar que la lectura desembocará en temas de índole político, referentes a la presión que puede ejercer una ciudad capital de población concentrada como es la nuestra. Lamento defraudarte. No leerás sobre eso, pero sí aspiro a que este artículo te haga reflexionar y que esa presión ciudadana que todos esperan comience a generarse, una vez que entendamos que la inercia es consecuencia; al menos en parte, de la falta de conocimiento.

Desde mi posición de director de laguiadecaracas.net he aprendido a entender la visión que tienen los caraqueños de la ciudad. Definitivamente es mucho más compleja de lo que parece. Por eso el emprendimiento de un portal que se propone comunicar lo valioso de esta capital puede ser interpretado por algunos como una misión imposible.

¿Los caraqueños cuidamos la ciudad? Más allá de contestar esto directamente, comencé a buscar el motivo por el cual la respuesta a esta pregunta pudiese ser negativa. Como seres humanos solamente cuidamos aquello que valoramos. Entonces, convirtiendo esto en bandera de meta final del proyecto, tocaba analizar los motivos por los cuales no se valora a Caracas.

Como caraqueños, incluso como venezolanos, desde nuestra educación básica no recibimos información sobre la importante carga cultural, arquitectónica e histórica de nuestra ciudad. Los temas de folklore se quedan en el interior del país y tampoco abarcan el variado abanico de expresiones. En temas de arte urbano nos conformamos con mencionar muy pocas de las piezas de arte público que existen; sin embargo, su profundidad podría ser extraordinaria. Tú, que lees esto, ¿conoces o has investigado sobre esa plaza que tienes cerca o sobre la pieza de arte que pasas a diario camino a tu trabajo? Como padres, son pocos los que incentivan al disfrute de los espacios. Lógicamente, el tema de inseguridad es un detonador que aumenta esta tendencia. Ese es el segundo componente de carga educativa que se recibe, aquella proveniente de cada casa.

En nuestra manera de vivir una ciudad, algunas veces caótica, se comenzaron a crear unas fronteras internas. Nos referimos al oeste/este, centro/este; este lado del río, aquel lado del río; este lado del Ávila… Esto comenzó a crear varias Caracas paralelas, comenzamos a ceder espacios y lugares que son de todos los habitantes. La ciudad está allí, solo queda que la tomemos como nuestra.

La situación se agrava cuando te percatas de que es solo cuando comprendes el valor de la ciudad y todo aquello que la conforma como urbe que puedes cuidarla a consciencia y posteriormente exigir a aquellos que nos lideran o gobiernan que lo hagan también. Mientras tanto, es un círculo de ignorancia y falta de alma ciudadana lo que nos rodea.

Es necesario comenzar a entender una perspectiva diferente: como ciudadanos, si masivamente cuidamos y disfrutamos de las calles y diversas locaciones que ofrece una ciudad como Caracas, ¿cuánto espacio de acción le quedaría a la delincuencia?

Muchas veces debemos analizar esa parte de responsabilidad y de solución o aporte que tengo desde mi papel de caraqueño, ciudadano o a fin de cuentas, venezolano.

Es reconfortante notar la evolución que han tenido las políticas de esparcimiento público difundidas por las alcaldías en los últimos 5 años. Han ido entendiendo que desde los mismos ciudadanos se puede mejorar la calidad de vida local; además, se vuelve eficiente el –escaso– presupuesto de mantenimiento de urbanismo. Al menos siento que se han dado pasos pequeños en comparación con años anteriores. Sin embargo, es primordial acotar la necesidad de seguir ese camino.

Entrando en aguas profundas de urbanidad en las instancias políticas locales, es importante comenzar a priorizar las partidas de mantenimiento, restauración, cultura y todo lo relacionado con la ciudad y sus habitantes. Son muchos los años en los que la estructura y su historia han estado de últimos en la lista. Parte de la solución es comenzar a prepararnos para el futuro.

En la actualidad, una gran cantidad de organizaciones, emprendimientos sociales y dinámicas se dedican en cuerpo y alma a cultivar el amor por Caracas. Celebro anticipadamente que después de esta etapa de la historia se hayan creado importantes lazos de ciudadanía.

@rob_now


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