Un nuevo estudio del IBM Institute for Business Value, que fue hecho público a finales de febrero, reveló que uno de cada cuatro empleados encuestados a nivel mundial planea cambiar de empleador en 2021. Si se tratase de otra época no llamaría tanto la atención ese hallazgo, pero en un contexto en el que la economía global experimentó la pérdida, según la Organización Internacional del Trabajo, del equivalente a 255 millones de empleados de tiempo completo en 2020, definitivamente sorprende.

En diciembre pasado, el director regional de la OIT, Vinícius Pinheiro, presentó una nueva edición del informe anual Panorama Laboral, que mostró el impacto sin precedentes que había tenido el covid-19. La conclusión: durante los últimos 10 meses los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe retrocedieron al menos 10 años y la crisis está lejos de terminar.

Eso se traduce, según la OIT, en que en la región cerca de 23 millones de personas perdieron sus empleos en 2020. Pero eso no es todo, en la medida que las economías se recuperen, el regreso a los mercados de trabajo generará presiones en los indicadores de desempleo de este año.

Así que la OIT prevé que para 2021 la tasa de desocupación suba hasta 11,2%. “Llegamos a 2021 con el empleo en terapia intensiva”, dijo en aquel entonces Pinheiro. Ante ello, urgía a los países a adoptar estrategias para generar más y mejores empleos en la medida en que se reactive la producción y vaya disminuyendo la emergencia sanitaria.

A pesar de lo oscuro que la OIT pinta el panorama, hay empleados dispuestos a buscar otras opciones de trabajo, como lo demuestra el estudio del IBM Institute for Business Value. De acuerdo con está investigación, los cambios laborales voluntarios y el desarrollo de habilidades siguen siendo una prioridad en el mercado laboral actual y el motivo puede ser que los trabajadores están buscando cambios en su carrera debido a las interrupciones causadas, precisamente, por la pandemia.

El estudio, que incluyó a más de 14.000 adultos en todo el mundo, también mostró que muchos de los que voluntariamente hicieron cambios de trabajo en 2020 pueden estar en movimiento nuevamente en 2021. Entre otros hallazgos relevantes están:

-Una de cada cinco personas cambió voluntariamente de trabajo en 2020. De los encuestados que afirmaron haberlo hecho, 33% es de la Generación Z (edad 18-24) y 25% millennials (edad 25-39).

-De 28% de los empleados encuestados que planean cambiar de empleador en 2021, la necesidad de un horario o ubicación de trabajo más flexible y mayores beneficios y apoyo para su bienestar se mencionaron como las principales razones.

Así que en plena pandemia hay personas que se han replanteado la forma en que laboran, se desarrollan profesionalmente y cómo organizan sus prioridades, haciendo que la idea de cambiar de trabajo sea cada vez más recurrente.

Y aunque para algunos pudiera parecer descabellado cambiar de empleo en medio de esta crisis, la verdad no lo es. Solo tiene sus pro -entre ellos, oportunidades de crecimiento, aumentar las capacidades, nuevas motivaciones y mejorar el salario- y sus contra, como ofertas reducidas, mayor competitividad y poca estabilidad, que cada trabajador debe sopesar.

Luego de largos períodos de confinamiento en muchos países y el auge que ha experimentado debido a ello el teletrabajo, ahora los empleados desean lograr un equilibrio entre su vida personal y laboral y conseguir mayores oportunidades de avance profesional. Los tiempos cambian y las aspiraciones y prioridades de los trabajadores también…

@DavidParedes861


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