No hay que perder la fe en el Bitcoin,como bien dice Anthony Pompliano, el conocido comentarista y podcaster de criptomonedas. De hecho, él ha admitido que no ha perdido la fe en la gente o en la industria de las criptos, a pesar de la decepcionante conducta del ex CEO de FTX Sam Bankman-Fried, quien ahora es un paria debido ―según su propia admisión de culpa― al manejo «descuidado» de los fondos de los clientes de esa plataforma de intercambio.

Lo cierto es que Bitcoin sigue siendo una «válvula de escape» ―quieran reconocerlo o no los detractores de este criptoactivo― para algunos países, inversionistas y gente en general, que quiere acceder a valores monetarios sin que nadie se pueda meter en el medio de la transacción.

Desde hace años hay naciones que han estado acumulando bitcoins, entre otras razones, por los problemas económicos que están enfrentando ―los casos más notorios y sonados en América Latina son Venezuela y Argentina―, la poca confianza en sus monedas locales y la galopante inflación.

Según data de Finder,compañía de información y análisis de mercados, en agosto del año pasadoVenezuela lideraba la adopción de Bitcoin en América Latina, al ocupar el octavo puesto de las naciones con mayor cantidad de poseedores de criptomonedas, con 18%, detrás de Ghana y Vietnam.

Los otros países de América Latina que se encuentran entre los de mayor adopción de Bitcoin son Brasil con 17%, justo detrás de Venezuela. Colombia tiene 15%, Argentina y México, 13%.

Además de eso, debido a la locura geopolítica, suscitada principalmente por la guerra de Rusia contra Ucrania desde finales de febrero del año pasado, la necesidad de activos “no políticos”, que es el caso específico de Bitcoin, es más fuerte que nunca.

Incluso, hay países, sobre todo en desarrollo, que están buscando reducir su dependencia en el dólar estadounidense y acumulando bitcoins; mientras otros han considerado a propuestas valiosas de Bitcoin a lo largo del último año.

Adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal podría traer prosperidad a un país en el futuro por venir y es a lo que ha apostado el presidente de El Salvador, Nayib Bukeke, desde septiembre de 2021.

Y ni la volatilidad que ha experimentado el criptoactivo le ha hecho dar marcha atrás. Bukele está llevando a todo el país a la red de Bitcoin, pues está convencido de que le traerá sostenibilidad a la nación y a sus habitantes.

Tampoco es sorpresa que fondos de capital soberanos y bancos centrales estén acumulando algo de bitcoins debido a la locura geopolítica, como ha asegurado Anthony Pompliano.

Así que el Bitcoin solo está calentando motores este año y mostrando por qué lo siguen necesitando.


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