Los venezolanos sabemos que la naturaleza del régimen de Nicolás Maduro es dictatorial y que ese tipo de sistemas no salen del poder mediante votos, sin embargo, no estamos dispuestos a quedarnos con los brazos cruzados y la realización de las primarias, en las que básicamente se elegirá al nuevo representante de la oposición, permitirá vislumbrar un camino que podría volver a encarrilar al país en la lucha por su libertad. Esa que se entibió en buena medida por las inconsistencias de los dirigentes de turno como Henrique Capriles o Juan Guaidó.
La dictadura hará todo lo posible por intentar desanimar al espíritu del pueblo, pero los venezolanos quieren reconstruir el país y dejar en el pasado al fantasma del chavismo.
La persona que resulte vencedora en las primarias probablemente sufrirá una inhabilitación, pero a pesar de esa amenaza latente por parte del madurismo, el país parece resuelto a participar en esas elecciones.
En este escenario no hay que obviar que muchas personas que son de oposición tienen miedo de participar en las primarias. Algunos ciudadanos me han manifestado que aunque quieren tener la opción de votar por su candidato, tienen cierto temor de que el registro de la votación sea convertido en una nueva Lista Tascón. Lo cierto es que a pesar de los errores cometidos por los dirigentes que dijeron ser de oposición y después se cuadraron con la dictadura directa o indirectamente, la esperanza del pueblo en un cambio sigue viva. Tenemos que renovar nuestro compromiso con el país y brindarles a los venezolanos las garantías necesarias para que participen en estos comicios internos. Esa es la labor que tienen que realizar los líderes políticos actuales.
El país está volviendo a despertar y una parte importante del pueblo parece estar decidida y resteada con las primarias. A pesar de las amenazas de inhabilitación y del amedrentamiento que ejerce la dictadura de Maduro, se divisa una nueva luz en el horizonte. La mayoría tenemos claro que las elecciones del 2024 que organizaría la dictadura no serán más que un circo, pero es necesario que cuando ese tiempo llegue contemos con una dirigencia opositora unida y con la ruta a seguir definida.
Algo va a pasar pronto: Venezuela se va a levantar una vez más.
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