Foto @NicolasMaduro

Nadie sabe lo que significa “cacheroso” pero de seguro no recompensa en absoluto todo el dinero que le han quitado a los docentes con el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto, el mismo que según el TSJ no existe. Sin embargo, Nicolás Maduro considera que es un regalo muy bueno para los maestros ahora que decretó el año escolar presencial a partir del 3 de octubre.

Y por si fuera poco lo «cacheroso», también les va a subsidiar un par de zapatos. Y todo esto al presidente chavista le parece que es “encargarse de los maestros”. Ahora los docentes podrán tener por el ínfimo monto de 9 bolívares un par de suelas nuevas para irse caminando a las escuelas. Ojalá sean de buena calidad, porque el sueldo no les alcanza para el transporte público y a veces es largo el trayecto que deben recorrer. ¿Sabe Maduro cuánto significa ese monto con respecto al salario de los educadores? ¿Se queda su conciencia tranquila con el bolso y los zapatos? Los maestros merecen mucho más que eso: un trato digno, cónsono con la labor fundamental que realizan. Merecen llegar a sus hogares después de enseñar a veces a una treintena de niños y no sentir angustia porque el dinero no alcanza para comprar los alimentos de la semana.

Pero esto no parece importarle a nadie en la administración chavista. La situación ya era crítica y la remataron con el “Proceso de Ajuste del Sistema de Remuneración de la Administración Pública, Convenciones Colectivas, Tablas Especiales y Empresas Estratégicas”, el tan mentado instructivo Onapre. No existe, pero ahora perciben como mínimo 40% menos de lo que cobraban antes de que entrara en vigencia. Como mínimo porque en algunos casos, han denunciado, el ingreso se les redujo hasta en 80%.

Esto debido a que «el fantasma» de la Oficina Nacional de Presupuesto elimina de tajo primas y bonos, escalafones y otros beneficios que estaban estipulados en las convenciones colectivas de maestros y profesores que en su mayoría vencieron en 2019. Se los quitaron así, sin anestesia, y ahora pretenden que los maestros celebren el hecho de que les van a regalar un bolso “cacheroso” que ni siquiera les servirá para llevarse una merienda para la jornada porque lo que ganan no les alcanza ni para eso.

Los maestros han salido a la calle a protestar, a exigir que dejen de aplicar el instructivo, pero nadie les ha hecho caso. La última noticia que han tenido del gobierno es esta, que tienen un bolso de premio y que para que no sigan caminando con los zapatos rotos les van a vender unos “bien baratos”. No se pueden quejar, dicen en Miraflores, porque con eso les “resuelven” todos los problemas. Deben sentirse afortunados de que Maduro les regale algo y de que tengan que volver al trabajo sin las menores condiciones para recibir a los alumnos, ni personales ni de infraestructura.

¿Acaso el Ministerio de Educación de Maduro ha invertido aunque sea un petro en refaccionar las instalaciones educativas? ¿Han comprado los equipos necesarios para reponer los que se ha llevado el hampa luego de más de un año sin clases por la pandemia? ¿Hay agua en las escuelas? ¿Hay electricidad? ¿Sirven los baños? ¿Hay material de limpieza? ¿Hay material de oficina? ¡Ah! Pero los muchachos van a poder comprar cuadernos con la imagen de Superbigote y con eso se tienen que dar por servidos.

Los maestros han demostrado ser un gremio unido y fuerte y deben seguir en la calle exigiendo que las condiciones mejoren tanto para ellos como para los alumnos. Las deficiencias del sistema educativo chavista no se resuelven con un bolso “cacheroso” y un par de zapatos a 9 bolívares.


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