El mandato de la transición energética es innegable y no retrocederá, aunque es evidente que los fósiles (carbón y petróleo) aún serán necesarios en la economía, más aún el gas natural. Es muy posible que la guerra de agresión de Rusia a Ucrania haya retrasado la transición pero se va a dar.

Las grandes corporaciones petroleras del mundo tienen nuevos paradigmas para producir no solo petróleo y gas, sino invertir en renovables (solar y eólica, principalmente) y mejorar sus procesos de desarrollo de campos mediante la eficiencia.

La nueva dinámica del mercado global exige mayor energía, de mejor tecnología y bajo coste de producción, reduciendo riesgos financieros a lo mínimo.

El gas y el petróleo siempre se enfrentarán a precios más elevados de las materias primas y presiones financieras de altos costos de logística de transporte (de gas y petróleo) y la permanente renovación de su parque de plantas para evitar obsolescencias; de manera tal que ahora se apunta a invertir, adicionalmente en modernizar la industria de gas y petróleo en impulsar la generación eléctrica vía renovables (solar, eólica principalmente).

El mandato de descarbonización de la economía se viene de la mano de la innovación tecnológica y políticas públicas de Estados de visión moderna; en un nuevo modelo de desarrollo que sea más sostenible, como indicaba ya en ese lejano 2010 el ex secretario ejecutivo de Arpel (el organismo latinoamericano de gas, petróleo y energía).

La economía (llámese industrias, productoras, petroleras, mineras, agrícolas, etc) están encaminadas a buscar soluciones a sus demandas de más energía limpia, la visión es reducir las GEI (gas de efecto invernadero) para apoyar la economía circular.

En lo concreto: la transición energética propuesta y estimulada desde la academia y la empresa obliga a Estados a pensar en formas más eficientes de generar electricidad con legislaciones que sean amigables a la inversión privada, desestatizar la industria energética y darle mayor dinamicidad.

Empiezo este análisis resaltando la necesidad de impulsar que techos en grandes tiendas de departamentos (malls) o parqueos deban ser cubiertos de paneles solares para generar electricidad para propio consumo y, de haber remanente, para proveer a la comunidad. Aquí copio palabras del profesor de ingeniería de la Western University (Canadá) Joshua Pearce: en su análisis de instalar paneles solares en supertiendas Walmart de Estados Unidos«Hace tiempo que sabemos que la energía solar es la forma menos costosa de generar electricidad renovable, en la mayoría de los casos podemos competir con los combustibles fósiles«.

Un par de ejemplos de este 2023: los estacionamientos franceses podrían generar electricidad como 10 centrales nucleares. La clase política francesa está discutiendo una legislación que apruebe y estimule la instalación de paneles solares en todos los estacionamientos de vehículos del país.

Francia genera su electricidad (en 75%) de centrales nucleares, que aunque no son contaminantes ya están en proceso de envejecimiento, necesitan inversiones (elevadas) y ante ese hecho se debe promover la generación renovable vía solar, de poco desarrollo en el país.

Atentos a este dato que recojo de la prensa francesa: si la mitad de los estacionamientos de Francia se cubrieran con paneles solares, tendrían una capacidad instalada de entre 6,75 GW (gigavatios) y 11,25 GW que tendría un costo estimado de aproximadamente 11.000 millones de dólares; en comparación con cada una de las 56 centrales nucleares francesas tiene una capacidad media de generación de 1 GW y a un costo de construcción de 14.000 millones de dólares (caso emblemático de planta Flamanville N° 3, en el canal de la Mancha al frente de Inglaterra, que debió estrenarse en 2022). La apuesta financiera por la generación solar va, en este momento, a favor de los paneles versus las nucleares.

Cubrir esas superficies de paneles solares es un paso decisivo para: a) reducir el uso de electricidad generada por gas; b) aprovechar el uso del sol como generador de electricidad; c) estimular modelos de gestión y de negocios autosustentables para reducir déficit de consumo.

Ese esfuerzo lograría añadir más del 8% a la capacidad eléctrica actual de Francia y dado el esfuerzo los costos de fabricación e instalación de paneles van a reducir notablemente, considerando el volumen y escala necesarios. En este esfuerzo a un adicional: no se están ocupando grandes extensiones de tierra en parques solares, extensiones de tierra que bien servirán para otros propósitos agrícolas; sino todo lo contrario se estarían utilizando espacios ahora sin utilidad como los techos de parqueos de vehículos.

Destaco la visión de la Ley para la Aceleración de la Producción de Energía renovable impulsada por el presidente Macron que podrá estimular a que todo estacionamiento público o privado con más de 4.000 metros cuadrados -con capacidad para unos 50 autos- instalen paneles solares que cubran al menos la mitad de la superficie.

De Europa viajemos a Oceanía para comentar, rápidamente, un segundo ejemplo: Australia. Allá también están promocionando, estimulando desde el Estado, facilitando inversiones para generación eléctrica vía solar (con paneles en techos). Y en este mes de febrero 2023 lograron que su generación eléctrica (desde paneles de techos) en el sur de Australia cubriera 93,4% de la demanda, mientras que la solar a gran escala cubría 19%.

Son pruebas contundentes que la generación eléctrica renovable es posible, están mejorando las condiciones e costos de instalaciones, la tecnología es de punta y de a poco va siendo muy importante en el mix energético de los países.

Ver link:

https://m.youtube.com/watch?v=Cv1ehpnPwTY

@BorisSGomezU


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