Después de 6 meses de la paralización de la aviación en Venezuela, pudiera Ud. pensar que la connotación de estar en 4, está relacionado con la canción y si le digo que son 4 “P” aún más con un significado bastante coloquial, pues verdaderamente ha sido toda una debacle para líneas aéreas, escuelas, talleres, pilotos, mecánicos, servicios de exámenes médicos, servicios de catering, por lo que simplemente dejo a cada uno libertad para darle la interpretación que quiera. Yo para los efectos de este artículo lo voy a relacionar con estas 4 P: “Paralización Planificada de Pilotos por Pandemia”.

Después de tantos meses de la “Paralización Planificada de Pilotos por Pandemia” cuya inactividad general nos ha dejado en tierra a casi todos, donde solo un pequeño grupo de pilotos relacionados con vuelos humanitarios, de carga o con aeronaves al servicio de funcionarios del gobierno o enchufados, han podido salir a volar, puedo entender la ansiedad y necesidad económica y psicológica de muchos pilotos por volver a volar.

Pero esto no puede nublar nuestro racionamiento y debemos aceptar responsablemente que estamos, en mayor o menor grado, fuera de forma o de training. Pues el estar tanto tiempo sin volar y navegar, se adormecen nuestras reacciones, aletargan nuestras percepciones e igualmente se distrae nuestra concentración;  pues en definitiva las nuevas realidades originadas por esta pandemia traen consigo nuevas consideraciones técnicas y humanas.

Un par de semanas atrás mientras meditaba sobre este acontecer, pude atender una videoconferencia sobre un tema relacionado, titulada “Conciencia situacional para el regreso a la línea de vuelo en tiempo de pandemia”, cuya moderadora era la colega piloto, capitán María del Mar Dosil, y cuya invitada era la licenciada Carelia Gamboa, psicólogo clínico aeronáutico e instructora de SMS (Internacional), lo cual indicaba la preocupación que hay sobre el tema. Resultando muy interesante, lástima que no hubo un tiempo adicional para preguntas y respuestas, e igualmente que, durante la conferencia, mucha gente interrumpía haciendo preguntas escritas no relacionadas. Pero en definitiva muy buena iniciativa.

Es posible que para muchos pilotos de línea aérea la supuesta posible reanudación de actividades este septiembre les sea mucho más fácil, pues para ponerse en forma y adaptarse a las nuevas realidades, además de cumplir con toda la normativa legal contenidas en la Regulaciones Aeronáuticas Venezolanas (RAV) como todos los pilotos, es posible que sean programados para asistir a cursos que refrescaran conocimientos, el manejo de nuevas realidades sanitarias, así como horas de entrenamiento en cabina y simuladores.

Pero para los pilotos de aviación general, que tienen su propio avión o aquel piloto de transporte ejecutivo cuyo jefe no tiene un criterio claro sobre la necesidad del reentrenamiento, o simplemente en este momento, que después de tantos meses de paralización no se tenga el dinero para pagar el entrenamiento, la vuelta al aire de muchos pilotos de aviación general debe ser manejada con mucho criterio y responsabilidad personal.

Además de refrescar nuestros conocimientos leyendo los manuales y cartas de procedimientos, con el mismo interés y atención de cuando debíamos presentar una evaluación o un chequeo, debemos empezar a pensar y desarrollar nuevas habilidades. Estas tienen que ver más con la intuición que con la automatización. Debemos entender que la tecnología y la automatización solo nos dan acciones o respuestas basados en valores numéricos de lecturas de datos, procesados por fórmulas y ecuaciones lógicas o matemáticas, no hay sensaciones o percepciones que alimenten nuestra intuición. Pero esta pandemia mundial está haciendo que nos enfrentemos a hechos realmente impredecibles, que requieren nuevas habilidades.

Entre las habilidades que tenemos que desarrollar o aumentar están:

La imaginación: Debemos pensar diferente, debemos anticiparnos a hechos con los cuales nunca hubiéramos pensado que nos pudieran suceder. Solo como ejemplo, la empresa SpaceX de Elon Musk, a quienes muchos solo conocen por su empresa de automóviles TESLA. Acaba de mandar al espacio juntamente con la NASA, en plena pandemia en los Estados Unidos, el “Crew Dragon” una nave espacial con su tripulación a la estación espacial internacional, regresando nuevamente a la tierra, sin incidente alguno. Esto le hizo asegurar un contrato de miles de millones para los próximos años. Esto es solo posible con una gran imaginación.

Adaptación: Como adaptar y mejorar nuestras destrezas a nuevas realidades. Como ejemplo, posiblemente la empresa para la cual Ud. trabaja esté programando nuevas rutas o peor aún, está reduciendo personal o salarios, por lo que debe buscar un nuevo trabajo o adaptarse económicamente, así sea volando un equipo menos sofisticado, o conseguir un ingreso extra. O en definitiva reinventarse haciendo algo totalmente diferente, pero es más fácil adaptarse a algo que le guste, domine y le permita cubrir sus necesidades económicas.

Colaboración: No hay cabida para el egoísmo, ni el egocentrismo, debemos generar más confianza entre nuestro compañeros de trabajo. En nuestro caso, como pilotos, entre el resto de los miembros de la tripulación, mantenimiento y cabina, pues todos podemos estar enfrentados a nuevas realidades y situaciones humanas, complejas y tristes. El simple hecho de compartir nuestro vehículo con alguno que vaya en la misma dirección es colaborar con quien posiblemente no disponga de transporte. Al ayudar y oír a los demás, nos estamos ayudamos a nosotros mismos. Y no hay mejor ambiente de trabajo que aquel donde todos conocen y comprenden la realidad de cada uno y esto hace un ambiente de armonía y camaradería.

Ahora desde el punto de vista operativo, debemos volver a ejercitar la habilidad de atención y concentración mental, haciendo énfasis en:

  1. La cabina estéril: Durante las fases críticas de vuelo, circulación en tierra (Taxeo),despegue y aterrizaje debemos mantener la concentración. Todo aquello que distraiga al piloto, ya sean conversaciones o lecturas de temas no esenciales a la operación en curso, el uso del celular o de una laptop, comer o beber cualquier cosa, y todo aquello que distraiga o confunda nuestra atención o la atención del piloto en comando, sea en la lectura de los instrumentos, en el procedimiento, o interrumpa la escucha de instrucciones recibidas por radio, debe ser eliminado.
  2. Volar con rumbo fijo determinado: Volar manualmente en un rumbo fijo requiere concentración. Debemos concentrarnos para compensar y corregir, desde el mismo momento del despegue obliguémonos a mantener la línea central de la pista centrada en nuestra rueda de nariz. Evitemos luego volar en zigzag. Agarremos mano nuevamente y dejemos tranquilo el piloto automático, al menos por un rato.
  3. Recto y nivelado: Una vez que lleguemos a nuestro nivel de vuelo, volemos recto y nivelado. Concentrémonos en mantener nuestra altitud a mano con márgenes de +/- 50 ft., e ir ajustando el QNH de nuestro altímetro al ser requerido. Igualmente seamos muy estrictos con nosotros mismos en las alturas mínimas de descenso en procedimientos instrumentales. Recordemos nuestra concentración cuando el piloto examinador podía anular nuestro chequeo si descendíamos por debajo de la altura mínima. Y no importa nuestra ansiedad por ver el campo, si en un descenso instrumental, esta nos empuja a descender por debajo de los mínimos o MDA, no lo haga, eso le ha costado la vida a más de uno. Sintamos nuevamente el avión en nuestras posaderas, o como dicen los americanos “fly by the seat of your pants”.
  4. Ver y evitar o evitar ver: Nuestra concentración en la cabina no puede tampoco dar espacio a una falta de atención al exterior. Cuando estamos en áreas congestionadas y poniendo atención a las instrucciones y tráficos, debemos alternar nuestra vista y concentración, entre los instrumentos, panel de navegación y el exterior. Igualmente, si tenemos que observar un punto u objeto en tierra y dar vueltas en torno a ello para que lo vean los pasajeros, debemos evitar ver o concentrarnos solo en el exterior, perdiendo nuestra concentración en la altura y la coordinación del giro.
  5. Buscando un sitio justo abajo. ¿Adónde aterrizarías ahora si el motor se apaga? Preguntémonos nosotros mismos y comienza a mirar alrededor. Sobre tierra, deberías buscar rápidamente alguna carretera o algún campo o sembradío plano donde tratar de ponerlo. Yo como piloto de helicóptero sé que solo necesito algún pequeño claro, pero siempre recuerdo cuando vuelo sobre agua, estar pendiente de los barcos que van apareciendo para tenerlos en cuenta.

Estos son cinco elementos de laxitud mental comunes en los pilotos que han estado mucho tiempo fuera de línea de vuelo.

Ahora veamos cómo podemos construir líneas de defensa.

A-Descartar los procedimientos de vuelo con el solo uso de la memoria:

Debemos empezar nuestro vuelo descartando nuestros acostumbrados procesos de pre-vuelo hechos de memoria, que en el caso de aviación general se da mucho pues, le damos una rápida vuelta al avión, nos subimos, verificamos todos los switch en off pasamos el Master y prendemos como si fuera un automóvil. Debemos regresar a los inicios de revisar los procedimientos escritos de pre-vuelo punto por punto.

Debemos recordar que un avión que ha estado mucho tiempo parado al aire libre puede contener una considerable cantidad de agua en los tanques que puede haber entrado por las tapas y estar contaminado el combustible que no vemos. Que, al estar a la sombra dentro de un hangar, puede haber sido tomado por insectos o aves para construir nidos, tapando tubos Pitot sin protección o tomas estáticas, que tampoco vemos. Que la corrosión puede haber avanzado en ciertas áreas ya conocidas y se deben revaluar.

Igualmente, debemos descartar los procedimientos de vuelo, sea taxeo, despegue y aproximación de memoria. Repasemos nuestros conocimientos volviendo a tener a la mano y releer nuestras cartas de navegación y procedimientos, antes y durante el vuelo, para saber dónde estamos y para dónde vamos, y en caso de vuelos por instrumentos haber repasado los procedimientos.

B-Un alto nivel de interacción y comunicación entre tripulantes: Esto constituye la primera línea de defensa para reducir errores.

Generalmente las Políticas de la empresa, los Procedimientos Estándar de Operación (SOP), los cursos de Manejo de Recursos de Cabina (CRM) y el liderazgo del piloto al mando, contribuyen a la comunicación eficaz entre todos tripulantes de aeronaves, mejorando así su seguridad y rendimiento.

Aquí les menciono algunas de las pautas que según Flight Safety Fundation pueden ser aplicadas para minimizar los factores que normalmente originan las interrupciones / distracciones de la cabina de vuelo, para la reducción de accidentes en aproximación y aterrizaje.:

  • Comunicación: Mantenga la comunicación en la cabina de vuelo clara y concisa, pero, de ser necesario interrumpa cualquier conversación cuando sea necesario, para corregir un parámetro de vuelo o para cumplir con una instrucción del controlador aéreo.
  • Cuando exista la necesidad de bajar la cabeza y mirar hacia abajo: Sea para la programación del GPS, del Sistema de Gestión de Navegación (FMS) o revisión de cartas de aproximación. Debemos definir tareas compartidas para la programación del FMS o reprogramación, en función del nivel de la automatización en uso y la fase de vuelo de acuerdo con el (SOP). Se debe planificar los largos períodos de tareas con la cabeza hacia abajo, durante los períodos de menor carga de trabajo; pero siempre anuncie a su copiloto, si lo tiene, cuando necesite estar «cabeza abajo».
  • Responder a una condición anormal o a una situación inesperada: Mantenga el piloto automático activado para reducir la carga de trabajo, a menos que se requiera lo contrario; Asegúrese de que un piloto sea el principal responsable de volar / monitorear la aeronave. Adherirse al reparto de tareas Piloto en Comando / Piloto No en Comando, en condiciones anormales (con especial énfasis para el Piloto No en Comando en mantener el conocimiento de la situación y respaldar el Piloto en Comando). Preste especial atención a las listas de verificación normales, porque manejar una condición anormal puede alterar el flujo normal de acciones (Las listas de verificación normales se inician en función de los eventos. generalmente conocidos como desencadenantes ; tales eventos pueden pasar desapercibido, y la ausencia del desencadenante puede ser interpretado incorrectamente como una acción completada o lista de verificación completa)

Por último, les recuerdo que la tecnología y la automatización nos ha hecho vivir confiando más en la certidumbre, y nos ha vuelto menos intuitivos. Como apunta Margaret Heffernan, quien ha sido CEO de 5 compañías y profesora de Práctica en la Escuela de Gestión de la Universidad de Bath en Inglaterra: “Hay que abrazar y aceptar la incertidumbre para desarrollar resiliencia”, siendo esta la capacidad de adaptación de las personas a situaciones adversas


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