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Observando en la madrugada del día 1° de febrero de 2021, un programa de difusión de la ciencia y tecnología denominado Atomun, dedicado a los avances de la educación, con la aplicación intensiva de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), no me es posible ser indiferente a la tristísima realidad de la lejanía de las condiciones estructurales y coyunturales de la educación pública venezolana a todos sus niveles, para llevar a cabo este tipo de reformas innovadoras y profundas dentro de nuestras instituciones educativas.

Entendiendo según la presentación del programa, que la nueva educación debe perseguir los siguientes objetivos:

  1. Planificar y gestionar situaciones de enseñanza presencial con TIC.
  2. Diseñar y desarrollar entornos virtuales didácticos.
  3. Seleccionar y crear objetivos digitales de aprendizaje.
  4. Tutorizar y realizar evaluación continua en la red.

Estos objetivos se realizarían con las siguientes especificaciones:

  1. Desarrollar una estrategia de formación de los usuarios de los medios tecnológicos.
  2. Incorporar las tecnologías información y comunicación a la docencia en las aulas.
  3. Proporcionar infraestructura tecnológica compartida.
  4. Facilitar la docencia virtual mediante iniciativas en formación e implantación de plataformas informáticas.
  5. Elaborar una normativa que regule el funcionamiento, acreditación y reconocimiento de la formación en línea.
  6. Ofrecer una gama más amplia de temas y materias entre las cuales elegir y permitir una mayor flexibilidad a la hora de escoger material educativo.
  7. Ahorrar tiempo y esfuerzo al permitir reutilizar recursos que ya tengan resueltos los asuntos de propiedad intelectual.
  8. Potenciar el valor educativo de los recursos al poder incorporar los profesores sus propias evaluaciones personales, lecciones aprendidas y sugerencias.
  9. Proporcionar a los grupos de profesores y estudiantes,  herramientas propias de la web 2.0.
  10. Promover enfoques educativos centrados en el usuario, los cuales no solo consumen contenidos.

A esta altura de la lectura, quien conozca las terribles situaciones de carencia de infraestructura, programas de inversión y mantenimiento, así como las remuneraciones infrahumanas que reciben los docentes en Venezuela, no puede menos que sorprenderse ante el abismo existe entre la realidad actual y el panorama ideal que se plantea con la mejor intención en búsqueda del bien común.

Sería muy interesante que el Ministerio de Educación, junto con los de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Cultura y Deporte, hagan una evaluación de las más de 25.000 instalaciones educativas que tiene el país, a fin de categorizar si tienen los espacios adecuados, construcciones, equipos, personal y material operativo para realizar sus actividades formativas de manera integral y calificar a las instituciones educativas según sus características de manera transparente y pública, para tener un diagnóstico permanente, actualizado y realista de la educación en Venezuela y poder acometer las transformaciones necesarias, según el devenir de los tiempos.

Muy particularmente, ruego a los productores del programa Atomun de Telesur que investiguen y presenten los resultados de la siguiente investigación de campo:

  1. Hacer y presentar un registro de todos los laboratorios de biología, física, química y ciencias de la tierra, existentes en la educación secundaria en Venezuela y cuántos están cerrados.
  2. Hacer y presentar un registro de todos los laboratorios de computación, existentes en la educación secundaria en Venezuela y cuántas computadoras tienen en total y cuántas funcionando.
  3. Hacer y presentar un registro de todos los laboratorios y talleres de educación técnica, existentes en la educación secundaria en Venezuela y cuántos están cerrados.
  4. Presentar a la opinión publica una lista de las escuelas primarias que disponen de acceso a Internet en sus aulas de clase y en qué porcentaje.
  5. Presentar a la opinión publica una lista de las escuelas  que disponen de servicios Wi-Fi para todos sus integrantes dentro de la misma.
  6. Presentar un censo nacional de la capacidad digital de los docentes en Venezuela, para saber quiénes tienen computadoras, acceso a Internet, celulares inteligentes, capacidad de pago de servicios de telecomunicaciones.
  7. Presentar un estudio de la digitalización de las universidades en Venezuela para conocer el grado de adaptación de las mismas, así como sus condiciones para acometer dicha tarea.
  8. Presentar una lista de todos los centros e institutos de investigación existentes, con sus respectivas plantillas de investigadores y los trabajos publicados y patentes científicas registradas en los últimos 10 años.

El aporte de estas investigaciones planteadas sería gigantesco porque serviría de verdadera línea maestra para que todas las gobernaciones y ministerios, así como fundaciones y personas particulares interesadas, tengan un mapa de trabajo en el desarrollo del quehacer educativo en Venezuela.

Estoy plenamente seguro de que muchas de las cosas aquí planteadas no pueden ser investigadas, registradas y presentadas a la opinión pública por temor a hacer totalmente evidente el grado de desarticulación y deterioro de nuestro sistema educativo, que convierte en utópicas muchas de las propuestas bienintencionadas que realiza dicho programa todos los sábados y que, sin duda, son metas que se están alcanzando en muchos países, encabezados por la República de Corea (Corea del Sur), además de Israel, Finlandia y Canadá, entre otros, los cuales marcan la pauta en el mundo sobre la calidad educativa.

En este sentido, si se quiere dar un sentido de vanguardia a la educación nacional, se debe dar una nueva orientación a las Zonas Educativas y a las Secretarías de Educación de cada gobernación,  mientras que se crea una verdadera política de formación tecnológica que transforme de manera radical la Educación Media y Profesional, así como la Educación Universitaria.

Es muy importante entender que una sociedad de la información y la innovación, no se puede desarrollar bajo el manto del encubrimiento y las mentiras oficiales, tal como ocurría en la desaparecida Unión Soviética, que cayó por su imposibilidad política de crear las condiciones para el desarrollo económico de la Tercera Ola y se quedó muy detrás de Occidente y Japón, no por la falta de ingenio de sus ingenieros y científicos, sino por la cadena opresiva de control político, que impedía el libre flujo informativo y su posterior capitalización económica, como sí ocurría con sus enemigos políticos y económicos.

No realizar jamás un descarnado diagnóstico de la realidad educativa nacional seguirá impidiendo llevar a cabo las transformaciones necesarias…

 


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